Thursday, November 26, 2009


Abatir la pobreza extrema, primera prioridad para los tres largos años que faltan

Es hora de enderezar el rumbo social del país, acepta Calderón

Llama a políticos, empresarios y civiles a hacer de ésta la lucha más noble de México

Los invita a que sin divisiones ni cálculos políticos analicen las acciones a seguir

Periódico La Jornada
Jueves 26 de noviembre de 2009, p. 3

El presidente Felipe Calderón Hinojosa afirmó que la primera de las prioridades de su gobierno, para los tres largos años que faltan, es la reducción de la pobreza extrema. Subrayó que a pesar de la crisis económica, es hora de enderezar el rumbo social del país.

El jefe del Ejecutivo federal hizo un llamado a empresarios, actores políticos y sociedad en general, para hacer del combate a la pobreza la lucha más noble de México, en la que podemos y debemos estar unidos.

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Este miércoles el presidente Felipe Calderón encabezó el primer Encuentro por un México sin Pobreza, Juntos Podemos Superarla, celebrado en el Centro BanamexFoto María Meléndrez Parada

Al encabezar el primer Encuentro por un México sin Pobreza, que se desarrolló en el Centro Banamex, el Presidente señaló que la superación de la pobreza es el mayor reto de nuestra generación y constituye una prioridad que no se podrá alcanzar sin la comprensión, el apoyo y el trabajo de la sociedad civil.

Invitó a políticos y empresarios a que sin divisiones o intereses, o cálculos políticos, analicen las acciones a seguir, porque en la medida que se consense más, se podrán asignar de manera menos sesgada, de manera absolutamente apartidista, los presupuestos en materia social para que se enfoquen exclusivamente a combatir la pobreza y elevar el nivel de desarrollo humano del país.

Por su parte, el titular de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso), Ernesto Cordero Arroyo, manifestó que la actual crisis económica provocó un retroceso en los índices de pobreza similar al que tenía el país en 2005, lo cual representa un incremento de 6 millones de mexicanos en esa situación.

Al impartir la conferencia El desarrollo social en México, evolución y perspectiva, dentro del primer Encuentro por un México sin Pobreza, el funcionario sostuvo que en la actualidad 47.4 por ciento de la población vive en pobreza patrimonial; es decir, esos mexicanos tienen un nivel de ingreso menor a mil 900 pesos mensuales en las ciudades y menor de mil 200 en las zonas rurales.

Agregó que en el país existe 18.2 por ciento de personas que se encuentran en el nivel de pobreza alimentaria; es decir, que carecen de los recursos suficientes para satisfacer sus necesidades de alimentación diaria, mientras 47 por ciento vive en situación de pobreza patrimonial.

Luego de su exposición ante Calderón, Cordero Arroyo señaló en entrevista que ante esta situación, la política social debe ir de la mano de la política económica para generar empleos y propiciar un mejor escenario en el combate a la pobreza.

Aseguró que con el propósito de que la crisis no afecte más a la población de menos recursos, en 2010 el precio de la leche Liconsa se mantendrá en 4 pesos el litro y no se incrementarán los precios de todos los productos de la canasta básica que dependan de Diconsa.

Comentó que para el próximo año el programa Oportunidades incorporará a un millón de personas más, las cuales serán predominantemente de zonas urbanas –donde han aumentado los índices de pobreza–, sin descuidar las áreas rurales.

Por su parte, Rodolfo de la Torre, coordinador de la Oficina de Investigación en Desarrollo Humano en México del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, sostuvo que si desde 2006 los índices de pobreza –en cuanto a nivel de ingresos– han sido desfavorables, los de desarrollo humano han avanzado, ya que el país ha logrado mejoras en educación y salud.

En su intervención, Calderón descalificó los programas sociales de gobiernos locales que han demostrado cierta utilidad pero que no son eficaces para combatir la pobreza.

Sostuvo que ante las restricciones económicas, deben utilizarse los programas que ya han mostrado su eficacia, en primer lugar Oportunidades.

Comentó que la meta de su gobierno es que para 2030 no haya un solo mexicano en condiciones de pobreza extrema, que todos los hogares cuenten con agua potable y que todos los jóvenes tengan una escolaridad mínima de 15 años.

Asimismo, que las entidades con mayores rezagos, como Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Veracruz y Durango, hayan alcanzado un desarrollo más equitativo en relación con los estados de vanguardia, que son los que han recibido más recursos históricamente en México, como es la ciudad de México y su zona metropolitana.



Es en ese sector donde más empleos se generan, afirma el empresario

Impulsar la pequeña y mediana empresa contribuirá a superar la pobreza: Slim

Considera importante invertir en infraestructura; niega que los monopolios frenen la economía

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Claudio X. González y Carlos Slim; Salomón Chertorivski, comisionado del Seguro Popular; Miguel Ángel Yunes, director del ISSSTE; Alonso Lujambio, secretario de Educación; Margarita Zavala y el presidente Felipe Calderón; Ernesto Cordero y Juan Rafael Elvira, titulares de Desarrollo Social y de Medio Mabiente, así como Luis Felipe Bravo Mena, en la inauguración del primer Encuentro por un México sin Pobreza
Foto María Meléndrez Parada
Periódico La Jornada
Jueves 26 de noviembre de 2009, p. 5

México requiere de generar empleos para superar la pobreza y para ello necesita apoyar e impulsar a la pequeña y la mediana empresa, porque es en este sector de la economía donde se crean más puestos de trabajo, afirmó el empresario Carlos Slim Helú.

Para reducir la pobreza hace falta actividad económica, volvernos un país con un desarrollo importante y un crecimiento sustentable. Para salir de la pobreza se necesita empleo y para eso hacen falta empleadores, y éstos son principalmente los empresarios de la pequeña y mediana empresa, reiteró.

Entrevistado durante el primer Encuentro por un México Sin Pobreza, organizado por la Secretaría de Desarrollo Social, Carlos Slim sostuvo que para lograr estos objetivos en materia de pobreza hace falta gasto social de los sectores público y privado, con la finalidad de tener una población con mejor nutrición, salud y educación.

Combatir la pobreza es importante no solamente desde el punto de vista ético y de la justicia, es una necesidad económica que esas personas que están marginadas se incorporen a la vida moderna, a la economía y al trabajo.

Por ello, agregó el empresario, se requiere apoyar los programas sociales, como Oportunidades, que apuntan a combatir la desnutrición desde el embarazo y a mejorar la salud y la educación de las familias más pobres.

El que los niños estén bien nutridos, tengan una buena salud y una buena educación mejora sus oportunidades de empleo y así podremos salir del subdesarrollo, indicó.

Carlos Slim consideró que es muy importante invertir en infraestructura para generar un mayor número de empleos, y negó que los monopolios obstaculicen el desarrollo económico del país.

Aseveró que los únicos monopolios que existen en México se ubican en los sectores de energía eléctrica y petróleo, porque lo demás sólo son empresas más o menos grandes.


México SA

Crecimiento terrorífico de la pobreza

Calderón quiere enderezar el rumbo

Vivir Mejor, a la basura


Rapidez, ante todo. Debieron transcurrir tres años de su inquilinaje en Los Pinos y, en consecuencia, sumar (cifra oficial) 6 millones de mexicanos al inventario de pobres (10 millones si se incluye la actualización del Banco Mundial) para que el versátil Felipe Calderón registrara que es hora de enderezar el rumbo social del país, pues superar la pobreza es el mayor reto y prioridad y es menester comprometernos a soluciones de fondo y radicales para combatir la pobreza y la desigualdad, es decir lo que él mismo prometió, en 2006, durante su campaña electoral.

Eso dijo ayer, no como un compromiso de reorientar la política social (si existiera), sino en forma de simple discurso, uno más, en un simpático foro de corte cristiano-asistencialista (unamos nuestra manos, oremos y cantemos al Altísimo, mientras Ernesto Cordero circulaba la charola para recolectar el diezmo y repetía la desgastada cantaleta), ante personajes muy peculiares a quienes días atrás acusó de que rara, rara vez pagan impuestos, y en un centro de exposiciones, el de Banamex en Santa Fe, de un banco que fue vendido libre de impuestos y que hoy es propiedad del gobierno estadunidense.

Calderón se apersonó en el encuentro nacional por un México sin pobreza; juntos podemos superarla, cuyo objetivo –según la propaganda oficial– es lograr la participación a través de académicos, beneficiarios de los programas sociales, especialistas, líderes de opinión, medios de comunicación, organismos de la sociedad civil, en la suma de esfuerzos para alcanzar los objetivos propuestos en el decálogo que presentó el (susodicho) en su tercer Informe de gobierno.

A la diestra y a la siniestra del inquilino de Los Pinos algunos empresarios de renombre, no sólo por sus abultadas cuan crecientes fortunas, sino por su inagotable capacidad de eludir y evadir impuestos, dineros que, se supone, contribuirían a combatir la pobreza, la lucha más noble, de acuerdo con la inspirada definición de quien tres años después relanza su campaña electoral con el eslogan: el tema de combate a la pobreza se ha convertido en una prioridad para el gobierno federal.

Con ganas de encontrar, sin lograrlo, algún valor a la declaración del inquilino de Los Pinos, la lectura tendría que ser, de acuerdo con sus propias palabras, que en su primer trienio en la residencia oficial el rumbo social se extravió –por decir lo menos–; que en ese periodo, a pesar de los discursos, el mayor reto y prioridad no fue superar la pobreza y, en fin, que no se comprometió ni buscó soluciones de fondo a este lacerante problema social, es decir, que el número de mexicanos en pobreza creció terroríficamente, pero no por la crisis de alimentos, sino porque simple y sencillamente se le olvidó el compromiso de campaña.

Lo bueno es que ya lo recordó –en el discurso–, y por lo mismo dijo que necesitamos no sólo ayuda, sino comprensión, apoyo y compromiso de la sociedad completa, sobre todo para poder escoger (sic) prioridades entre todos y que todos debemos impulsar. El combate a la pobreza es el mayor reto de nuestra generación y constituye la primera prioridad del gobierno federal: una prioridad que no se podrá alcanzar sin la comprensión, el apoyo y el trabajo de la sociedad civil. Los empresarios que rara, rara vez pagan impuestos aplaudieron a rabiar, unieron sus manos, oraron y cantaron ¡Aleluya! Lo mejor del caso es que Banamex no cobró comisión.

Ante los solidarios empresarios, que rara, rara vez pagan impuestos, el inquilino de Los Pinos se dio cuenta de que (2006-2008) la pobreza en México aumentó alrededor de 5 por ciento, y faltaría ver el efecto de la crisis económica. En realidad, de acuerdo con las cifras oficiales, se incrementó cerca de 5 puntos porcentuales, que se parece, pero no es igual: en ese bienio pasó de 42.6 a 47.4 por ciento de la población nacional, es decir de 44.7 a 50.6 millones de mexicanos, a razón de 8 mil 220 por día o, si se prefiere, casi 6 por minuto, una descomunal proporción que sólo en la residencia oficial y periferia no registraron. Y son las cifras oficiales (Inegi-Coneval).

Ya para la primera mitad de 2009 el Banco Mundial aportó lo suyo: “la recesión en que cayó la economía mexicana este año sumió en la pobreza a por lo menos 4.2 millones de personas, adicionales a los 5.9 millones que cayeron en esa condición entre 2006 y 2008… Si se toman en cuenta los 50.6 millones de pobres registrados en datos oficiales hasta 2008, se obtiene un total de 54.8 millones de mexicanos en esta condición, o sea, 51.02 por ciento de la población del país, del conjunto de 107.4 millones a junio de 2009” (La Jornada, Roberto González Amador, 20 de agosto de 2009).

Entonces queda claro que si es hora de enderezar el rumbo social del país, el inquilino de Los Pinos, de entrada, debe comenzar por tirar al cesto de la basura su programa Vivir Mejor, presentado en sociedad el 28 de abril de 2008 (un año y medio atrás, ya con 6 millones adicionales en la pobreza) y que, según él, sería el eje rector de mi gobierno en materia de política social, que busca erradicar la extrema pobreza, atender los problemas de la alimentación, la educación, la salud y la capacitación para el trabajo a través de cinco puntos de apoyo a la ciudadanía. Vivir Mejor busca atacar las verdaderas causas, no sólo sus efectos. Vivir Mejor, a final de cuentas, es la razón de los esfuerzos de todos nosotros. Hoy, desde aquí, invito a todos los sectores de la sociedad a unirnos en una sola gran causa nacional: eliminar la pobreza extrema en México, en el horizonte de gran visión y de futuro que nos hemos propuesto para el país.

Diecisiete meses después, con el mismo discurso e idéntica invitación, Calderón anuncia que es hora de enderezar el rumbo social del país. Pues bien, en aquella presentación de abril de 2008, en el Museo de Antropología, estuvieron presentes prácticamente los mismos personajes ayer reunidos en Banamex Santa Fe, como Ernesto Cordero, el delfín secretario de Desarrollo Social que quiere la silla grande, aunque ni siquiera pueda con la que oficialmente le asignaron. Y 6 millones de ejemplos (10 millones, si se incluye la información del Banco Mundial) dan cuenta de esto último. Por allí puede comenzar a enderezar.

Las rebanadas del pastel

Para efectos prácticos, más productivo sería que en lugar de discursos, actos de Aleluya, relanzamientos de programas sociales fracasados (pero electoralmente muy sabrosos), fatuos foros cristiano-asistencialistas y demás propaganda barata, el inquilino de Los Pinos caminara por la ruta de una reforma fiscal integral que cobrara impuestos a quienes rara, rara vez los pagan, y con esos dineros estructurar y echar a andar una verdadera política social sin cánticos al Altísimo.


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