Tuesday, December 23, 2008


Onésimo Cepeda, tras la impunidad divina


RODRIGO VERA


Este texto está publicado en el número 1677 de la revista Proceso, que ya está en circulación.



El obispo Onésimo Cepeda nos tiene acostumbrados a los escándalos. Pero el más reciente episodio de este tipo -su intento por cobrar un "préstamo" por 130 millones de dólares que, supuestamente, le hizo a una integrante, ya fallecida, de la familia Azcárraga- lo tiene a la puerta de un tribunal. A menos que, según los abogados que denunciaron al frívolo obispo de Ecatepec por presunto fraude procesal, disponga de influencia divina, que la Iglesia lo proteja o que él mismo utilice sus influencias políticas y empresariales para quedar impune...

Rodrigo Vera

A principios de octubre, el obispo de Ecatepec, Onésimo Cepeda, recibió en sus oficinas de la Catedral Metropolitana a los abogados Xavier Olea Peláez y Arsenio Farell Campa, quienes le preguntaron de dónde había sacado los 130 millones de dólares que, según el obispo, le prestó a la señora Olga Azcárraga Madero.

"Ese dinero salió de los padres pobres de Ecatepec", les contestó el prelado, desdeñoso.

Los abogados no le creyeron. Más aún, le advirtieron al obispo que podrían iniciar un juicio en su contra porque suponían que ese préstamo multimillonario jamás se dio.

"Pues inicien el juicio. ¡Inícienlo!", desafió Onésimo.

Olea y Farell salieron de la reunión sin haber conseguido ningún acuerdo, como pretendían. Y, en efecto, el 15 de octubre denunciaron al prelado ante la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) por presunto "fraude procesal", pues, afirman, simuló el cuantioso préstamo con la intención de apoderarse de la valiosa colección pictórica que dejó la ya fallecida señora Azcárraga.

Días después, Olea y Farell intentaron que el Vaticano mediara para atemperar el pleito, por lo que le pidieron una cita al nuncio apostólico en México, Christopher Pierre. Sin embargo, el representante del Papa se negó a recibirlos.

En su despacho, Xavier Olea cuenta decepcionado:

"A principios de octubre, Arsenio Farell y yo fuimos a Ecatepec a hablar con Onésimo Cepeda. Fue un gesto de nuestra parte para no iniciar el juicio. Él nos dijo: '¡Inícienlo!, ¡inícienlo!'. Luego nos explicó: 'Ese dinero es de los padres pobres de Ecatepec. Yo no tengo nada'."

-¿No les dio más detalles?

-¡Nada! Nos dimos cuenta de que el obispo es una persona muy soberbia. Tuvimos que denunciarlo por fraude procesal, pues no creemos que tenga tanto dinero como para hacer un préstamo de 130 millones de dólares. En fin, eso ya tendrá que explicarlo ante el Ministerio Público.

"El obispo asegura que ese préstamo lo hizo en efectivo. De ser así, tuvo que entregar un gran volumen de pacas de billetes de dólares, que no hubiera cabido en este despacho."

El único antecedente similar en México es el del presunto narcotraficante chino naturalizado mexicano Zhenli Ye Gon, a quien se le encontraron 207 millones de dólares en efectivo, en su mayor parte billetes de 100 dólares que atiborraban muros, armarios y maletas. Fue el mayor decomiso en efectivo en la historia mundial de las operaciones contra el narcotráfico. Los 130 millones de dólares del obispo de Ecatepec equivalen a más de la mitad de lo que tenía Zhenli Ye Gon.

Olea se rasca la barbilla y murmura intrigado:

"Aquí puede haber la existencia de otro delito... pero no me quiero adelantar... no quiero adelantarme."

-¿En qué otro ilícito podría estar metido Onésimo Cepeda?

-En la operación con recursos de procedencia ilícita... lavado de dinero... pudiera ser.

El "cártel de la Iglesia"

La versión del obispo de que prestó los 130 millones de dólares, nada menos que a una integrante de la acaudalada familia Azcárraga, orilló a los abogados a acudir a la nunciatura. Buscaban con ello la intervención del Vaticano en el caso.

Olea relata:

"Yo mismo hablé con el nuncio Christopher Pierre. Por teléfono le solicité una audiencia. Pero me dijo categóricamente que de ninguna manera nos iba a recibir. ¿Qué quiere decir esto? Que evidentemente aquí hay una mafia que protege a Onésimo: el cártel de la Iglesia."

Según el obispo, él prestó a Olga Azcárraga los 130 millones de dólares el 28 de abril de 2003, como consta en un pagaré firmado en esa fecha. Ahí se señala que el préstamo quedaría sujeto a una tasa de interés de 0.50%, el cual se duplicaría si el crédito no se pagara a tiempo.

Dice textualmente el pagaré:

"Pagaré. Bueno por US$130.000,000.00 dólares.

"Por este pagaré valor recibido, en efectivo, la señora Olga Azcárraga Madero de Robles León, en representación de la empresa Arthinia Internacional, S.A., y, en lo personal, en su carácter de avalista de la misma, promete pagar incondicionalmente a la orden del señor Onésimo Cepeda Silva, en esta plaza, la suma principal de US$130.000,000.00 Dólares (Ciento treinta millones de dólares 00/100 Moneda de los Estados Unidos de América) el día primero de julio de 2008."

En el documento se indica que este monto "causará intereses ordinarios" sobre saldos insolutos "a la tasa del .50%" mensual hasta su vencimiento, y agrega que de "no verificarse el pago de la cantidad que este pagaré expresa el día de su vencimiento, dará lugar a que se paguen intereses moratorios sobre la suma principal vencida y no pagada a una tasa mensual de 1% (uno por ciento) por todo el tiempo que esté insoluto, sin perjuicio al cobro, más los gastos que por ellos se originen".

La firma de "Olga A. de Roblesleón" aparece al pie del pagaré.

Al reverso del documento se hace constar que, el 23 de junio de 2008, Onésimo Cepeda endosa el pagaré "en propiedad" a Jaime Matute Labrador. Y aparece la firma del obispo.

A su vez, Matute Labrador, ya con el pagaré en sus manos, inició, el pasado 9 de septiembre, un juicio ejecutivo mercantil mediante el que intenta adueñarse de los bienes que pertenecieron a la señora Azcárraga, para cobrarse la multimillonaria deuda que el obispo le transfirió.

¿De dónde sacó Onésimo Cepeda los 130 millones de dólares? ¿De las arcas de la Iglesia, como él señala? ¿Son acaso recursos ilícitos? ¿Cómo fue que después hizo esa transferencia a favor de Matute Labrador? ¿A cambio de qué? ¿Le vendió o le donó el dominio del pagaré? ¿O todo es un fraude montado por el obispo y Matute? ¿Fue un préstamo simulado? Son éstas algunas incógnitas que deberán despejarse en los tribunales.

Lo cierto es que Olga Azcárraga, fallecida en noviembre de 2003, poco después del supuesto préstamo, tenía una valiosísima colección pictórica cuyos derechos de posesión ahora son de Arthinia Internacional, empresa en la que ella fungía como presidenta y directora. Matute Labrador fue por un tiempo director de la compañía, cargo del que se le destituyó en enero de 2003.

La señora Olga era hermana de Rogerio Azcárraga Madero, presidente de Grupo Fórmula, que abarca Radio Fórmula y Tele Fórmula. Y fue tía del actual presidente de Televisa, Emilio Azcárraga Jean. Su esposo era Ernesto Robles León, director de la empresa Bacardí durante muchos años.

La rica dama adquirió obras de los más cotizados pintores extranjeros: Francisco de Goya, Pablo Picasso, Salvador Dalí, Marc Chagall, Amedeo Modigliani, Oskar Kokoschka...

Tampoco faltan en su colección cuadros de renombrados pintores mexicanos, que pueden considerarse patrimonio nacional: Naturaleza, de Diego Rivera; Tunas, de Frida Kahlo; Mujer caminando, del oaxaqueño Rufino Tamayo; El baile, de Francisco Goitia... y cuadros de Leonora Carrington y José Clemente Orozco, entre otros.

Hoy Matute intenta apoderarse de esta colección, valiéndose del pagaré del obispo, quien fue confesor de la devota señora.

Abogado de Arthinia Internacional, a nombre de la cual demandó a Matute y al obispo, Xavier Olea comenta: "Hay muchísima obra cara. En total, son 42 piezas".

-¿Valdrán los 130 millones de dólares?

-¡Calcúlele! Tan sólo un Modigliani se valuó en 25 millones de libras esterlinas. Aparte están los Dalís, los Orozcos, los Tamayos...

-¿El dinero del supuesto préstamo ingresó a alguna cuenta de la señora Olga?

-Ese dinero jamás entró a las arcas personales de Olga Azcárraga, y menos a las arcas de Arthinia Internacional, una empresa que se constituyó en Panamá en 1976 y cuyo único activo son los cuadros. Es decir, Arthinia nunca ha hecho una transacción mercantil de ningún tipo.

Maquinaciones

Para el abogado, lo más probable es que el obispo y Matute hayan planeado meticulosamente el "fraude", para lo cual, dice, pudieron haber abusado de la confianza que les tenía la señora Olga, quien les firmaba documentos en blanco.

Explica:

"Olga Azcárraga era una señora mayor de edad entregada a la Iglesia. Solía hacer aportaciones monetarias para las escuelas y las iglesias. El obispo Onésimo Cepeda era su amigo y confesor, lo mismo que el cardenal Norberto Rivera. Acostumbraba doña Olga firmarle documentos en blanco al obispo y a Jaime Matute, quien era su sobrino político.

"De acuerdo con pruebas periciales en grafoscopia y documentoscopia, comprobamos que, en efecto, la firma que aparece en el pagaré es de la señora Olga. Pero es muy anterior al mecanografiado del documento. De manera que fue una hoja que ella firmó en blanco y luego se llenó.

"Seguramente, Matute llena el pagaré y se lo lleva a Onésimo para que se lo endose en propiedad. La pregunta es: ¿cuánto le dio Matute al obispo para que le endosara el documento?, pues tuvo que haber una contraprestación. Pero finalmente la conducta de ambos es delictiva, y está tipificada como punible en el Código Penal para el Distrito Federal."

-¿Hay entonces una relación muy estrecha entre Matute y Onésimo?

-Hay una estrecha amistad entre ellos. Puedo afirmar que son muy amigos. Tal vez Matute era el conducto de doña Olga para entregarle ciertas dádivas y limosnas al obispo.

En la denuncia presentada ante la procuraduría capitalina se afirma que "jamás existió la entrega del dinero que supuestamente entregó en efectivo... don Onésimo Cepeda Silva", por lo que existe un "fraude procesal", puesto que en el "pagaré" se señala algo que "en realidad no aconteció".

De 35 páginas, la denuncia se apoya en el artículo 310 del Código Penal para el Distrito Federal, el cual estipula: "Al que para obtener un beneficio indebido para sí o para otro, simule un acto jurídico... o altere elementos de prueba... si el beneficio es de carácter económico, se impondrán las penas previstas para el delito de fraude".

Agrega la denuncia que también hay "delito de falsificación", ya que "el documento basal de la acción directa fue evidentemente alterado".

Además señala que Onésimo Cepeda -por ser un ministro de la Iglesia- está "impedido legalmente" para celebrar actos mercantiles con "fines de lucro", de acuerdo con la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público.

Y transcribe textualmente los artículos de dicha ley -5, 8, 9 y 12- relativos a esa prohibición. El 8 dice claramente que "las asociaciones religiosas deberán... abstenerse de perseguir fines de lucro o preponderantemente económicos".

Con el membrete de Olea & Olea Abogados, la denuncia fue presentada por Raúl Fernández Arche Cano, actual apoderado legal de Arthinia Internacional, quien "estima la procedencia de ejercitar la acción penal en contra de los presuntos responsables".

El abogado Olea da una fumada a su cigarrillo y comenta:

"Actualmente se está integrando la averiguación previa. En calidad de indiciados, Matute y Onésimo serán llamados a declarar. Todavía no sabemos quiénes son los abogados del obispo. Pero éste ya anda diciendo que su amigo Carlos Slim, el hombre más rico del mundo, será quien le pague a sus abogados.

"Esperemos que Onésimo no logre escapar nuevamente de la ley debido a sus relaciones de alto nivel. Sabemos, por ejemplo, que es amigo del procurador general de la República, y que lleva muy buena relación con los mochos de la Secretaría de Gobernación. El mismo cardenal Norberto Rivera, con una llamada telefónica, puede abogar por él. En fin, se pueden conjugar una serie de presiones políticas. Ya veremos si este gobierno de católicos puede sancionar a un obispo."

Olea hace mención de anteriores denuncias y quejas contra Onésimo Cepeda de las que ha salido librado. Por ejemplo, en las campañas presidenciales de 2000, al polémico obispo se le acusó de realizar proselitismo político a favor del candidato priista Francisco Labastida. Del entonces candidato panista, Vicente Fox, Onésimo decía que lo único que le faltaba para ser burro eran las orejas.

La inconformidad llegó a tal grado que un grupo de integrantes del PAN viajó entonces a Roma para quejarse de él ante la Sagrada Congregación de los Obispos, donde ya se tenía un voluminoso expediente del prelado, quien luego se congració con Fox y su esposa Marta Sahagún, pues Fox fue el candidato ganador.

En las campañas presidenciales para la elección de 2006, nuevamente Onésimo levantó polémica, pues descalificó al candidato de la Alianza por el Bien de Todos, Andrés Manuel López Obrador, al señalar que los otros dos fuertes aspirantes -Felipe Calderón y Roberto Madrazo- sí eran "candidatos de altura". Además, el obispo calificó como una "estupidez" algunas observaciones de López Obrador sobre el Instituto Federal Electoral.

En respuesta a las declaraciones del prelado, el entonces dirigente nacional del Partido de la Revolución Democrática, Leonel Cota Montaño, lo tachó de "reaccionario" y "mercader de la religión y la política". Después, el PRD denunció al obispo por su injerencia en política, y éste a su vez presentó una demanda civil contra ese partido por las críticas que le hizo Cota Montaño.

Por esas fechas, el cardenal Norberto Rivera Carrera, arzobispo primado de México, manifestó que la denuncia contra el obispo no prosperaría, pues "son sólo voladitas que se echan ahí para hacerse propaganda", y agregó que Onésimo seguiría su "ministerio episcopal, comiendo, bebiendo, jugando y hablando, por supuesto".

Y así fue: a Onésimo no se le sancionó. En cambio -apenas el pasado 19 de noviembre-, un tribunal condenó judicialmente al PRD a pagarle 100 mil pesos al obispo para resarcirle el "daño moral" que le ocasionaron las críticas de Cota Montaño.

Onésimo Cepeda fue corredor de bolsa con su amigo Carlos Slim. También fue torero, cantante de un grupo musical, golfista y tenista, comulgó con la corriente eclesiástica de la Teología de la Liberación, de la que luego renegó, y actualmente se mueve entre las élites políticas y empresariales del país. Está metido en el negocio taurino, pues es fanático de la fiesta brava. Es común verlo en las plazas de toros, con su puro y su boina española.

En una ocasión, se le preguntó cuál era su máxima meta. Y respondió: "Quiero ser santo".

Comenta Xavier Olea:

"Es cierto que, hace años, Onésimo fue socio de Carlos Slim. Es cierto que tiene amistades encumbradas y poderosas. Pero aún así no creo que haya podido juntar 130 millones de dólares en efectivo para realizar un préstamo."

-¿Y acudirá usted a otras instancias eclesiásticas para denunciar a Onésimo?

-¡Para qué! No tiene ningún caso. Ya vimos la negativa que nos dio el nuncio Christopher Pierre. La Iglesia le da impunidad a Onésimo. Pero él también es un civil, de acuerdo a nuestra Constitución. De manera que ya veremos si un juez ordena su aprehensión. Por lo pronto, estamos en la etapa de la averiguación previa... Esto apenas empieza.

Hace poco más de un mes, la PGJDF le envió un citatorio al obispo para que se presentara a declarar, en calidad de "indiciado", el 13 de noviembre ante el Ministerio Público. Pero Onésimo no se presentó. "El obispo tiene su segundo citatorio para este 22 de diciembre. Esperamos que ahora sí se presente para que diga de dónde sacó los 130 millones de dólares", dice el abogado Olea.

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