DESARROLLAN EN LA UNAM, SISTEMA DE AIRE ACONDICIONADO SOLAR
• Adecuado para las condiciones climatológicas de insolación, temperatura y humedad de la mayor parte del territorio nacional
• Presenta importantes innovaciones, como prescindir para su funcionamiento “torres de enfriamiento”, señaló Wilfrido Rivera Gómez-Franco, jefe del Departamento de Sistemas Energéticos del CIE
Científicos del Centro de Investigación en Energía (CIE) de la UNAM, con sede en Temixco, Morelos, desarrollan un sistema de aire acondicionado solar, adecuado para las circunstancias climatológicas de insolación, temperaturas y humedad en la mayor parte del territorio nacional.
Wilfrido Rivera Gómez-Franco, jefe del Departamento de Sistemas Energéticos del Centro, expuso que si bien ya existen máquinas de enfriamiento en países desarrollados, como Alemania o Japón, “las nuestras son diseñadas para las condiciones climatológicas específicas de México”.
Además, el dispositivo de los universitarios presenta importantes innovaciones, en proceso de patente; entre ellas, que no necesita las llamadas “torres de enfriamiento” para funcionar.
Para “producir” frío, un sistema de refrigeración extrae el calor de un lugar a baja temperatura y lo descarga en otro a mayor temperatura. El calor liberado se disipa al medio ambiente mediante el uso de “torres de enfriamiento”, por donde circula agua tibia a una humedad elevada, condición ideal para el desarrollo de bacterias como Legionella.
Por ello, algunos de los equipos que se han instalado en Europa han visto limitado su uso en aeropuertos y hospitales, entre otros espacios, explicó el experto.
En contraste, el desarrollado por Roberto Best, Octavio García, Víctor Gómez, y el propio jefe del Departamento, Rivera Gómez-Franco, es un sistema enfriado por aire, que no presenta el problema de ese cultivo.
La Coordinación de Refrigeración y Bombas de Calor del CIE se ha preocupado, desde hace más de dos décadas, por desarrollar técnicas de enfriamiento usando energía solar, un recurso ilimitado en la mayor parte de la República Mexicana.
Aquí se pueden alcanzar insolaciones máximas de hasta mil watts por metro cuadrado, por periodos de hasta cuatro horas al día, de acuerdo con la época estacional. En otros países, la insolación puede llegar a ser la mitad de la recibida en el territorio nacional, por lo que México tiene un gran potencial para el desarrollo de sistemas de enfriamiento que utilizan energía solar.
Rivera comentó que en décadas pasadas no se daba mucha importancia al gasto de energía porque era menos costosa, sin embargo, desde hace varios años, con el creciente aumento de las tarifas eléctricas, se ha vuelto un problema complejo, como es el hecho que el uso de aire acondicionado en el norte del país, es un servicio indispensable y que representa un alto costo para la población.
A esa situación se suma que, en general, se incrementan las temperaturas debido al calentamiento global. Cada primavera y verano, los días se vuelven más calurosos y, en consecuencia, se requiere una climatización que asegure un ambiente confortable para realizar actividades.
Tecnología basada en el Sol
El sistema de aire acondicionado solar que se desarrolla en el CIE consta de dos subsistemas: el campo de colectores solares y la máquina de enfriamiento.
Los convencionales usan un compresor mecánico, que es el gran consumidor de electricidad; éste trabaja con un refrigerante que lo hace circular de una zona de baja presión en el evaporador, donde se produce el frío, a una de alta presión, donde se disipa el calor en el condensador.
En cambio, el aire acondicionado del CIE funciona por un principio llamado de absorción, donde el compresor es sustituido por dos componentes: un absorbedor y un generador, que opera exclusivamente con calor producido por el Sol, no con electricidad. Además, cuenta con el condensador y el evaporador, donde se produce el frío.
Aunque las dimensiones no son todavía las deseables, prosiguió el investigador, se trabaja con buenos resultados para hacerlo más compacto y económico.
El sistema tendría, por lo menos, una vida útil de 15 años, con una ventaja adicional: por no tener partes móviles, prácticamente no requiere mantenimiento. “Lo único que se necesita es conservar limpio el campo de colectores para captar mejor la radiación solar”.
Algunos resultados obtenidos de la investigación han sido publicados por los integrantes de la Coordinación de Refrigeración y Bombas de Calor en revistas internacionales de elevado impacto, como International Journal of Heat and Mass Transfer, International Journal of Refrigeration, y Solar Energy.
http://www.dgcs.unam.mx/boletin/bdboletin/2010_439.html
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