POR ALFREDO JALIFE-RAHME
(Exclusivo para Voces del Periodista)
Aunque Felipe El Brevísimo exhibe cada día más el cobre de su patente ineptitud -sus dislates sobre la recesión de EU y su gusto por las "emociones fuertes" quedan grabadas para su triste historia- y siempre ha mostrado sus veleidades fascistoides -que van desde su neo-pinochetismo hasta su imitación del presidente colombiano Uribe, un títere del régimen torturador bushiano-, en realidad se ha acentuado preocupantemente su metamorfosis aznarista desde su campaña electoral hasta su primer año de desgobierno en Los Pinos.
Algún genetista nos podrá corregir, con justa razón, y sentenciar que, más que una metamorfosis aznarista, se trata de una transmogrificación nada gratificante que es lo que, a nuestro juicio, simboliza la aznarización en todos sus componentes y que pudiéramos resumir sucintamente como la degradación fiscalista-fascistoide española en la etapa aciaga de José María Aznar López, quien adoptó el modelo neoliberal monetarista centralbanquista para beneficiar a la banca israelí-anglosajona a escala global, y con mayor ahínco en Latinoamérica "reconquistada" (de allí su "coincidencia" con el ultra-sionista críptico Enrique Krauze Kleinbort en el siniestro "Comité del Peligro Presente" que controla el complejo militar-industrial del Pentágono),así como su participación nada gloriosa en los desastres militares anglosajones en Irak y Afganistán.
De hecho, Aznar López fue, es y será la "mula de Troya" de Baby Bush en Latinoamérica en forma triangulada ,donde es más sencillo penetrar con el travestismo católico que con la desnudez evangelista protestante de los fundamentallstas cristianos del Partido Republicano, hoy en plena putrefacción.
El intervencionismo hiperactivo de Aznar López.empujado tras bambalinas por la banca israelí-anglosajona, rebasa los usos y costumbres de las relaciones internacionales desde la conquista española del siglo 15 y que ahora pretende repetir sus hazañas anacrónicas mediante la Organización Demócrata Cristiana de América(ODCA.)
El principal problema de la "reconquista" de la ODCA es la legendaria diminutez intelectual de Aznar López, un furibundo arabófobo quien se alió en México con el Partido de Acción Narconal -debido a sus múltiples descargas celestiales de cocaína en Ciudad.del Carmen y en Yucatán (¿lavará algo la fétida banca española?)-, primordialmente a su más bajo nivel cerebral: Fox y Espino.
Por cierto, Aznar López ha sido remunerado por sus controladores anglosajones quienes lo colocaron en el consejo de administración del a hiper-bélica y desinformativa cadena de televisión Fox News (como Krauze Kieinbort es socio de Televisa) y hasta es ya profesor (¿Qué podrá enseñar?) del "Tec" de Monterrey que por lo visto busca perder su seriedad.
Dejamos de lado todas las mentiras consuetudinarias de Aznar López, muy similares a la tripleta panista Fox-Espino-Calderón, para enfocarnos en la ominosa aznarización de Felipe El Brevísimo que no presagia nada benigno para México y mediante la cual la corona española (detrás de la cual se encuentra la corona británica) busca adueñarse de los pletóricos recursos energéticos, en particular en la sonda de Campeche.
En realidad, la gradual aznarización de Calderón es de partida triple: 1.-electoral; que versó sobre la flagrante intromisión de Aznar López en las elecciones presidenciales (con la tácita aprobación del fracasado "mago" Ugalde) favor de su súbdito y contra de AMLO, quien naturalmente no le iba a conceder lo que ahora pretende regalar Calderón a través de la "nueva" Secretaría de Gobernación a cargo del gallego Mouriño Terrazo; 2.-multimediática: el aciago rol del consorcio español PRISA, representado en Mexico por el sinistro Juan Ignacio Zavala Gómez del amo (cuñado de Felipe El Brevísimo) en la expulsión de la XEW de la admirable Carmen Aristegui; y 3.-energética: la paulatina entrega del gas (próximamente del petróleo, si los dejamos los ciudadanos concientes) a REPSOL, curiosamente expulsada y quebrada en Sudamérica, pero altamente recompensada en México por la caldera energética de Calderón.
De todas las aznarizaciones de Calderón, sin duda, la más ominosa la representa la energética. Ya hasta el líder de la bancada priista en el Senado, el dizque "economista" y policía judicial eterno Manlio Fabio Beltrones (presuntamente de apellido paterno Dìaz Brown ¿Por qué lo oculta?), con no muy buena reputación en EU debido a sus presuntos vínculos con el narcotráfico (que por cierto, le acaba de recordar el locuaz Fox), después de haberse pronunciado sin tapujos por la desnacionalización de PEMEX, se preocupó de que Mouriño Terrazo, con poderosos intereses gaseros en Campeche, sea el encargado de la reforma energética.
Mas allá de la tórrida presencia de Calderón en su años mozos, junto a Carlos Castillo Peraza, en las costas campechanas durante ocho extensos años, llama poderosamente la atención la biografía también campechana del gallego Mouriño Terrazo, cuya familia se especializó en asuntos "energéticos" en la región del sureste, pero, más que nada, frente a las aguas profundas de la Bahía de Campeche: la tercera reserva de petróleo mas importante del continente americano detrás de Venezuela y Canadá. De tal magnitud "energética" parece ser la aznarización de Calderón y su caldera del diablo campechano.
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