Jesusa Cervantes
Proceso
domingo, mayo 04, 2008
Las declaraciones patrimoniales de Vicente Fox como presidente de la República confirman que la riqueza del expresidente no corresponde al salario de un funcionario público, y que proviene de la
acumulación de bienes y ganancias no justificadas durante el sexenio pasado. La comisión de diputados abocada al caso también espera datos reveladores
de las auditorías a contratos de obra pública durante el foxismo.
La comisión especial de la Cámara de Diputados que investiga el posible enriquecimiento inexplicable de Vicente Fox y su familia ha encontrado indicios de la forma en que el ahora expresidente incrementó su riqueza: la revisión de sus declaraciones patrimoniales revela que fue adquiriendo terrenos, casas y acciones en empresas, además de obtener ingresos por “servicios profesionales” durante su mandato presidencial.
Tras siete meses de su creación, la “comisión Fox” que encabeza el priista Víctor Valencia de los Santos cuenta con nuevos documentos, entre ellos las declaraciones patrimoniales del panista desde junio de 1995, cuando era gobernador de Guanajuato, hasta las que rindió como presidente de la República.
La comisión tiene, así mismo, las declaraciones patrimoniales en que su esposa Marta Sahagún reporta propiedades heredadas, que sin embargo no coinciden con la información correspondiente del Registro Público de la Propiedad de Celaya.
El diputado Valencia de los Santos pidió ante la cámara que se ampliara la vigencia de la comisión por un año, a fin de analizar con detalle los nuevos datos y tomando en cuenta que la Auditoría Superior de la Federación (ASF) entregará en marzo de 2009 resultados de sus análisis de los contratos asignados a las empresas Oceanografía, Arrendadora Ocean Mexicana, Construcciones Prácticas y Blue Marine Technology Group –ligadas a Manuel y Jorge Alberto Bribiesca Sahagún–, así como la autorización de contratos de obra pública para Pemex, Aeropuertos y Servicios Auxiliares y la Presidencia de la República, entre otras entidades.
Sin embargo, la vida de la comisión sólo se prorrogó cuatro meses y concluye el 20 de agosto.
El 11 de octubre de 2007, los ocho partidos políticos representados en la Cámara de Diputados, incluyendo el PAN, aceptaron la creación de la comisión indagadora, que trabajaría hasta el pasado 11 de abril. No obstante en la cláusula sexta se dejó abierta la posibilidad de extender el período “si existiera alguna auditoría en curso, sólo por el tiempo en que ésta concluya”.
Desde el segundo año de gobierno de Fox, diversos medios de comunicación hicieron públicos negocios de sus hijastros en los que ellos presuntamente incurrieron en tráfico de influencias. De igual forma, se difundió la irregular forma en que la fundación Vamos México, creada por Marta Sahagún, recibió apoyo gubernamental y millonarias donaciones de particulares.
Pero los diputados únicamente se atrevieron a iniciar una investigación un año después de que la pareja salió de la Presidencia de la República, cuando los Fox mostraron en una revista del corazón su ostentoso rancho San Cristóbal.
Un departamento y una vaca
“Aquellos que dicen que esta propiedad es producto de dinero robado o del dinero que me dejó la Presidencia; tendrán que comer chicharrón porque no es así”, se ufanó Vicente Fox al mostrar el lago artificial, venados, pavos reales, ganado, cultivos de brócoli, lechuga, maíz y papa, además del Centro Fox, en el que se han invertido 12 millones de dólares. Todo esto en su rancho San Cristóbal.
Desde su inicio, la comisión que encabeza el diputado Valencia de los Santos solicitó información a varias secretarías de Estado. Luego de que Vicente Fox lo autorizó el pasado 3 de marzo y a un mes de que venciera el plazo inicial de la indagatoria, la Secretaría de la Función Pública les dio a los legisladores las declaraciones patrimoniales de Fox desde que era gobernador de Guanajuato.
Según esos documentos, el 26 junio de 1995 Fox asumió el cargo de gobernador y pidió licencia el 5 de agosto de 1999. Cuando llegó poseía en León un departamento de 174 metros cuadrados adquirido en 1992 por 650 mil pesos, un auto Volkswagen modelo 1992, un perro sharpei y un dálmata, tres vacas y dos caballos, un televisor, cuatro cuadros de arte, un juego de servicio de plata, unas alfombras persas y una escultura en bronce de una vaca.
A los dos meses de haber asumido el cargo, reportó que su esposa, Lilian de la Concha –de la que ya estaba separado–, compró en 1 millón 300 mil pesos una casa ubicada en el rancho San Cristóbal. Tres años después, en 1998, De la Concha pagó 300 mil pesos por una “fracción de la antigua hacienda de San Cristóbal”, con una superficie de 2 millones 430 mil metros cuadrados.
Después siguió incrementando su patrimonio. Tras su primer año en la gubernatura de Guanajuato, en 1996, reportó la compra de una vaca en mil pesos; en 1997 adquirió accesorios para el hogar por 103 mil pesos, un caballo de madera, una pintura y un nacimiento tamaño natural por 51 mil pesos, además de una computadora y una lavadora Whirpool.
Afecto a los animales, en 1998 Fox se hizo de cuatro avestruces, tres cuadros de arte y malla para cercar su propiedad. El año en que pidió licencia al cargo de gobernador, Fox cambió su vochito por una motocicleta modelo 1999 y compró un caballo y algunos borregos. También se mandó a hacer un librero de 20 mil 500 pesos.
En cuanto a su participación en las empresas familiares, en 1995 reportó que tenía acciones en Congeladora Don José, Auto Transporte Refrigeración y Cerrito S.P.R.D.K.L. por un valor total de 1 millón 435 mil 590 pesos.
En 1997 el gobernador reportó que invirtió 13 mil pesos en Fox Brohters, otra de las empresas de su familia. Un porcentaje accionario de éstas fue “rescatado” mediante el Fobaproa y el apellido Fox apareció en un anexo del acta de entrega de Fobaproa al IPAB porque el clan se benefició del Programa de Compra y Capitalización de Cartera.
Cuando Fox era gobernador sus inversiones no registraron movimientos fuertes, pero su cónyuge, Lilian de la Concha, realizó inversiones bancarias por 300 mil y 1 millón de pesos.
En aquel entonces, Vicente Fox le debía 72 mil pesos a su amigo Lino Korrodi.
Casas y terrenos
Ya en la Presidencia de la República, Vicente Fox logró amasar una fortuna allegándose terrenos, casas y acciones. Además, cobró por “servicios profesionales” y “otros” conceptos, en franca violación a la Constitución y la Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos, señala el diputado Víctor Valencia.
Como prueba, el legislador presenta el desglose de las declaraciones patrimoniales de Vicente Fox cuando fue presidente de la República:
Al término de su gobierno Fox reportó que había comprado tres terrenos y tres casas; dos de esas propiedades las adquirió cuando fue gobernador, una antes de ese cargo, y el resto ya cuando era presidente, a precios superiores a lo que ganó por su salario.
Durante el primer año de su sexenio, en 2001, el presidente reportó la compra de una casa de 385 metros cuadrados en 2 millones de pesos y al siguiente año vendió en 1 millón de pesos el departamento que tenía cuando asumió la gubernatura de Guanajuato.
Al inicio de 2004 adquirió un terreno de 600 metros cuadrados por 2 millones de pesos, y a finales de ese mismo año empezó una “obra en casa” –no especifica cuál– con una inversión de 1 millón 300 mil pesos.
Así, de acuerdo con sus declaraciones patrimoniales, concluyó su mandato presidencial con tres casas y tres terrenos. Tres de esas propiedades fueron compradas durante el sexenio.
De igual manera, en 1995 reportó un gasto de 300 mil pesos en menaje de casa, mientras que en 2006, su último año en la residencia oficial de Los Pinos, pagó 1 millón 819 mil 50 pesos por el mismo concepto.
Y si durante su gestión en Guanajuato compró una vaca, tenía un perro sharpei y un dálmata, cuatro avestruces, caballos y algunos borregos, en 2000, cuando ganó la Presidencia, reportó la adquisición de animales que no especifica por 1 millón 656 mil 600 pesos.
Cuando la revista Quién anunció: “Los Fox abren su rancho por primera vez”, en septiembre de 2007, dio cuenta de que poseía patos, venados, pavos reales, caballos y ganado vacuno, además de que ya era un próspero productor y exportador de brócoli, papa, lechuga y maíz.
Aunque estas posesiones no concuerdan con el salario de un presidente de la República, existen otras posibilidades de explicar el incremento de la riqueza de Vicente Fox. Por ejemplo, las declaraciones patrimoniales con las que cuenta la comisión legislativa muestran que como presidente dispuso antes de tiempo de su “seguro de separación individualizado”.
Cuando aún le faltaban cuatro años para concluir su mandato, en 2002, Fox hizo efectivo dicho seguro y recibió 1 millón 242 mil 365 pesos; en 2004 volvió a cobrarlo y recibió 2 millones 613 mil 180 pesos. Lo volvió a hacer en 2005, por 3 millones 405 mil 330 pesos, y en 2006 no dejó pasar el que por ley sí le correspondía, al cobrar 4 millones 160 mil 410 pesos. El presidente de la comisión considera que los cobros, indebidos y que implican un abuso de poder, suman 7 millones 260 mil 875 pesos del erario.
Otro rubro que analizan cuidadosamente los diputados de la comisión es el de las acciones que adquirió de 2001 a 2006, es decir, durante su mandato presidencial.
Fox reportó en 2001 la venta de títulos (sin especificar de cuál empresa) por 900 mil pesos e informó de la adquisición de otros por 1 millón 656 mil 600 pesos. En 2002 informó a la Secretaría de la Función Pública que compró acciones por 1 millón 970 mil 227 pesos.
En 2003 el entonces presidente vendió acciones por 2 millones 700 mil pesos y adquirió otras en 3 millones 205 mil pesos. Al siguiente año compró acciones por 796 mil 95 pesos, y en 2005 se hizo de un monto mayor: 2 millones y medio de pesos. Por último, en noviembre de 2006 adquirió 1 millón 68 mil pesos en acciones.
En las declaraciones que tiene la comisión no se incluye un desglose del tipo de acciones ni de las empresas en las que invirtió Fox.
Sus chambas
Los diputados de la comisión Fox han detectado que el ahora expresidente recibió durante su mandato cantidades millonarias y ajenas a su salario. El primer mes de su gobierno Vicente Fox reportó lo normal: su sueldo de 146 mil 266 pesos, más una inversión con rendimientos de 60 mil pesos. Pero después todo cambió. En su declaración patrimonial de 2002, referente a sus ingresos del año anterior, Fox reportó 671 mil 125 pesos por el concepto de “otros” ingresos, es decir, distintos al salario.
En su declaración de 2003 el concepto de “otros” se elevó a 1 millón 10 mil pesos, y en la de 2004 sumó a su salario –por 2 millones 103 mil 239 pesos– otros 2 millones 967 mil 296 pesos por “servicios profesionales”, además de 691 mil 328 pesos bajo el concepto de “otros”. En total, ganó más de 6 millones de pesos en 2003.
Su bonanza continuó. En 2005 reportó que ganó 2 millones 556 mil 282 pesos por salarios, y casi lo mismo por “otros”: 2 millones 274 mil 224 pesos. Así mismo, declaró 290 mil 539 pesos por “servicios profesionales”. La suma anual fue de 5 millones 298 mil pesos.
En 2006 Fox declaró que el período anterior su salario fue de 2 millones 661 mil pesos, más 493 mil 295 pesos por el concepto de “otros”.
Según se desprende de la declaración patrimonial que presentó en 2007, en el último año de su sexenio Fox dejó de atraer a quienes contrataban sus “servicios profesionales”, pues tanto este rubro como el de “otros” aparecen en ceros. Sus ingresos vuelven a ser únicamente por salarios y actividad financiera, como al inicio de su gestión.
El presidente de la comisión que lo investiga, el diputado Valencia de los Santos, considera que se tiene que analizar esta información y solicitar la opinión del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM para saber si implican violaciones al artículo 89 de la Constitución, el cual “no le otorga facultades al presidente para tener actividades distintas a la de gobernar”.
El presidente de la comisión recuerda que la Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos, en su artículo 49, fracción XI, indica que los funcionarios deben “abstenerse de desempeñar algún otro empleo, cargo o comisión oficial o particular que la ley le prohíba”.
Las herencias de Sahagún
La comisión también analiza el patrimonio de la cónyuge de Vicente Fox, Marta Sahagún. De acuerdo con la declaración patrimonial que ella rindió en 2001 por haber sido vocera de la Presidencia antes de casarse con su jefe, Sahagún manifestó que en 1999 heredó una casa en un terreno de 400 metros cuadrados y un local en un terreno de 350 metros. Además, reporta que compró un rancho de 100 mil 822 metros cuadrados en 1973.
Según ella, todos están en la ciudad de Celaya. Sin embargo, la comisión cuenta con un informe del Registro Público de la Propiedad y el Comercio de esa ciudad, fechado el 14 de abril de 2008, en el que se reporta que Marta Sahagún de Fox, Marta Sahagún de Bribiesca o Marta Sahagún Jiménez no posee inmueble alguno. La mujer que justificó su privilegiada situación con el argumento de que su familia “era y es acomodada” no tiene ninguna propiedad heredada, al menos no en Celaya, Guanajuato.
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