Manuel E. Yepe
Un viejo compañero me hizo llegar el texto de una ingeniosa carta de un amigo suyo estadounidense a otro, residente en Alaska, de la que citaré algunos párrafos, omitiendo los nombres porque no me consta el permiso del autor y el destinatario originales.
"¼ Te había entendido que te habías inscrito en el Partido Independiente. Revisando mis correos veo mi error¼ Eres aspirante a un cargo en un partido cuya plataforma es la posible secesión de Alaska de los EUA. Esto lo cambia todo. Las posibilidades son punto menos que asombrosas. El objetivo primario de los gángsters del petróleo que gobiernan en los EUA e intimidan a la mayor parte del resto del mundo es elevar los precios del petróleo y mantenerlos altos. Desestabilizar las regiones que son las mayores productoras de petróleo a cualquier costo ha demostrado ser un medio muy efectivo para este propósito.
"¡Piénsalo! ¿Cuánto no pagarían o te dejarían ganar estos gángsters por desestabilizar la mayor zona productora de petróleo de los Estados Unidos, con las mayores reservas de los Estados Unidos y quizás del mundo? Estarían fácilmente apuntando hacia un precio para el barril de petróleo de 250 dólares a 300 dólares.
"Todo lo que se necesita para ganar elecciones es dinero. Los billetes compran todo, desde votantes hasta la gente que cuenta los votos. ¿Dónde podrías obtener tanto dinero? En el mismo lugar de donde lo consiguen los buenos amigos del petróleo. De la gente que saca el dinero grueso que da el petróleo.
"El gobierno (estadounidense), les brindaría secreto apoyo. Aunque públicamente tendrá que presentarlos como ‘chicos malos’, se contendrá de adjudicarles la ‘etiqueta de terroristas’, al menos hasta que sus objetivos financieros sean alcanzados. A diferencia de la administración actual, ustedes tendrían que cuidarse y ser discretos en sus relaciones con países extranjeros¼
"Seguramente el actual gobierno de los Estados Unidos dispone de unos cuantos especialistas en el ocultamiento de los rastros del dinero y podrán realizarles préstamos secretos de fondos para una causa tan noble como esta¼
"Eventualmente, Estados Unidos les invadirá, como a todo el mundo. No hay manera de evitar esto. Estados Unidos presionará para que el proceso de independencia-desestabilización dure todo el tiempo que sea necesario, mientras existan algunos centavos que ganar en el precio del petróleo.
"Si ustedes intentaran abandonar la lucha por la independencia antes de lo que convenga a Estados Unidos, comenzarán a tener accidentes fatales sus líderes o simplemente serán asesinados hasta lograr que ustedes corrijan tan inconsecuente actitud.
"El dinero tiene que ser la motivación única de ustedes, ¿por qué ser diferentes del resto del mundo? Y será agradable poder disfrutar del producto de haber ayudado a los cárteles del Petróleo y los Grandes Negocios a joder al resto del mundo hasta la muerte..."
Triste ha de ser la suerte de los habitantes de una nación en cuyo subsuelo yacen fabulosas riquezas que nadie espera que sirvan para compensar a sus habitantes por la hostilidad de su naturaleza, dada la insaciable ambición engendrada por el sistema capitalista en la especie humana.
Poco después de concluida la guerra de secesión entre el Norte triunfante y el Sur derrotado, tras la reconstrucción, se desató en Estados Unidos la expansión extraterritorial, con la compra a los zares de Rusia en 1867 de Alaska, apenas un pedazo de hielo.
Pero con anterioridad, así como posteriormente, el movimiento independentista ha estado presente no solo en territorios poblados por pueblos o etnias claramente diferentes de las que prevalecen en la Unión Norteamericana, como Puerto Rico, Hawai y otras islas más pequeñas del Pacífico y el Caribe, sino también en varios grandes estados de la Unión como Texas, California y Nueva York.
En el bucólico escenario del estado de Vermont, ha existido siempre un alto grado de apoyo a la idea de la separación de los Estados Unidos. Uno de los padres fundadores de Vermont, Ethan Allen, fue el líder de la guerrilla que luchó con sus "Chicos de las Montañas Verdes" en la guerra por la independencia del territorio y por el establecimiento de la República de Vermont que duró de 1777 al 1791. "US out of VT" (EE.UU. fuera de Vermont) es el lema que hoy exhiben en sus camisetas —las más vendidas en las tiendas de ese estado— los integrantes de un pujante movimiento local que aboga por el derecho a la secesión de ese país.
Estados Unidos debía cuidarse —no solo por respeto al derecho internacional, sino en aras de su integridad propia como nación—, de emprender o respaldar acciones contra la unidad territorial de otros miembros de la comunidad internacional de la manera que tantas veces lo ha hecho y como actualmente manipula el caso de Bolivia.
Y en sus planes cercanos al arco polar, sería recomendable que tuviera en cuenta los derechos históricos de sus primeros pobladores, para no despertar al duende dormido en las nieves.
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