Encuentran cadáver
El cuerpo del periodista sinaloense José Luis Romero, levantado el 30 de diciembre junto con un ex militar por un grupo armado en la ciudad de Los Mochis, fue hallado dentro de una bolsa de plástico negra/ El cadáver del reportero del periódico el Zócalo de Saltillo presentaba signos de tortura y 5 balazos/ Fue asesinado un día después de su secuestro
CULIACÁN, Sinaloa, 16 de enero (SUN y AFP).- El cuerpo del periodista José Luis Romero, levantado junto con un ex militar por un grupo armado en la ciudad de Los Mochis, fue encontrado dentro de una bolsa de plástico negra cerca del ejido 5 de Mayo.
La tarde del 30 de diciembre, el reportero en temas de seguridad del noticiero Línea Directa, fue obligado a subir a una camioneta junto con el ex militar Eliu Lorenzo Patiño, en la colonia Jiquilpan 11, municipio de Ahome
La tarde del 30 de diciembre, el reportero en temas de seguridad del noticiero Línea Directa, fue obligado a subir a una camioneta junto con el ex militar Eliu Lorenzo Patiño, en la colonia Jiquilpan 11, municipio de Ahome
Romero es el segundo periodista que es asesinado en los 16 días que van del año, ya que la madrugada del 8 de enero, el cuerpo del reportero Valentín Valdés Espinosa, del periódico Zócalo de Saltillo, fue hallado torturado y con cinco balazos, frente a un motel de Saltillo.
El hallazgo del cadáver de Romero lo realizaron la noche del viernes agentes de la Procuraduría de Justicia del Estado, luego de un operativo de búsqueda por diversos poblados de Guasave, debido a la aparición de una manta que aseguraba que este estaba vivo.
Los datos del forense establecen que el reportero fue asesinado un día después de que fue levantado. Las pesquisas sobre el asesinato de Romero, cuyo cuerpo fue encontrado en estado de descomposición, revelan que fue torturado, sepultado en forma clandestina y luego exhumado.
El subprocurador de Justicia estatal, Rolando Bon López, dijo que a las dos de la mañana, a un costado de la carretera Los Mochis-El Fuerte, en la sindicatura de San Blas, fue localizado el cadáver. Según las autoridades, al reportero de radio lo mataron de tres balazos, dos de ellos en la cabeza, 24 horas después de haber sido secuestrado. Los rastros de tierra en sus ropas hacen presumir que su cadáver, el cual presenta lesiones en muñecas y fémur, primero fue sepultado de forma clandestina en la zona y luego exhumado para ser colocado dentro de una bolsa de plástico y abandonado a la orilla de carretera, en la sindicatura de San Blas, municipio del Fuerte.
Sobre el ex militar levantado junto con el reportero aún no se tiene ningún dato sobre su paradero. Bon López afirmó que se analiza el contenido de la manta que apareció el viernes pasado sobre la zona conocida como “El Trébol”, en la salida sur de Los Mochis.
La parte medular del mensaje ubicaba a Guasave como el lugar donde estaba vivo José Luis.
La aparición de este mensaje originó una movilización del Ejército para revisar diversas comunidades rurales y viviendas de Guasave. Por las características del homicidio, es factible que la Procuraduría General e la República (PGR) atraiga el caso, ya que al conocer la desaparición abrió una averiguación previa paralela a la local. Este es el segundo periodista sinaloense asesinado en los últimos cinco años, el primero fue Gregorio Rodríguez Hernández, ejecutado frente a su esposa e hijos la noche de 28 de noviembre de 2004, en el municipio de Escuinapa.
Sobre este homicidio, las autoridades establecen que existe un proceso penal instaurado contra cuatro probables responsables, entre ellos, el ex director de la Policía Municipal de Escuinapa, Abel Enríquez Zavala, los cuales se encuentran recluidos. Por su parte, la Asociación de Periodistas Paseo del Centenario, del sur de Sinaloa, con sede en Mazatlán, condena el asesinato del compañero reportero José Luis Romero.
En voz de su líder, manifestaron los periodistas que la lucha que se está dando en el país es violenta y no por eso menos dolorosa, y deja entre el gremio periodístico una gran indignación. Consciente del cada vez más elevado riesgo que se tiene para dar cobertura a la nota periodística, sobre todo la nota roja en este estado, demandamos que este crimen no quede impune y con el paso del tiempo pase a formar parte del archivo muerto de las autoridades encargadas de la procuración de justicia. Si bien la iniciativa presentada en el Senado para los periodistas de alto riesgo es un avance, es necesario que también, desde el Congreso, se legisle para que a los deudos de los periodistas que mueren en cumplimiento de su labor informativa, se les indemnice por parte del Estado, que como primicia debería garantizar la seguridad en un ejercicio fundamental para la sociedad y no lo está haciendo.
Los integrantes de la Asociación se solidarizan con la familia del compañero, cuyo único delito fue mantener informados a los radioescuchas de todo el estado del acontecer diario. Ya basta de palabras y discursos de que se está investigando, se requieren hechos para terminar con la crisis de inseguridad, que a todos afecta.
Así, el cuerpo de un periodista secuestrado en diciembre fue encontrado la madrugada del sábado con las dos manos fracturadas, en una carretera del estado de Sinaloa, norte de México, informó la fiscalía estatal en un comunicado.
El cadáver de José Luis Romero fue encontrado a la orilla de una carretera, “en el interior de una bolsa, amarrado de las manos”, indicó la dependencia.
El cadáver de Romero tenía “tres fracturas, dos en ambas manos y la restante en el fémur izquierdo”, además de tres heridas de bala, añadió la fiscalía tras especificar que el periodista fue asesinado hace 15 días.
Perfil del reportero
Por más de 22 años, José Luis Romero, ejerció la actividad periodística, ya que en 1987, en su ciudad natal de los Mochis, se incorporó a los noticieros radiofónicos de la empresa Impulsora de Radio de los Mochis, conducidos por el periodista, Juan Pablo Espinoza Rubio. Más tarde pasó a la estación de Radiosistema del Noroeste, en la misma ciudad, en donde en forma profesional, inició su carrera de comunicador que mantuvo por más de veinte años.
Hace cinco años, junto con un grupo de periodistas de varias ciudades de Sinaloa, creó el noticiero radiofónico de cobertura estatal, denominado Línea Directa. Tenía asignada la tarea de reseñar, en tres o cuatro emisiones diarias, todo lo relativo a la seguridad pública del municipio de Ahome. Gracias a sus coberturas informativas, le ameritó que a lo largo de sus más de veinte años actividad profesional, fuera nominado en la ciudad de los Mochis, como el mejor reportero en radio. Una de sus crónicas en vivo, relativas a un asalto bancario, escenificado en 1988, en su ciudad natal, en la que los delincuentes mantuvieron por varias horas detenidos a cajeras y clientes, fue enlazada por Radio Caracol, de Colombia
El subprocurador de Justicia estatal, Rolando Bon López, dijo que a las dos de la mañana, a un costado de la carretera Los Mochis-El Fuerte, en la sindicatura de San Blas, fue localizado el cadáver. Según las autoridades, al reportero de radio lo mataron de tres balazos, dos de ellos en la cabeza, 24 horas después de haber sido secuestrado. Los rastros de tierra en sus ropas hacen presumir que su cadáver, el cual presenta lesiones en muñecas y fémur, primero fue sepultado de forma clandestina en la zona y luego exhumado para ser colocado dentro de una bolsa de plástico y abandonado a la orilla de carretera, en la sindicatura de San Blas, municipio del Fuerte.
Sobre el ex militar levantado junto con el reportero aún no se tiene ningún dato sobre su paradero. Bon López afirmó que se analiza el contenido de la manta que apareció el viernes pasado sobre la zona conocida como “El Trébol”, en la salida sur de Los Mochis.
La parte medular del mensaje ubicaba a Guasave como el lugar donde estaba vivo José Luis.
La aparición de este mensaje originó una movilización del Ejército para revisar diversas comunidades rurales y viviendas de Guasave. Por las características del homicidio, es factible que la Procuraduría General e la República (PGR) atraiga el caso, ya que al conocer la desaparición abrió una averiguación previa paralela a la local. Este es el segundo periodista sinaloense asesinado en los últimos cinco años, el primero fue Gregorio Rodríguez Hernández, ejecutado frente a su esposa e hijos la noche de 28 de noviembre de 2004, en el municipio de Escuinapa.
Sobre este homicidio, las autoridades establecen que existe un proceso penal instaurado contra cuatro probables responsables, entre ellos, el ex director de la Policía Municipal de Escuinapa, Abel Enríquez Zavala, los cuales se encuentran recluidos. Por su parte, la Asociación de Periodistas Paseo del Centenario, del sur de Sinaloa, con sede en Mazatlán, condena el asesinato del compañero reportero José Luis Romero.
En voz de su líder, manifestaron los periodistas que la lucha que se está dando en el país es violenta y no por eso menos dolorosa, y deja entre el gremio periodístico una gran indignación. Consciente del cada vez más elevado riesgo que se tiene para dar cobertura a la nota periodística, sobre todo la nota roja en este estado, demandamos que este crimen no quede impune y con el paso del tiempo pase a formar parte del archivo muerto de las autoridades encargadas de la procuración de justicia. Si bien la iniciativa presentada en el Senado para los periodistas de alto riesgo es un avance, es necesario que también, desde el Congreso, se legisle para que a los deudos de los periodistas que mueren en cumplimiento de su labor informativa, se les indemnice por parte del Estado, que como primicia debería garantizar la seguridad en un ejercicio fundamental para la sociedad y no lo está haciendo.
Los integrantes de la Asociación se solidarizan con la familia del compañero, cuyo único delito fue mantener informados a los radioescuchas de todo el estado del acontecer diario. Ya basta de palabras y discursos de que se está investigando, se requieren hechos para terminar con la crisis de inseguridad, que a todos afecta.
Así, el cuerpo de un periodista secuestrado en diciembre fue encontrado la madrugada del sábado con las dos manos fracturadas, en una carretera del estado de Sinaloa, norte de México, informó la fiscalía estatal en un comunicado.
El cadáver de José Luis Romero fue encontrado a la orilla de una carretera, “en el interior de una bolsa, amarrado de las manos”, indicó la dependencia.
El cadáver de Romero tenía “tres fracturas, dos en ambas manos y la restante en el fémur izquierdo”, además de tres heridas de bala, añadió la fiscalía tras especificar que el periodista fue asesinado hace 15 días.
Perfil del reportero
Por más de 22 años, José Luis Romero, ejerció la actividad periodística, ya que en 1987, en su ciudad natal de los Mochis, se incorporó a los noticieros radiofónicos de la empresa Impulsora de Radio de los Mochis, conducidos por el periodista, Juan Pablo Espinoza Rubio. Más tarde pasó a la estación de Radiosistema del Noroeste, en la misma ciudad, en donde en forma profesional, inició su carrera de comunicador que mantuvo por más de veinte años.
Hace cinco años, junto con un grupo de periodistas de varias ciudades de Sinaloa, creó el noticiero radiofónico de cobertura estatal, denominado Línea Directa. Tenía asignada la tarea de reseñar, en tres o cuatro emisiones diarias, todo lo relativo a la seguridad pública del municipio de Ahome. Gracias a sus coberturas informativas, le ameritó que a lo largo de sus más de veinte años actividad profesional, fuera nominado en la ciudad de los Mochis, como el mejor reportero en radio. Una de sus crónicas en vivo, relativas a un asalto bancario, escenificado en 1988, en su ciudad natal, en la que los delincuentes mantuvieron por varias horas detenidos a cajeras y clientes, fue enlazada por Radio Caracol, de Colombia
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