SATIRICOSAS
Quizá algún lector avezado atine a contestar que es una organización internacional conformada por países ricos y exitosos que sin embargo preside México, un país que hoy está más amolado que nunca, diga lo que diga la propaganda calderónica-goebbeliana. Y será una respuesta aceptable, pero incompleta.
Juguemos pues a encuerar a la OCDE, una organización más de "Cooperación y Desarrollo Económico" compuesta por 30 Estados, cuyo objetivo es coordinar políticas económicas y sociales. Su sede es la ciudad de París, Francia, y es uno de los foros mundiales en que se analizan y establecen orientaciones sobre temas como economía, educación y medioambiente "para una mejor administración pública".
Se creó hace exactamente 49 años y así, rimbombante, empieza su acta de nacimiento del 14 de diciembre de 1960: "LOS GOBIERNOS de la República de Austria, del Reino de Bélgica, de Canadá, del Reino de Dinamarca, de la República Francesa, de la República Federal Alemana, del Reino de Grecia, de la República de Islandia, Irlanda, de la República Italiana, del Gran Ducado de Luxemburgo, del Reino de los Países Bajos, del Reino de Noruega, de la República Portuguesa, España, del Reino de Suecia, de la Confederación Helvética, de la República Turca, del Reino Unido de la Gran Bretaña y Norte de Irlanda, y de los Estados Unidos de América. Considerando que la fortaleza y la prosperidad de la economía son esenciales para alcanzar los objetivos de las Naciones Unidas, salvaguardar las libertades individuales y aumentar el bienestar general (...) la Organización tiene como objetivos el promover políticas destinadas a:
A) Realizar la más fuerte expansión posible de la economía y del empleo y a un aumento del nivel de vida de los países miembros, manteniendo la estabilidad financiera y a contribuir así al desarrollo de la economía mundial. ¿Lo logró?
B) Contribuir a una expansión económica de los países miembros y en los no-miembros en vías de desarrollo económico. ¿Lo logró?
C) Contribuir a la expansión del comercio mundial sobre una base multilateral y no-discriminatoria, conforme a las obligaciones internacionales. ¿Lo logró?
NO. No logró ninguno de sus propósitos iniciales y terminó siendo un eslabón neoliberal más que ayudó a llevar al caos a la economía mundial.
Pero en París viven como príncipes funcionarios de los países miembros a costillas de los países ricos que integran a la OCDE y de un país pobre... Según información precisa del IFAI, solicitada y obtenida por Humberto Hernández Haddad que conoce bien los andares del funcionario prianista Gurría, solapador de aquel "desaparecido" diputado Muñoz Rocha que participó en el asesinato en 1994 de Francisco Ruiz Massieu, México aporta anualmente casi 8 millones de euros para ostentar su membresía y actualmente la presidencia en la sinvergüenza persona del dicho Gurría, quien tomó posesión el primero de junio de 2006, naturalmente apoyado por los gringos, unos días antes del fraude electoral.
José Ángel Gurría Treviño, conocido también como el "ángel de la dependencia", es oriundo de Tampico, Tampaulipas. En donde nació el 8 de mayo de 1950. Es un economista priista, pero terminó siendo prianista con Fox que le dio el puesto con su amigo y secretario de Relaciones Ernesto Derbez. El propio Gurría fue secretario de Relaciones de Zedillo, y después secretario de Hacienda mexicano, pero antes con Salinas fue director de Nacional Financiera (Nafinsa) y ¡se jubiló a los 42 años! con una jugosa pensión que se embolsa hasta la fecha además de lo que obtiene por estar a la cabeza de la OCDE, Es pues uno de los funcionarios que más ha explotado y sigue explotando a este país.
La OCDE, según otra de sus numerosas autodefiniciones : "Es un foro de consulta y coordinación entre gobiernos, en el que se discuten y analizan las políticas económicas, financieras, ambientales, industriales, tecnológicas, científicas, educativas, laborales y comerciales de los países miembros y de otros no-miembros interesados en sus recomendaciones o comentarios". Luego entonces no sirve para gran cosa y tampoco sirvió, decíamos, para evitar el "horror económico" que está viviendo el mundo no obstante sus nobles. Por lo visto no se cumplieron ni se pudo evitar el caos financiero y económico a favor de los más ricos del mundo. ¿Para qué continuar? Para nosotros, dirán sus huestes 2500 profesionales a los que manda Gurría esos que viven principescamente de algo que no produce nada.
Para fines del siglo pasado cuando México fue admitido en el Club de París u OCDE, ya no era tan pertinente hablar tanto de "los reinos" como en el acta inicial, así que sólo quedó en el documento el Reino Unido, el imprescindible UK, y se borraron los resabios monárquicos aunque desde luego los reinos siguen existiendo para deleite del Hola! y la lista de los fundadores quedó simplemente así: Alemania, Austria, Bélgica, Canadá, Dinamarca, España, Estados Unidos, Francia, Grecia, Irlanda, Islandia, Italia, Luxemburgo, Noruega, Países Bajos, Portugal, Reino Unido, Suecia, Suiza y Turquía, otros países fueron admitidos. Se incorporaron: Japón (1964), Finlandia (1969), Australia (1971), Nueva Zelandia (1973), México (1994) porque ya pertenecíamos al Primer Mundo (gracias a Salinas), la República Checa (diciembre de 1995), Hungría (mayo de 1996), Polonia (julio de 1996), Corea del Sur (noviembre 1996). Actualmente, Eslovaquia se encuentra en proceso de entrada.
Lo indispensable es ser neoliberal a ultranza. El principal requisito para ser miembro de la OCDE es liberalizar progresivamente los movimientos de capitales y de servicios, incluyendo los servicios financieros. Cada país que ingresa se compromete a aplicar los principios de: liberalización, no-discriminación, trato nacional y trato equivalente. Los países miembros se comprometen a aplicar tales principios, pero interponen reservas a los códigos de liberalización, a razón de sus leyes internas. O sea se trata exclusivamente del neo-li-be-ra-lis-mo al que nos encadenó Salinas aquel 18 de mayo de 1994. Eso implicó la adopción de compromisos en áreas tales como educación, turismo, comercio, medio ambiente, pesca, agricultura, liberalización de los mercados de capitales y de operaciones corrientes invisibles, entre otros. Estos compromisos se encuentran descritos en el Protocolo de Adhesión el cual fue publicado el 5 de julio de 1994 en el Diario Oficial de la Federación.
El presupuesto de la OCDE para 2009 fue de 303 millones de euros, provenientes de los países miembros. USA participó con el 25% del presupuesto, seguido por Japón. El presupuesto cubre sus proyectos de dinero y sobre todo de su principal función, un gran número de publicaciones sobre las economías de sus miembros y sobre otros temas económicos. A México, según un artículo de la revista conservadora "Libertas" de Hernández Haddad, la OCDE le saca casi 8 millones de euros de cuotas anuales por ostentar esa membresía. Pero los pagamos por participar de un engaño como son las promesas de progreso por pertenecer al "Club de los Ricos", cuando en este momento lo que se ha acumulado son auténticos fracasos:
" Si se toma como referencia el año 2000, México era entonces la novena economía mundial. Ahora hemos pasado a la posición 13. En materia de comercio exterior pasamos del 12º al 16º lugar. Pero si medimos a México en el terreno de la competitividad las cosas resultan más desalentadoras, porque pasamos del 42º al 60º lugar, mostrando una mala calidad regulatoria, falta de transparencia y una corrupción galopante, que nos alejan de los códigos de buen gobierno establecidos por la propia OCDE y el Banco Mundial. Apenas la semana pasada, México salió reprobado en la evaluación de Índices de Gobernabilidad 2009 realizada por el Banco Mundial. En el año 2000, México se ubicaba por su nivel de ingreso per cápita en la posición 25º dentro de los 30 socios del "Club de París", pero para el año 2008 cayó a la 30º, o sea, el último lugar. México es el único país latinoamericano que participa en ese Club. De acuerdo con recientes investigaciones macroeconómicas, el crecimiento económico de México durante los últimos años, si se le compara con el de otros miembros de la OCDE, es asunto que merece una reflexión urgente. De 2000 a 2008, México aumentó su ingreso per cápita en 3,816 dólares, lo cual lo convierte en el país que menos creció dentro de la OCDE, quedando lejos de Turquía con 6,227; de Polonia con 9,345; Hungría con 10,851; y penosamente muy lejos de Eslovaquia con 13,831 y la República Checa con 15,478 dólares estadounidenses.
En ese mismo período, si se compara el crecimiento mexicano con el de nuestros dos principales socios comerciales, vemos cómo se ha ahondado la brecha: Estados Unidos aumentó su ingreso per cápita en ese lapso en 12,083, mientras que Canadá lo hizo en 21,766 US Dls. Pero si hiciéramos una comparación de los logros obtenidos por otros países frente a lo que ha alcanzado México en el terreno del crecimiento económico, se comprueba que los promotores del ingreso de México a la OCDE le deben una indemnización al país. Veamos experiencias europeas exitosas, frente a los 3,816 US Dls. que aumentó México, Irlanda creció 36,248; Noruega 57,605, y Luxemburgo 66,376 US Dls.
En los hechos esa membresía pretende ocultar el fracaso de la política económica y de la política exterior de México, que conjugó el doble error subyacente de una precipitada apertura comercial con desregulaciones financieras imprudentes, imposición de desincorporaciones fraudulentas de empresas y bienes de la nación, al mismo tiempo que abandonó sus tesis de diplomacia económica dentro del bloque de países en vías de desarrollo".
¿Se vale, Mexicanos, o es hora del grito de guerra?
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