Traducido para Rebelión por Marwan Perez |
Ken Livingstone trata sobre la religión, violencia y posibilidades de paz con el líder de Hamas, Khaled Meshal.
La clave para la paz en Oriente Próximo es la restauración del derecho internacional y el reconocimiento del derecho a vivir en paz y seguridad tanto de los palestinos como de los judíos israelíes. Como dice el presidente Obama, no hay proceso de paz actualmente. El Primer Ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, continúa ampliando los asentamientos ilegales en Cisjordania y Jerusalén Este, y mantiene un bloqueo casi completo en Gaza. Los palestinos lanzan ineficaces cohetes contra Israel, e Israel regularmente ataca los Territorios Palestinos con armas modernas.
Ningún gran conflicto puede resolverse sin hablar con el otro. Ese fue el caso de Sudáfrica, Irlanda y un sinfín de otras situaciones donde la gente dijo que nunca hablaría con sus oponentes. Yo fui vilipendiado en los años ochenta por decir que, para resolver el conflicto irlandés, había que hablar con Gerry Adams y con Martin McGuinness.
En Oriente Próximo, la paz sólo puede lograrse a través de la discusión entre los representantes elegidos de los israelíes y los palestinos, y eso significa con Hamas, que ganó por gran mayoría en las últimas elecciones parlamentarias palestinas, así como Fatah. Esto no quiere decir que esté de acuerdo con las opiniones de Hamas, Fatah o el gobierno de Israel. Lejos de ello, no lo estoy. Por ejemplo, creo que una serie de pasajes de la carta original de Hamas son inaceptables y deben ser repudiados. Muchos observadores creen que ésta es también la opinión de algunos de Hamas.
Sin embargo, para demasiada gente, Hamas como organización sigue siendo opaca. Lo que saben procede de una prensa hostil, y no tiene rostro. La mayoría pensaría que su líder es como un Osama Bin Laden. Sin embargo, partidarios de Al-Qaeda en Gaza son tan hostiles a Hamas que le han declarado la guerra.
Por estas razones, me pareció importante entrevistar al líder de facto de Hamas, Khaled Meshal, que vive en el exilio en Siria. No todos los temas están claros. Pero, al comienzo de cualquier proceso de paz, lo que más importa es el compromiso. El diálogo es necesario para llegar a la claridad y la comprensión mutuas. El Sinn Fein no respondió a todas las preguntas al principio ni tampoco Binyamin Netanyahu lo hace en la actualidad. Las respuestas de Meshal llegan en un momento de tensiones y amenazas de muerte renovadas, añadiendo el peligro permanente de asesinato no sólo por los israelíes, sino también por los grupos de Al-Qaeda en la región.
Espero que esta entrevista ayude para tomar el diálogo que se necesita, que creo es inevitable. Es simplemente una cuestión de cuánto sufrimiento habrá, en ambos lados, antes de llegar allí.
KL: ¿Podría explicar un poco sobre su infancia y las experiencias que dieron forma a su desarrollo para llegar a ser la persona que es hoy?
Khaled Meshal: Nací en la localidad cisjordana de Silwad, cerca de Ramallah en 1956. En mi ifancia, aprendí de mi padre, que participó en la revolución palestina contra el Mandato Británico en los años treinta y la forma en que luchó, junto a otros palestinos, con armas primitivas, contra las bandas sionistas bien equipadas y entrenadas que atacaban las aldeas palestinas en 1948.
Viví en Silwad durante 11 años, hasta la guerra de 1967, cuando junto con mi familia fuimos obligados, al igual que cientos de miles de palestinos, a abandonar nuestros hogares y establecernos en Jordania. Esa fue una experiencia impactante que nunca olvidaré.
KL: ¿Qué le pasó después de la guerra?
KM: Poco tiempo después, dejé Jordania y fui a Kuwait, donde mi padre ya había estado trabajando y viviendo desde antes de 1967. Después de completar mi educación primaria en 1970, me uní al Abdullah al-Salim prestigiosa Escuela Secundaria. En los años setenta, era un centro de actividad política e ideológica intensa.
Durante mi segundo año en la escuela al-Salim, me uní a la Hermandad Musulmana (Al-Ikhwan Al-Muslimun). Al terminar mi cuarto año, los buenos resultados me aseguraron la admisión en la Universidad de Kuwait, donde estudié la licenciatura de Física.
En la Universidad de Kuwait había una rama activa de la Unión General de Estudiantes Palestinos (GUPS), que había estado bajo el control absoluto del movimiento Fatah. Mis compañeros islamistas y yo, decidimos en 1977 unirnos a GUPS, que previamente habíamos rechazado y protestado por su elección de liderazgo. Sin embargo, trabajar desde dentro de GUPS resultó imposible, nos sentíamos constantemente obstaculizados, y nos dimos cuenta de que los islamistas nunca tendríamos una oportunidad. En 1980, dos años después, me gradué, mis colegas decidieron dejar GUPS y formar su propia asociación palestina en el campus.
Muchos de los estudiantes estaban desilusionados con los dirigentes palestinos, que parecían decididos a aceptar mucho menos que el sueño que habíamos creado, es decir, la liberación completa de Palestina y el retorno de todos los refugiados a sus hogares.
KL: ¿Cuál es la situación en Gaza actualmente?
KM: Gaza está bajo asedio. Los pasos están cerrados la mayor parte del tiempo y durante meses a las víctimas de la guerra israelí en Gaza se les ha negado el acceso a los materiales de construcción para reconstruir sus hogares destruidos. Escuelas, hospitales y hogares en muchas partes de la Franja de Gaza se encuentran en necesidad de reconstrucción. Decenas de miles de personas permanecen sin hogar. Al acercarse el invierno, las condiciones de estas víctimas sólo pueden empeorar con el frío y la lluvia. Un millón y medio de personas permanecen como rehenes en una de las mayores cárceles de la historia de la humanidad. No pueden viajar libremente fuera de la Franja, ya sea para tratamiento médico, educación u otras necesidades. Lo que tenemos en Gaza es un desastre y un crimen contra la humanidad perpetrados por los israelíes. La comunidad internacional, a través de su silencio y la indiferencia, es cómplice de este crimen.
KL: ¿Por qué cree que Israel sigue imponiendo el asedio a Gaza?
KM: Los israelíes afirman que el sitio es por razones de seguridad. La verdadera intención es presionar a Hamas mediante el castigo de toda la población. Las sanciones se pusieron en marcha poco después de que Hamas ganase las elecciones palestinas en enero de 2006. Aunque la seguridad es una de sus preocupaciones, no es la motivación principal. El objetivo principal es provocar un golpe de Estado contra los resultados de las elecciones democráticas que llevaron a Hamas al poder. Los israelíes y sus aliados tratan de imponer un fracaso a Hamas persiguiendo a la gente. Esta es una tarea horrible e inmoral. E la actualidad, el asedio continúa a pesar de que en los últimos seis meses tenemos un alto el fuego. El año pasado se pactó una tregua de junio a diciembre de 2008. Sin embargo, el sitio nunca e levantó y las sanciones siguen en vigor. El hundimiento de Hamas es el principal objetivo del asedio. Los israelíes esperan que la población de Gaza se vuelva contra Hamas, al aumentar el sufrimiento de toda la población en la Franja.
KL: ¿Cuántos partidarios de Hamas y representantes elegidos hay en las cárceles de Israel? ¿Han sido acusados y declarados culpables de crímenes?
KM: De un total de 12.000 prisioneros palestinos en cárceles israelíes, alrededor de 4.000 son miembros de Hamas. Estos incluyen a decenas de ministros y parlamentarios (los miembros del Consejo Legislativo Palestino). Alrededor de diez de ellos han sido recientemente liberados, pero alrededor de 40 miembros del PLC siguen detenidos. Algunos han sido condenados a penas, pero muchos se mantienen en lo que los israelíes llaman la detención administrativa. El único delito del que estas personas están acusadas es por su asociación con el grupo parlamentario de Hamas. El ejercicio de un derecho democrático es considerado un delito por parte de Israel.
Todos estos palestinos son llevados ante un sistema jurídico israelí que no tiene nada que ver con la justicia. El poder judicial israelí es un instrumento de la ocupación. En Israel hay dos sistemas de justicia: uno se aplica a los israelíes y otro a los palestinos. Se trata de un régimen de apartheid.
KL: ¿Qué papel, si alguno, juegan los demás Estados e instituciones, como EEUU, la UE, Gran Bretaña, Egipto, o la Autoridad Palestina, en el bloqueo de Gaza?
KM: El bloqueo de Gaza nunca se hubiera logrado si no hubiera sido por la complicidad de los poderes regionales e internacionales.
KL: ¿Cómo cree que puede levantar el bloqueo?
KM: Para que el bloqueo se levante, el imperio de la ley internacional debe ser respetado. Los derechos humanos básicos de los palestinos y su derecho a vivir con dignidad y libres de persecución, tendría que ser reconocido. Tiene que haber una voluntad internacional para servir a la justicia y defender los principios básicos de la ley de los Derechos Humanos Internacionales. La comunidad internacional tendría que liberarse de los grilletes de la presión israelí, decir la verdad y actuar en consecuencia.
KL: Israel afirma que el bombardeo y la invasión de Gaza el año pasado fue en respuesta a la ruptura del alto el fuego repetida por parte de Hamas y el lanzamiento de cohetes contra el sur de Israel. ¿Es este el caso?
KM: Los israelíes no están diciendo la verdad. Mantuvimos un acuerdo de tregua con Israel del 19 junio al 19 diciembre de 2008. Sin embargo, el bloqueo no se levantó. El acuerdo implicaba un alto el fuego bilateral, el levantamiento del asedio y la apertura de los pasos fronterizos. Estábamos respetando plenamente el alto el fuego, mientras que Israel sólo lo respetó parcialmente, y hacia el final de la legislatura reanudó las hostilidades. Durante ese período, Israel mantuvo el asedio y sólo de forma intermitente abrió algunos pasos, lo que permitió la entrada de no más del 10% de suministros básicos para la población de Gaza. Israel acabó con la posibilidad de renovación de la tregua, ya que fue violada de manera deliberada y repetida.
Yo siempre he informado a mis visitantes occidentales, incluido el ex presidente de EEUU Jimmy Carter, de que cuando Hamas ofrece una tregua, incluye el levantamiento del bloqueo y la apertura de los pasos, entonces Hamas adoptará una actitud positiva. Hasta ahora, nadie nos ha hecho ninguna oferta. En lo que respecta a nosotros, el bloqueo implica una declaración de guerra que justifica la legítima defensa.
KL: ¿Cuáles son la ideología y los objetivos de Hamas?
KM: Nuestro pueblo ha sido víctima de un proyecto colonial llamado Israel. Durante años, hemos sufrido diversas formas de represión. La mitad de nuestro pueblo ha sido desposeído y se le niega el derecho a regresar a sus hogares, y la mitad vive bajo un régimen de ocupación que viola sus derechos humanos más básicos. Hamas lucha para poner fin a la ocupación y para la restauración de los derechos de nuestro pueblo, incluido su derecho a regresar a casa.
KL: ¿Cuál es su punto de vista de la causa del conflicto entre el Estado de Israel y los palestinos?
KM: El conflicto es el resultado de la agresión y la ocupación. Nuestra lucha contra los israelíes no es porque sean judíos, sino porque invadieron nuestro territorio nacional y los desposeídos somos nosotros. No aceptamos que debido a que los judíos fueron perseguidos en Europa tengan el derecho de tomar nuestra tierra y expulsarnos. Las injusticias sufridas por los judíos en Europa eran horribles y criminales, pero no fueron perpetradas por los palestinos, los árabes o los musulmanes. Así que, ¿por qué debemos ser castigados por los pecados de los demás u obligados a pagar por sus crímenes?
KL: ¿Cree que Israel tiene la intención de seguir ampliando sus fronteras?
KM: Israel oficialmente no tiene declaradas sus fronteras. Cuando se creó Israel, en nuestra patria hace 62 años, sus fundadores soñaban con un "Gran Israel" que se extendía desde el Nilo hasta el Eúfrates. El expansionismo se manifestó en diferentes ocasiones: en 1956, en 1967 y más tarde en la ocupación de partes de Líbano en los años ochenta. La debilidad árabe, la superioridad militar israelí, el apoyo dado a Israel por parte de las potencias occidentales, y las masacres que estaba dispuesto a cometer contra civiles desarmados en Palestina, Egipto y Líbano, le ha permitido ampliar sus fronteras de vez en cuando. Aunque el expansionismo todavía acecha en la mente de muchos israelíes, parece que esto ya no es una opción práctica. Las resistencias ibanesa y palestina ha obligado a Israel a retirarse unilateralmente de los territorios que habían ocupado previamente por la guerra y la agresión. Mientras que en el pasado Israel fue capaz de derrotar a varios ejércitos árabes, hoy se enfrenta a una resistencia formidable que no sólo para su expansionismo, sino que con el tiempo, le obligan a ceder parte de la tierra ilegalmente ocupada.
KL: ¿Cuáles son sus objetivos principales? ¿Hamas es sobre todo una organización política o religiosa?
KM: Hamas es un movimiento de liberación nacional. Nosotros no vemos una contradicción entre la identidad islámica y nuestra misión política. Mientras nos dedicamos a los ocupantes a través de la resistencia y la lucha por lograr los derechos de nuestro pueblo, estamos orgullosos de nuestra identidad religiosa que se deriva del Islam. A diferencia de la experiencia de los europeos con el cristianismo, el Islam no prevé el reconocimiento de una autoridad eclesiástica. Simplemente proporciona un conjunto de directrices generales, cuya interpretación detallada está sujeta al producto de los esfuerzos humanos (Ijtihad).
KL: ¿Está usted comprometido con la destrucción de Israel?
KM: Lo qué está sucediendo realmente es la destrucción del pueblo palestino por Israel; es quien ocupa nuestra tierra y quien nos exilia, nos mata, nos encarcela y nos persigue. Somos las víctimas, Israel es el opresor, y no viceversa.
KL: ¿Por qué Hamas apoya la fuerza militar en este conflicto?
KM: La fuerza militar es una opción a la que recurre nuestro pueblo porque nada funciona. La conducta de Israel y la complicidad de la comunidad internacional, ya sea mediante el silencio, la indiferencia o el embrollo actual, reivindica la resistencia armada. Nos encantaría ver resolverse este conflicto pacíficamente. Si la ocupación llegase a su fin y nuestro pueblo pudiera ejercer la libre determinación en su patria, entonces no habría necesidad de utilizar la fuerza. La realidad es que casi 20 años de negociaciones de paz entre palestinos e israelíes no nos han devuelto ninguno de nuestros derechos. Al contrario, han incurrido en más sufrimiento y más pérdidas como resultado de los compromisos unilaterales hechos por la parte negociadora palestina.
Desde que la OLP entró en el acuerdo de paz de Oslo con Israel en 1993, más tierras palestinas en Cisjordania han sido expropiadas por los israelíes, se han construido más asentamientos judíos ilegales, se han ampliado los existentes o la construcción de carreteras para uso exclusivo de israelíes que viven en estos asentamientos. El muro del apartheid que los israelíes erigen a lo largo de Cisjordania se ha apropiado de grandes extensiones de tierra que se suponía iban a ser devueltas a los palestinos según el acuerdo de paz.
El muro del apartheid y cientos de puestos de control han convertido a Cisjordania en enclaves aislados, como celdas en una gran prisión, lo que hace la vida intolerable.
Jerusalén es constantemente manipulada con el fin de alterar su paisaje y la identidad, y cientos de casas palestinas han sido destruidas en la ciudad y alrededor de ella, haciendo que miles de palestinos estén sin hogar en su propia patria. En lugar de liberar a prisioneros palestinos, los israelíes han arrestado a otros 5.000 desde la conferencia de paz de Annapolis en 2007 – estas acciones confirman el hecho de que simplemente no están interesados en la paz.
KL: ¿Hamas se dedica a la actividad militar en las afueras de Palestina?
KM: No, desde su creación hace 22 años, Hamas ha limitado su campo de operaciones militares a la Palestina ocupada.
KL: ¿Desea establecer un estado islámico en Palestina, en la que todas las demás religiones están subordinadas?
KM: Nuestra prioridad como movimiento de liberación nacional es poner fin a la ocupación israelí de nuestra patria. Una vez que nuestra gente sea libre en su tierra y disfrute del derecho a la libre determinación, sólo ellos tendrán la última palabra sobre qué sistema de gobierno desean. Es nuestra firme convicción de que el Islam no puede ser impuesto sobre el pueblo. Apoyaremos, en un proceso plenamente democrático, una agenda islámica; si esto es lo que la gente elige, entonces esta es su elección. Creemos que el Islam es la mejor fuente de orientación y la mejor garantía de los derechos de los musulmanes y no musulmanes por igual.
KL: ¿Hamas no impone la vestimenta islámica en Gaza? Por ejemplo, ¿es obligatorio en Gaza para las mujeres a llevar el hijab, niqab o el burka?
KM: No. Intelectualmente, Hamas se deriva de su visión de la cultura del pueblo y de la religión. El Islam es nuestra religión y es el componente básico de nuestra cultura. No negamos a otros palestinos el derecho a tener visiones diferentes. No imponer al pueblo todos los aspectos de la religión o la conducta social. Las características de la religión en la sociedad de Gaza son genuinas y espontáneas, que no han sido impuestas por cualquier otra autoridad que la fe y la convicción del observador.
KL: Se sugiere que la división del pueblo palestino entre Cisjordania y Gaza, y entre Fatah y Hamas, y que obviamente debilita su posición, se debió a que Hamas tomó el poder por la fuerza en Gaza. ¿Es esto cierto? y ¿cómo se explica esta división?
KM: Sin duda, la división de los palestinos debilita y perjudica a su causa. Sin embargo, la división no es causada por Hamas, sino por la insistencia de ciertas partes internacionales y regionales en invertir los resultados de la democracia palestina. Se quedaron consternados cuando Hamas fue elegido por el pueblo palestino.
La división se agrava por la existencia de un partido palestino que busca el empoderamiento con el apoyo de grupos regionales e internacionales, incluidos EEUU e Israel, y que desean ver a Hamas fuera de la arena. Poco después de su victoria en las elecciones de enero de 2006, cada esfuerzo fue realizado para socavar la capacidad de gobernar de Hamas.
Cuando estos esfuerzos fracasaron, el General Keith Dayton, del ejército de Estados Unidos, quien actualmente es el co-coordinador de seguridad de EEUU para Israel y la Autoridad Palestina, fue enviado a Gaza para dar un golpe de Estado contra el gobierno liderado por Hamas de unidad nacional que salió del acuerdo de la Meca de 2007. La trama de Hamas en Gaza llevó a actuar en legítima defensa en los acontecimientos de junio de 2007. La afirmación de que Hamas llevó a cabo un golpe de Estado carece de fundamento porque Hamas estaba dirigiendo el gobierno elegido democráticamente. Todo lo que hizo fue actuar contra aquellos que estaban tramando un golpe de Estado contra él, bajo el mando y la dirección del General Dayton.
KL: Los que tienen otros puntos de vista políticos o religiosos, como Fatah, ¿disfrutan de las libertades democráticas en Gaza? y ¿cuál es la situación de los miembros de Hamas en los territorios de Cisjordania, controlada por Fatah?
KM: Algunas facciones palestinas han sido inspiradas por el nacionalismo árabe, otras por el marxismo o el leninismo, y otras por el liberalismo. Si bien estamos convencidos de que estas ideas son ajenas a nuestro pueblo y no han logrado satisfacer sus aspiraciones, insistimos en que el pueblo es el árbitro final que elige por qué sistema desea ser gobernado. Así, la democracia es nuestra mejor opción para resolver nuestras diferencias internas palestinas. Cualquier elección del pueblo tendrá que ser respetada.
Nos esforzamos al máximo de nuestra capacidad para proteger los derechos humanos y las libertades civiles de los afiliados a Fatah y todas las otras facciones dentro de la Franja de Gaza. En cambio, los palestinos en Cisjordania bajo la ocupación israelí y la Autoridad Palestina en Ramallah se les siguen negando sus derechos básicos. El General Dayton está en Cisjordania supervisando la severa y brutal represión contra Hamas y otros grupos palestinos. Más de 1.000 presos políticos, incluidos estudiantes, profesores universitarios y profesionales de todos los campos son perseguidos, detenidos y torturados, a veces hasta la muerte, por las fuerzas de seguridad de la Autoridad Palestina entrenadas y patrocinadas por Estados Unidos, Gran Bretaña y la UE.
KL: ¿Cree que es posible reunir al pueblo palestino? Si es así, ¿cómo cree que esto se podría hacer y en qué plazo?
KM: Es posible reunir a los palestinos. Para que esto suceda se necesitan dos cosas. En primer lugar, las intervenciones extranjeras y las exigencias deben cesar. Hay que dejar que el pueblo palestino haga frente a sus propias diferencias sin la presión externa. En segundo lugar, todas las partes palestinas deben respetar las reglas del juego democrático y someterse a los resultados de su proceso.
KL: La negativa de Hamas a reconocer a Israel se cita frecuentemente como un obstáculo insuperable para las negociaciones y un acuerdo de paz.
KM: Este problema sólo se usa como un pretexto. Israel no reconoce los derechos del pueblo palestino, pero esto no se plantea como un obstáculo para que Israel sea reconocido internacionalmente, ni para que se le permita participar en las conversaciones. La realidad es que Israel es el que ocupa la tierra y posee un poder superior. En lugar de pedir a los palestinos, que son las víctimas, es Israel, que es el opresor, a quien se debería pedir el reconocimiento de los derechos de los palestinos.
En el pasado, Yasser Arafat reconoció a Israel, pero no logró mucho. En la actualidad, Mahmoud Abbas reconoce a Israel, pero aún no hemos visto ningún dividiendo del tan anunciado proceso de paz.
Israel concede sólo bajo presión. En ausencia de cualquier presión tangible por los árabes o por la comunidad internacional, ningún acuerdo tendrá éxito.
KL: ¿Tiene usted una "hoja de ruta" de las medidas provisionales que de forma realista podría conducir a una solución pacífica del conflicto? ¿Cree que judíos, musulmanes y cristianos pueden vivir un día juntos en paz en Tierra Santa?
KM: Nosotros, en Hamas, creemos que una solución pacífica realista al conflicto tendrá que comenzar con un acuerdo de alto el fuego entre las dos partes sobre la base de una retirada completa de Israel de todos los territorios ocupados en 1967. La intransigencia israelí y la falta de voluntad de actuar por parte de la comunidad internacional son las que impiden este acuerdo. Creemos que sólo una vez que nuestra gente sea libre y esté de vuelta en su tierra serán capaces de determinar el futuro del conflicto.
Es preciso reiterar aquí que no se resiste a los israelíes porque sean judíos. Como cuestión de principio, no tenemos problemas con los judíos o los cristianos, pero tenemos un problema con quienes nos atacan y nos oprimen. Durante muchos siglos, los cristianos, judíos y musulmanes convivían en paz en esta parte del mundo. Nuestra sociedad nunca fue testigo de la especie de racismo y el genocidio que Europa ha visto hasta hace poco en contra de "los otros". Estas cuestiones se iniciaron en Europa. El colonialismo fue impuesto en esta región de Europa, e Israel fue el producto de la opresión de los judíos en Europa y no por ningún problema existente en tierra musulmana.
KL: ¿Qué papel cree usted que otros países y organizaciones, en particular EEUU, la UE y Gran Bretaña, están actualmente jugando en el conflicto palestino-israelí y las divisiones entre los palestinos?
KM: El papel desempeñado por todos ellos hasta ahora ha sido negativo. La actitud hacia los crímenes israelíes contra nuestro pueblo ha sido el silencio o la colusión. Las políticas y posiciones adoptadas por estos grupos han contribuido a la división de Palestina o a incrementarla. Por un lado, las condiciones estipuladas tienen el efecto de torpedear las conversaciones de unidad y reconciliación. Por otra parte, algunos de estos grupos internacionales están directamente involucrados en la represión a nuestro pueblo en Cisjordania. EEUU y la UE proporcionan financiación, formación y orientación para construir un aparato de seguridad palestino especializado en la persecución de los críticos de la Autoridad Palestina en Ramallah.
Hemos estado particularmente preocupados por informes del gobierno Británico, que señalan su plena implicación en el programa dirigido por el General Dayton en contra de Hamas en Cisjordania; tanto directa como indirectamente por medio de empresas de seguridad, de servicios de militares retirados, policía y oficiales de inteligencia.
KL: ¿Qué deben hacer los países como EEUU y Gran Bretaña para ayudar a una solución pacífica?
KM: simplemente deben respetar el Derecho Internacional, la ocupación es ilegal, la anexión de Jerusalén es ilegal, los asentamientos son ilegales, el muro del Apartheid es ilegal, y el asedio de Gaza es ilegal. Sin embargo, no se hace nada.
KL: ¿Qué relaciones desea tener Hamas con el resto del mundo, y, por ejemplo, con Gran Bretaña?
KM: Hamas defiende una causa justa. Por ello desea abrirse al mundo. El movimiento trata de establecer buenas relaciones y llevar a cabo un diálogo constructivo con todos los interesados en Palestina.
*Ken Linvingstone ha sido alcalde de Londres.
Fuente: http://www.newstatesman.com/
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