Nueva ofensiva de Israel contra el pueblo palestino
El Ejército israelí mata a seis palestinos en Gaza y Naplusa
Gara
En el norte de la franja de Gaza, tres civiles palestinos han muerto tras sufrir un ataque del Ejército israelí.
Testigos de lo ocurrido han relatado que al menos cuatro personas intentaban pasar a territorio israelí a través del paso de Erez, y que soldados israelíes les han descubierto y disparado.
Un portavoz del Ejército ha confirmado lo ocurrido y ha alegado que los palestinos intentaban pasar para llevar a cabo "actividades terroristas". Tres han muerto en el ataque aéreo y otro ha resultado herido, según testigos.
Por otro lado, tropas israelíes han efectuado una incursión en la ciudad cisjordana de Naplusa, donde han matado a tres supuestos milicianos de las Brigadas de los Mártires de Al Aksa. A uno de ellos lo han abatido tras irrumpir en su vivienda, en presencia de su mujer, que ha resultado herida, según el doctor Ghasan Hamdan, responsable del hospital de Naplusa. Los militares le dispararon tras arrestarle.
El Ejército israelí sostiene que entraron en la ciudad para arrestar a los sospechosos de tener relación con la muerte de un colono judío, el jueves pasado, por disparos de milicianos palestinos cuando viajaba por una carretera de Cisjordania.
Un año después
La guerra de David
Editorial de Peacereporter
Peacereporter
Traducido para Rebelión por Gorka Larrabeiti
El 27 de diciembre de 2008, el ejército israelí lanzó la operación “Plomo fundido” en la Franja de Gaza. Se trató de la intervención militar más dura desde las guerras del 48 y el 67 en los territorios ocupados. Durante 22 días de asedio murieron 1.400 palestinos. Entre ellos, 300 niños y 115 mujeres. En la incursión murieron 13 soldados israelíes. 4.000 casas fueron destruidas o dañadas. Cincuenta mil palestinos quedaron sin techo y entre el 35 y el 60 por ciento de las actividades económicas de Gaza sufrió daños irreversibles. Los dos sectores principales de las actividades económicas de Gaza, la pesca y la agricultura, resultaron severamente afectados por las múltiples consecuencias derivadas del cierre de las fronteras, la guerra y la imposibilidad de acceso por mar o tierra. Graves restricciones de tráfico siguen impidiendo a los palestinos echar sus redes o arar sus campos. Los campesinos y los pescadores siguen sometidos a continuos ataques de los militares israelíes. Por ello, a un año de distancia, no se ve fin a la guerra de los palestinos en Gaza. Sobre todo para los campesinos y pescadores. Durante Plomo Fundido arrancaron miles de limoneros, olivos y palmeras. Destruyeron sistemas de irrigación, pozos e invernaderos. Además, Israel impide que se introduzcan en la Franja fertilizantes y semillas. Una zona de interposición de cientos de metros se extiende desde la frontera con Israel hacia el interior de la Franja, limitando el acceso a las tierras cultivables. En 2000 había en Gaza 10.000 pescadores. Hoy, los 3.500 que han quedado no pueden superar las tres millas desde la costa. La guerra ha impuesto este límite, aunque en los acuerdos de Oslo (2005) fijaran el límite de 20 millas y el área de pesca se hubiera ido reduciendo sin respetar el acuerdo. Los pescadores tienen que desafiar dicho límite para llevar a casa lo necesario para la supervivencia. Las lanchas israelíes les obligan a regresar disparándoles agua a presión o más a menudo cañonazos. Decenas de pescadores han muerto así.
Fuente: http://it.peacereporter.net/articolo/19464/La+guerra+di+David
Un amplio archivo de los ataques israelíes sobre Gaza entre diciembre y enero de hace un año puede encontrarse en Rebelión:
http://www.rebelion.org/apartado.php?id=308
No comments:
Post a Comment