Tuesday, March 11, 2008


Álvaro delgado

México, D.F., 10 de marzo (apro).- Durante dos semanas, exactamente quince días a partir del 24 de febrero y hasta este martes 10, Felipe Calderón ha guardo silencio sobre las conductas confesas y constitutivas de delitos derivadas de la entrega de contratos millonarios de Petróleos Mexicanos (Pemex) a la empresa Ivancar, S.A. de C.V., propiedad de Juan Camilo Mouriño Terrazo, el futuro exsecretario de Gobernación.

El mismo día en que Andrés Manuel López Obrador acusó a Mouriño de ser un traficante de influencias y adelantó que presentaría documentos para probarlo, el domingo 24 de febrero, Calderón se hallaba en Iguala, Guerrero, en una ceremonia con motivo del Día de la Bandera, resguardado por un impresionante aparato de seguridad, muy mayor al que se vio, más tarde, cuando fue recibido como uno de los suyos en la sede de la Confederación de Trabajadores de México (CTM).

Pero desde ese día, el autismo de Calderón sobre el escándalo del empresario Mouriño --que ha desesperado hasta a los habituales amanuenses del poder-- ha sido manifiesto.

El martes fue a San Luis Potosí y se reunió con empresarios de México y Estados Unidos. El miércoles apenas salió de Los Pinos, donde encabezó dos actos públicos, y por la noche inauguró una exposición en el Museo de Antropología.

El jueves estuvo en Querétaro, y fue durante esa gira que Mouriño se refirió, por primera vez, a los contratos de Pemex que firmó como apoderado legal de Ivancar, S.A., siendo ya diputado federal y funcionarios de la Secretaría de Energía, ambos tendiendo como jefe a… Felipe Calderón.

Pero éste siguió mudo sobre un asunto que involucra no sólo al principal funcionario de su gobierno, sino a su delfín, quien precisamente la víspera de su fallida defensa desde Los Cabos, Baja California, bebió hasta muy tarde su bebida favorita, ron Matusalem, que explica por qué tenía barba crecida y vestía el mismo saco al día siguiente.

El silencio de Calderón se mantuvo toda la semana, cuando ya era escándalo nacional, y aun el viernes 29, cuando se reunió con los gobernadores de la Conago en Campeche, justamente donde Mouriño y su clan instalaron el Grupo Energético del Sureste (GES), del que Ivancar, S.A. de C.V., es sólo una de las 80 empresas que lo integran y que se llamó así en honor al apelativo con el que los amigos y cómplices se refieren al funcionario: Iván.

El sábado 1 y el domingo 2 de marzo Calderón descansó --¡nomás eso faltaba!-- y aguantó pronunciarse sobre el escándalo de Mouriño otro día y medio: El lunes, por la mañana, se congració con la iniciativa privada dándole los subsidios a los que es tan afecto --eso no es populismo-- y por la tarde dio el arranque de la colecta de la Cruz Roja.

Antes de irse a una gira de toda la semana, primero a Centroamérica y luego a Dominicana, se reunió con empresarios de Canacintra y puso en marcha el operativo de Semana Santa. Y regresó a México, el fin de semana, para seguir en el limbo.

El mutismo de Calderón es, sin embargo, muy elocuente. Tantas oportunidades para emitir una posición sobre un asunto tan delicado, que en cualquier democracia habría ya implicado una recomposición del gobierno, sólo obedece a un ánimo de encubrimiento.

En efecto, Calderón colocó a Mouriño como presidente de la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados, y por tanto es cómplice de las conductas ilegales y antiéticas que cometió para favorecer a las empresas de su propiedad, de las que se separó --según él mismo reconoció-- sólo hasta que ingresó a la Secretaría de Energía, en octubre del 2003.

Calderón fue jefe de Mouriño en esa secretaría cuando se asignaron otros contratos de Pemex, cuyo abogado general era César Nava Vázquez, actual secretario particular de Calderón, quien precisamente era… presidente del Consejo de Administración de la paraestatal.

Hay un dato exquisito: El funcionario que en representación de César Nava Vázquez hizo la revisión jurídica para el contrato de Pemex a Ivancar, S.A. de C.V., y cuya firma aparece al lado de Mouriño, es José Antonio Prado Carranza, amigo y compañero de la Universidad Panamericana de… César Nava.

(Dicho sea de paso, ahora Prado Carranza es el jefe de la Unidad de Asuntos Jurídicos de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro, cuyo sindicato ha emplazado a huelga. Se trata del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) al que, apenas este sábado, Mouriño identificó como un gremio con grandes “privilegios laborales” y que sostiene un “falso sentido nacionalista”. Sí, ya se sabe que murió Marx y se vino abajo el Muro del Berlín, pero los sindicatos, antes y después de esos acontecimientos, tenían y tienen un objetivo, si es que no se niegan a sí mismos: Luchar por mejores condiciones salariales y de vida de sus agremiados. Y lo del falso sentido nacionalista, queda mejor en el caso de Mouriño, confusa su auténtica nacionalidad.)

El silencio de Calderón es, entonces, un recurso para ganar tiempo y liquidar el escándalo: Ha comenzado ya, y se hará más evidente en unos días, la estrategia de desaparecer de los medios el tema –particularmente de la radio y la televisión-- y sustituirlo por cualquier cosa, sobre todo la urgencia de “sacar el tesoro de aguas profundas”.

En ése, como en cualquier otro asunto que tienen que ver con la corrupción y la impunidad, el PAN cuenta con un socio: El priismo en cualquiera de sus expresiones. Beatriz Paredes, Mario Marín, Ulises Ruiz, Emilio Gamboa, Manlio Fabio Beltrones. Da lo mismo, porque cobran igual.

Por eso el sonsonete de Germán Martínez de discutir los grandes temas, como la reforma energética y evadir el tráfico de influencias… en el sector energético. Como si fueran cosas separadas.

Apuntes

El Partido de la Revolución Democrática (PRD) puede constituirse en un gran apoyo para Calderón y Mouriño, así como para toda la derecha: Dar, el próximo domingo, el espectáculo esperado de trinquetes que ahogue, además, las acciones contra la privatización de Pemex el próximo 18 de marzo, cuando se conmemorará otro aniversario de la expropiación petrolera decretada por Lázaro Cárdenas, cuyo hijo no ve intentos de privatización por ningún lado.

Comentarios: delgado@proceso.com.mx




jesusa cervantes

* En manos de la JCP de la Cámara baja, el futuro político del secretario de Gobernación

* Comisión Fox viaja a El Tamarindillo

México, D.F., 10 de marzo (apro).- En un vuelco de 180 grados, el grupo parlamentario del PRI en la Cámara de Diputados reconsideró su postura y ahora estimó “impostergable” la creación de una comisión especial que investigue la actuación del secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, en relación con los contratos que firmó con Pemex, siendo servidor público.

Con base en los documentos difundidos por Andrés Manuel López Obrador, los partidos que integran el Frente Amplio Progresista (FAP) propusieron la semana pasada la creación de una comisión legislativa que investigue si Mouriño incurrió en posible tráfico de influencias al firmar los contratos.

Sin embargo, el coordinador del PRI, Emilio Gamboa Patrón, se mofó de la propuesta impulsada por el PRD, el PT y Convergencia. Argumentó que dicha propuesta “carecía de sustento legal” y que el PRI no era Ministerio Público.

Sin embargo, este lunes su posición fue otra. En entrevista, declaró que su partido “no es tapadera” del secretario de Gobernación y confió en que este martes se avance en la creación de la nueva instancia.

El vuelco de postura del PRI coincidió con la publicación de los resultados de una encuesta realizada por María de las Heras –esposa de César Augusto Santiago--, sobre el caso Mouriño. Según dicha encuesta, 85% de la población rechazó la actuación de Juan Camilo Mouriño.

En la entrevista, Gamboa Patrón comentó que la Junta de Coordinación Política tomará una decisión este martes porque “este asunto ya es impostergable”.

“No quiero hacer una defensa ni decir si esta bien o esta mal, quien debe ver esto son los abogados, y quien debe decir si se crea la comisión es la Junta de Coordinación Política (no Emilio Gamboa Patrón).

“Les vuelvo a refrendar lo que dije, el PRI no será tapadera de nadie. Creemos y confiamos en la transparencia, en la rendición de cuentas”, subrayó.

El coordinador del PRI insistió: “Reitero que no voy a ir con el Punto de Acuerdo inicial, con la comisión investigadora que pidió el Frente Amplio la semana pasada. Se los dije muy claramente. Estamos viendo ahorita la posibilidad de integrar una comisión, pero no sabemos cómo va a ir mañana. Mañana se va a ver en la Junta de Coordinación Política, estoy enterado que aproximadamente a la una o una y media, serán convocados los ocho grupos parlamentarios a la Junta de Coordinación y ahí veremos el tema.

“No voy a ser “tapadera” de nadie, ni mi grupo parlamentario. Ustedes saben que socializo todo esto. Mañana tendré una plenaria con ellos, les voy a platicar en qué momento nos encontramos, qué se está discutiendo, qué se puede discutir, qué escenarios se pueden discutir en la Junta de Coordinación Política, y ellos también tienen que tomar una decisión.

“La decisión no es del Coordinador del Grupo Parlamentario. Lo que nosotros queremos es transparencia y rendición de cuentas

El priista evitó en todo momento emitir una opinión sobre los contratos que dio a conocer la revista Contralínea que dirige el periodista Miguel Badillo y que a la postre fueron reconocidos como reales por el propio Juan Camilo Mouriño.

Se limitó a decir que por el momento eso no es lo importante, sino la creación de la nueva comisión investigadora. “No soy abogado pero he consultado a abogados y hay interpretaciones. Pero no estamos en eso. Estamos en si se crea o no una comisión, en eso estamos y mañana se va a ver en la Junta de Coordinación Política”, reiteró.

Adelantó que el PRI se encuentra redactando una propuesta para delimitar la nueva comisión y que será la noche del lunes cuando la tengan lista para este martes presentarla al resto de los partidos.

--Las presiones aumentan, ¿usted cree que si funcione?, le preguntó un reportero.

Gamboa Patrón respondió: “Si esto sirve para esclareces cosas, creo que es importante. Vamos a ver qué dice la Junta de Coordinación. La Junta no depende del PRI, son ocho coordinadores, como ustedes lo saben, y tienen voto”.

El priista repitió en varias ocasiones que él y su partido están en favor de que se esclarezca el asunto de Juan Camilo Mouriño: “a favor de esclarecer todo lo que tenga duda las sociedad mexicana, ahorita hay duda del comportamiento de un funcionario que es el secretario de Gobernación Lo que queremos nosotros en el PRI es la transparencia, que se esclarezca. Si eso da para que se configure una comisión, lo trataremos mañana, y verán que el PRI, como se los dije, va a impulsar que haya claridad y transparencia”, subrayó.

Aseguro que será la Junta la que defina la creación de la comisión indagatoria y desechó que su partido esté ayudando al PRD.

--¿Ni a Mouriño?, se le pregunto.

--Desde luego que no, menos, atajó.

--¿El PRI va a ser el salvador de Mouriño?--

--“Desde luego que no. Nosotros no somos salvadores de nadie. Somos diputados federales”.

En tanto, el coordinador el PRD, Javier González Garza, confió en que este martes se conforme la nueva comisión y anticipó que ésta podría incluso tener un alcance mayor para supervisar los contratos que se firmaron en 2000 con otras paraestatales, como la CFE y la Compañía de Luz y Fuerza.

Comisión Fox viaja a El Tamarindillo, en Michoacán

Por otro lado, la comisión especial que indaga el presunto enriquecimiento del expresidente Vicente Fox viajará el próximo miércoles a la bahía de El Tamarindillo, en la costa michoacana, para hablar con ejidatarios sobre el presunto despojo de que fueron objeto por parte del expresidente.

En tanto, la Comisión especial que indaga el presunto enriquecimiento de Manuel y Jorge Alberto Bribiesca Sahagun decidirá mañana la fecha en que citarán a comparecer al procurador General de la República, para que explique las razones por las cuales se sobreseyó la indagatoria que existía en esa instancia en contra de los hijos de Marta Sahagún de Fox.

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