Operan funcionarios y empresarios red de lavado en Puebla: DEA


Investigación de la Agencia Antinarcóticos de EU vincula al narcotraficante Darío López Fernández, ya capturado, con el rector de la BUAP, Enrique Agüera Ibáñez / El jet en que viajan el académico y empresarios continuamente a Estados Unidos es utilizado en el trasiego de estupefacientes
CIUDAD DE MEXICO, DF, 10 de agosto (Acento 21).- La Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) ha iniciado una investigación de la bitácora de vuelos del Learjet matrícula NA478 propiedad del rector de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, Enrique Agüera Ibáñez, que ha ingresado de manera constante a Miami, Dallas, Nueva York y los Ángeles, además de empresarios que financiaron las campañas de candidatos del PRI-PVEM Javier López Zavala y Mario Montero Serrano, derivado de sus vínculos con Darío López Fernández, capturado el pasado 16 de julio.



De acuerdo con documentos en poder de Acento 21, el Learjet de ocho plazas estacionado en el aeropuerto de Toluca, tiene un costo de 1 millón 900 mil dólares en el mercado que presuntamente ha sido utilizado en el trasiego de estupefacientes y lavado de dinero de una red empresarios y funcionarios del actual gobierno de Mario Marín que operan en Puebla y Veracruz.
La DEA ha seguido una línea de investigación contra Agüera Ibáñez quien habría invertido en el equipo Dallas Cowboys, además en las torres JV en Puebla, tres ranchos para la cría de caballos pura sangre.
Según los documentos, el rector de la BUAP adquirió una extensión de terreno de más de 30 mil metros cuadrados en los fraccionamientos de Bosque Aras, La Vista Country Club, Lomas de Angelópolis, Reserva territorial Atlixcayotl, además en dos condominios en Miami.
El rector ha sido clasificado por la DEA como “amigo personal” de Darío López Fernández y de Rubén Gil Campos ambos sujetos a proceso en Estados Unidos, por narcotráfico, además de sus vínculos políticos con los ex candidatos del PRI-PVEM a la gubernatura y alcaldía de Puebla, López Zavala y Montero Serrano, respectivamente.
López Fernández aportó 8 millones de dólares a la campaña de los ex candidatos priistas López Zavala y Montero Serrano, a través del actual Secretario de Gobernación de Puebla, Valentín Meneses, con quien aparece en varias fotografías.
Entre los empresarios mencionados por López Fernández que aportaron recursos a las campañas de López Zavala y Montero Serrano aparecen Julián Ventosa Tanus, José María Suárez Rivero, Olivia Salomón, Gabriel Posada Cueto, familia Pacheco Pensado, Edgar Nava García y Carlos Olamendi Torres, éste último socio de ex alcalde de Izúcar de Matamoros, Rubén Gil Campos, hoy testigo protegido y detenido por la DEA por narcotráfico.
La investigación que ha seguido la DEA arroja que en Puebla opera una presunta organización empresarial de lavado de dinero ligada a diversos funcionarios públicos desde 2005.
Esa red diversificó el lavado en Casas de Cambio, sector inmobiliario y edificios comerciales hoy en día en desuso.
Paralelamente creo una estructura de aeronaves y helicópteros que han sido investigados por la Procuraduría General de la República (PGR) por haber sido facilitado por un empresario poblano al narcotraficante Arturo Beltrán Leyva, en diciembre de 2009, cuando éste se encontraba rodeado por elementos de la Policía Federal.
En noviembre del 2007, la Subprocuraduría de Investigaciones Especializadas en Delincuencia Organizada (SIEDO) intervino y cateo dos oficinas de Casa de Cambio Puebla como parte de una investigación por el presunto lavado de dinero mediante transacciones financieras para la organización que encabeza Joaquín Guzmán Loera, quien en diversos operativos fue rastreado por la AFI en el fraccionamiento Lomas de Angelópolis, Puebla, propiedad de los hermanos Alejandro Rafael y Gabriel Posada Cueto.
En las operaciones de lavado de dinero coexistieron las inversiones de Arturo Beltrán Leyva y del Mayo Zambada a través de Pedro Alfonso Alatorre Damy o Pedro Barraza Urtusuástegui, alias ‘El Piri’, detenido en noviembre de 2009, y quien confesó ser socio de López Fernández y Gil Campos ex alcalde de Izúcar de Matamoros, Puebla.
Según la línea de investigación de la DEA y SIEDO el lavado de dinero permitió a la construcción de un complejo de edificios que abarca tres calles sobre el bulevar Esteban de Antuñano con nomenclaturas 2704, 2702 y 2502 en la colonia nueva Antequera, sin ser habitados desde 2006 hasta la fecha.
Esos edificios aparecen en el Registro Público de la Propiedad a nombre de José María Suárez Rivero—-conocido con el mote de comandante Suárez o Pipin Suárez—-de quien no existen antecedentes de empresario ni de contar con recursos para invertir 30 millones de dólares necesarios construir esos inmuebles.
Según la investigación, Suárez Rivero es familiar del presunto narcotraficante López Fernández detenido por la DEA el pasado 16 de julio.
Suárez Rivera también es accionista de las denominadas torres JV ubicado a un costado del anillo periférico— esquina con el boulevard Atlixcayotl, valuadas en 50 millones de dólares, en la ciudad de Puebla.
Del helipuerto de esas torres despego el helicóptero en el que logro huir Beltrán Leyva con rumbo al estado de Morelos cuando se encontraba bajo un cerco de la Policía Federal en la ciudad de Puebla.
Las pesquisas de la DEA y SIEDO arrojaron que aparece como presidente del consejo de administración y principal accionista del consorcio JV, Julián Ventosa Tanus, comerciante de giros negros quien sobrevivía de una modesta discoteca ‘Porthos Tropical’, ubicada en la recta a Cholula, Puebla, cuyos ingresos oscilan 50 mil pesos mensuales, de acuerdo a sus declaraciones fiscales hasta 2005.
El empresario registró un inexplicable enriquecimiento, pues construyó cuatro torres de oficinas de más de veinte pisos, revestidas con total lujo en Puebla y Veracruz, del centro comercial Plazas del Sol, arrendado al gobierno de Mario Marín, además de la Plaza Zavaleta en Puebla.
De acuerdo con la investigación policíaca el empresario también invirtió en la impresión de Puebla, del periódico Milenio, y ha registrado una fortuna personal estimada en 300 millones de dólares.