El Niño, La Niña y el clima


Juan José Morales
Impacto Ambiental

Cada vez que hay una sucesión de días extremadamente calurosos, se escuchan los habituales comentarios en el sentido de que nunca había habido tanto calor, y empiezan a aparecer noticias del tipo de en tal o cual ciudad se registró la temperatura más alta de su historia. Y, por supuesto, casi automáticamente se atribuye el bochorno al calentamiento global.
La realidad, desde luego, es que una onda cálida no significa necesariamente una tendencia a largo plazo, de igual modo que un invierno particularmente severo, como el que ahora sufre gran parte de Sudamérica —donde las estaciones son a la inversa que en el hemisferio norte—, no implica que el mundo haya comenzado a enfriarse. Pero sí parece que este año han comenzado a superarse marcas —o romperse records, como se diría en mal español— en cuanto a altas temperaturas. Según el meteorólogo norteamericano Jeff Masters, en nueve países se han registrado este año temperaturas máximas sin precedentes. En Pakistán, por ejemplo, el 26 de mayo se registraron unos increíbles 53.5 grados, y el 11 de julio en Rusia 44 grados. Dicho sea de paso, la onda cálida es tan severa en la mayor parte de Rusia —en Moscú el termómetro alcanzó niveles nunca vistos en 130 años—, que la gente acude en masa a lagos, ríos, piscinas y mares tratando de refrescarse, y la masiva afluencia ocasionó que 1,200 personas murieron ahogadas en el transcurso de un mes.
También, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), tanto la temperatura media del océano como la de los continentes han sido este año, en marzo, superiores a la media. En el caso de las aguas marinas, su temperatura superficial fue la más alta nunca registrada en ese mes y estuvo 0.56 grados por arriba del promedio del siglo XX. La temperatura de los continentes también fue superior en 1.36 grados al promedio del siglo pasado.
Asimismo, los registros de la OMM indican que en marzo, al finalizar el invierno, la capa de hielo del Artico abarcaba sólo 15.1 millones de kilómetros cuadrados. Es decir, 4.1 % menos que el promedio de 1979-2000. Con este son ya 17 años consecutivos en los que la capa helada ártica tiene menor extensión que el promedio, lo cual puede atribuirse al calentamiento global.
Pero los propios registros de la OMM indican que si bien en general ha habido en el mundo temperaturas más cálidas que lo usual, especialmente en el norte de Africa, el sureste de Asia y Canadá, en no pocos lugares las temperaturas han estado por debajo de lo acostumbrado. Por ejemplo, en Europa occidental, el norte de Australia, el oriente de Rusia y México. No puede, pues, hablarse de que en todas partes imperen temperaturas desusadamente elevadas.
Por lo demás, algunos expertos consideran que si bien en algunos lugares habrá ondas cálidas, en general 2010 no será un año especialmente caluroso, por dos razones: en primer lugar, porque el Sol se encuentra en una fase de baja actividad de su ciclo de once años y está irradiando menos energía. En segundo término, porque ya ha comenzado el fenómeno conocido como La Niña, que es opuesto al de El Niño. Mientras este último consiste en una gran acumulación de agua cálida en el este del Pacífico, frente a las costas de Sudamérica —lo cual contribuye a que las temperaturas sean más altas en una amplia región del mundo—, en La Niña, la temperatura del mar en esa zona disminuye y, por tanto, es menor su aporte de energía térmica a la atmósfera.
Pero en cuestión de pronósticos climatológicos, las cosas no siempre resultan como se espera o como se anuncia. Por ejemplo, ahora que en México tenemos las presas a reventar, que los habitantes del noreste del país aún no se reponen del desastre causado por las inundaciones que dejó a su paso el huracán “Alex” y que en Tabasco y Chiapas los ríos amenazan salirse de cauce —aunque aún nos quedan por delante varios meses de la temporada de lluvias—, hay que recordar que apenas en noviembre del año pasado, el Secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Juan Rafael Elvira Quesada, advirtió que en 2010 tendríamos graves sequías en el país como resultado de El Niño.

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