La Hojilla, programa de Venezolana de Televisión, se encargó de seleccionar, a lo largo de meses hasta ayer 5 de marzo, datos y frases que reflejan con precisión el plan imperialista de hacer con Chávez lo que se hizo con Milosevi_ después de la guerra genocida de Kosovo: juzgarlo en el Tribunal Penal Internacional.
Ayer, cuando pasadas las 12 de la noche, hora de Cuba, es decir, hoy mismo, escuché declaraciones oficiales a la prensa de un grupo de funcionarios que se ocupan en Colombia de los trámites legales pertinentes, no me quedó duda alguna. No se trata de un secreto. Es una batalla de opinión previa. Tuve muy presente al escribir estas líneas la excelente recopilación de La Hojilla.
¿Qué se ha dicho de Chávez en días muy recientes? Fue electo por el voto mayoritario de la población. De inmediato se añade: igual que Hitler. Claro que no se explica lo conocido demasiado bien: que Hitler fue fruto genuino del sistema capitalista, que se expresó a través del Tratado de Versalles y la imposición de sanciones _ya lo mencioné en una reflexión_, las cuales exaltaron el nacionalismo en la recién nacida República de Alemania. El fascismo asesinó a incontables personas. Chávez nunca mató a nadie, ha sido elegido varias veces, y los más increíbles insultos contra él se publican y divulgan diariamente por todos los medios. Jamás lograrán la conformidad del Presidente de Venezuela.
Cuando el gobierno de Estados Unidos tuvo la seguridad de que podía destruir proyectiles en pleno vuelo desde California con empleo de satélites espaciales, habla entonces sin rubor alguno de guerras atómicas y no oculta la intención de gobernar el mundo a sangre y fuego. Se emplean millones de millones en armas que nada aportan a la satisfacción de necesidades y al bienestar del ser humano; mantienen, por el contrario, en constante tensión a la economía mundial; imponen a los países, como los aventureros del Oeste de Estados Unidos, la consigna de la bolsa o la vida.
Escuchando durante horas a los economistas reunidos en La Habana discutir civilizadamente sobre globalización y problemas del desarrollo, puede apreciarse el tremendo choque de ideas y las contradicciones que brotan con creciente fuerza y complejidad en nuestro mundo actual. En la mente conservo un buen número de hechos que con seguridad se abordaron en esa reunión.
Es de por sí sumamente valiosa la solidaridad expresada en esa conferencia con el pueblo del Ecuador.
El Presidente de esa nación, Rafael Correa, dijo hoy que si la Organización de Estados Americanos “no condena la agresión a su país, habrá que tirarla al basurero de la historia”. “Tenemos que tomar decisiones mañana en Santo Domingo para condenar claramente la agresión a Ecuador”, agregó. Estas dos declaraciones no sólo las escuché en la entrevista de Correa por la televisión. Constan en diferentes agencias cablegráficas.
La gravedad del problema creado por el gobierno de Estados Unidos no puede subestimarse.
Ayer Bush dio su apoyo al candidato republicano McCain, que está comprometido con la guerra de Iraq y disfruta lanzando bombas contra la población civil, es opuesto a toda negociación y jura mantener el bloqueo económico contra la nación cubana. Hace dos días los cables informaron sobre nuevas medidas de Bush para extender más en la Internet el bloqueo contra Cuba.
¿Qué podrán esperar del imperio los pueblos de América Latina que aspiran al resguardo de la soberanía nacional?
¿Puede ser o no sostenible semejante tiranía que tanto lesiona a la población del planeta?
Marzo 6 de 2008
6 y 32 p.m.
Ayer, cuando pasadas las 12 de la noche, hora de Cuba, es decir, hoy mismo, escuché declaraciones oficiales a la prensa de un grupo de funcionarios que se ocupan en Colombia de los trámites legales pertinentes, no me quedó duda alguna. No se trata de un secreto. Es una batalla de opinión previa. Tuve muy presente al escribir estas líneas la excelente recopilación de La Hojilla.
¿Qué se ha dicho de Chávez en días muy recientes? Fue electo por el voto mayoritario de la población. De inmediato se añade: igual que Hitler. Claro que no se explica lo conocido demasiado bien: que Hitler fue fruto genuino del sistema capitalista, que se expresó a través del Tratado de Versalles y la imposición de sanciones _ya lo mencioné en una reflexión_, las cuales exaltaron el nacionalismo en la recién nacida República de Alemania. El fascismo asesinó a incontables personas. Chávez nunca mató a nadie, ha sido elegido varias veces, y los más increíbles insultos contra él se publican y divulgan diariamente por todos los medios. Jamás lograrán la conformidad del Presidente de Venezuela.
Cuando el gobierno de Estados Unidos tuvo la seguridad de que podía destruir proyectiles en pleno vuelo desde California con empleo de satélites espaciales, habla entonces sin rubor alguno de guerras atómicas y no oculta la intención de gobernar el mundo a sangre y fuego. Se emplean millones de millones en armas que nada aportan a la satisfacción de necesidades y al bienestar del ser humano; mantienen, por el contrario, en constante tensión a la economía mundial; imponen a los países, como los aventureros del Oeste de Estados Unidos, la consigna de la bolsa o la vida.
Escuchando durante horas a los economistas reunidos en La Habana discutir civilizadamente sobre globalización y problemas del desarrollo, puede apreciarse el tremendo choque de ideas y las contradicciones que brotan con creciente fuerza y complejidad en nuestro mundo actual. En la mente conservo un buen número de hechos que con seguridad se abordaron en esa reunión.
Es de por sí sumamente valiosa la solidaridad expresada en esa conferencia con el pueblo del Ecuador.
El Presidente de esa nación, Rafael Correa, dijo hoy que si la Organización de Estados Americanos “no condena la agresión a su país, habrá que tirarla al basurero de la historia”. “Tenemos que tomar decisiones mañana en Santo Domingo para condenar claramente la agresión a Ecuador”, agregó. Estas dos declaraciones no sólo las escuché en la entrevista de Correa por la televisión. Constan en diferentes agencias cablegráficas.
La gravedad del problema creado por el gobierno de Estados Unidos no puede subestimarse.
Ayer Bush dio su apoyo al candidato republicano McCain, que está comprometido con la guerra de Iraq y disfruta lanzando bombas contra la población civil, es opuesto a toda negociación y jura mantener el bloqueo económico contra la nación cubana. Hace dos días los cables informaron sobre nuevas medidas de Bush para extender más en la Internet el bloqueo contra Cuba.
¿Qué podrán esperar del imperio los pueblos de América Latina que aspiran al resguardo de la soberanía nacional?
¿Puede ser o no sostenible semejante tiranía que tanto lesiona a la población del planeta?
Marzo 6 de 2008
6 y 32 p.m.
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