Sunday, November 01, 2009


Un nuevo negocio narco

2009-11-01

Los cárteles mexicanos han empezado a apoderarse del tráfico y la venta ilegal de medicamentos controlados en Estados Unidos/ El volumen del negocio se ha duplicado en los últimos cuatro años/ El gobierno de Obama compara esta amenaza con la de las drogras tradicionales

WASHINGTON, EU., 31 de octubre (APRO).- La participación de los cárteles del narcotráfico de México en el trasiego y venta ilegal de analgésicos en Estados Unidos aumentó el nivel de preocupación del gobierno del presidente Barack Obama, según el cual el consumo ilegal de medicinas es “una de las amenazas más desestabilizadoras” que enfrentan los estadunidenses.


El último reporte elaborado por el Centro Nacional de Inteligencia sobre Drogas (NDIC, por sus siglas en inglés) y la DEA, con el título de Cálculo nacional sobre los medicamentos controlados 2009, determina que el creciente consumo ilegal de fármacos controlados en Estados Unidos abrió un nuevo y lucrativo mercado para los cárteles de México.

Muchos narcotraficantes mexicanos cruzan la frontera México-Estados Unidos “para ellos mismos vender o proveer a sus distribuidores los analgésicos que adquieren en cantidades sorprendentes en farmacias o laboratorios de México”, sostiene el reporte, elaborado por encargo del Departamento de Justicia.
Sin especificar cuáles cárteles de México aprovechan el aumento en la demanda de medicamentos controlados en Estados Unidos, el informe establece que aunque los narcos aprovechan las redes de operación que ya poseen en Estados Unidos para la distribución y venta de drogas, las poblaciones y ciudades más cercanas a la frontera “son el centro para el negocio de los criminales mexicanos”.
De 70 páginas, la investigación del Departamento de Justicia afirma que esos narcos tienen también en sus manos la distribución en México de medicamentos controlados “a ciertas farmacias ubicadas en ciudades y poblaciones de la frontera norte, a donde regularmente acuden los ciudadanos estadounidenses a comprarlos sin la necesidad de presentar una receta médica”.
El consumo de analgésicos como un “estupefaciente para recreación social”, considera el documento, entraña consecuencias muy negativas para la población estadounidense. Según las más recientes estadísticas del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), elaboradas exclusivamente para el reporte de la DEA y el NDIC, “las muertes provocadas por sobredosis de opioides controlados (medicinas o analgésicos) se incrementaron en 114�ntre 2001 y 2005”.
El CDC subraya que en 2001 murieron 3 mil 994 estadounidenses a causa de una sobredosis de medicamentos controlados, mientras que en 2005 la cifra de fallecidos por esta misma causa llegó a 8 mil 541.
Por otro lado, la Administración de Servicios de Salud Mental y Abuso de Substancias (SAMHSA, por sus siglas en inglés) efectuó una investigación a nivel nacional donde se demostró que entre 2002 y 2006 creció 74�l ingreso a hospitales de personas que requerían un tratamiento especial por la adicción a medicamentos controlados.
El estudio de la SAMHSA revela que en 2002 los hospitales de todo Estados Unidos registraron el ingreso de 46 mil 115 personas adictas a los analgésicos o medicamentos controlados, y que en 2006 la cantidad correspondiente se disparó hasta 80 mil 131 adictos.
De todo el consumo de este tipo de productos en Estados Unidos, los analgésicos tienen la mayor demanda, lo cual interesó a los narcos mexicanos, que han comenzado a controlar gran parte del mercado negro de las medicinas.
“Muchos residentes de los estados de Arizona, Nuevo México, Texas y California viajan con regularidad a México a comprar los analgésicos porque no requieren de ninguna receta médica para hacerlo”, precisa el documento, para enseguida concluir: “Esta realidad no pasó desapercibida para los cárteles mexicanos del trafico de drogas, los cuales ahora quieren controlar el trasiego ilegal de estas drogas”.
Los principales clientes del trasiego ilegal de tales medicamentos son ciudadanos estadounidenses de 12 a 25 años de edad, aunque también los adquieren personas para calmar dolores de enfermedades graves como el cáncer.
La investigación calcula que la venta ilegal de medicamentos controlados en Estados Unidos arrebata anualmente unos 72 mil 500 millones de dólares a las compañías privadas de seguros médicos que legalmente, por medio de los doctores que trabajan con ellas, distribuyen los productos en todo el territorio estadounidense.
“Por las enormes ganancias que arroja el mercado ilegal de las medicinas, era lógico pensar que el narcotráfico mexicano tarde o temprano se involucraría en este negocio”, subraya la investigación.
En 2007 la Secretaría de Salud y Servicios Humanos realizó la Encuesta Nacional de Salud sobre el Uso de Drogas (NSDUH, por sus siglas en inglés), y encontró que entre los consumidores de medicamentos controlados que habían cumplido entre 12 y 25 años de edad, el 56.5�ijo haberlos adquirido de manera ilegal por medio un amigo o un pariente que se los regaló. El estudio estima que la mayor parte ingresó por territorio mexicano.
Y destaca: “Al igual que para el movimiento de cocaína, heroína, marihuana y metanfetaminas, los cárteles mexicanos usan automóviles privados, camiones de carga, tractocamiones y peatones para meter los analgésicos o medicamentos controlados a Estados Unidos”.
Las redes de operación del crimen organizado de México para realizar ventas al menudeo y al mayoreo de los analgésicos en las calles estadounidenses utilizan “directamente a algunas pandillas que ya venían colaborando con ellos en el trasiego de las drogas tradicionales”, dice, y agrega:
“Las pandillas callejeras del sur de California, por ejemplo, se encargan de la venta al menudeo de analgésicos, en la calles de ciudades como San Diego, pero también de la distribución de los medicamentos controlados a otras pandillas que sirven como proveedores de otras entidades del país.”

Unos 10 millones de adictos
Se refiere también el documento al muy lucrativo negocio de las llamadas “farmacias de la red de la internet”.
En Estados Unidos la DEA considera parte de la problemática de la narcodependencia a los sitios de internet que ofrecen medicamentos controlados o analgésicos sin receta, en cuyas operaciones también participa el narcotráfico mexicano.
Aunque el reporte del Departamento de Justicia aclara que está disminuyendo de manera notable la presencia de “farmacias cibernéticas”, gracias a operaciones especiales de los agentes de la DEA, advierte que sólo en 2006 este tipo de empresas redituaron ganancias de 25 a 30 millones de dólares.
“Los criminales mexicanos y sus pandilleros utilizan computadoras portátiles robadas y se conectan a la red de internet, por medio del sistema inalámbrico, para comunicarse con las farmacias cibernéticas; ya sea para adquirir analgésicos con recetas falsas, o para ofrecerse como proveedores de medicamentos controlados”, explica el reporte.
En 2007 había en Estados Unidos 581 sitios de internet que se dedicaban a la venta de medicinas, pero en 2008 la cifra se redujo a 365 luego de que la DEA desmanteló farmacias cibernéticas que vendían productos sin receta médica certificada.
“Aproximadamente el 85�e los sitios de internet que venden medicinas no exigen una receta medica certificada”, puntualiza la investigación.
Para el gobierno de Obama el aumento en el consumo de analgésicos o medicamentos controlados constituye una amenaza del mismo nivel que el consumo de cocaína, crack, heroína, mariguana y metanfetaminas.
Las autoridades estadounidenses afirman que desde la intervención del narcotráfico mexicano en la venta ilegal de analgésicos, creció también el número de médicos particulares y de farmacias en poblaciones o ciudades estadounidenses que colindan con el territorio mexicano.
En esos sitios, señalan, comenzaron a flexibilizarse los condicionamientos “para la venta sin receta de medicinas tradicionales que se usan para contrarrestar enfermedades como la gripe, fiebre o infecciones que regularmente se tratan o controlan con penicilina”.
El contenido químico de las medicinas controladas o de los analgésicos que a sus consumidores provoca un efecto similar al de una droga tradicional, es, de acuerdo con la DEA y el NDIC, “ampliamente variable”. Pero las dos agencias federales consideran que muchos jóvenes estadounidenses prefieren medicamentos que contienen alprazolam, hidrocodone, metadone y oxicodone.
La DEA asegura que en el mercado negro de los analgésicos y los medicamentos controlados, sobre todo los provenientes de México, el costo por cada miligramo de esas cuatro sustancias químicas tiende a incrementarse con gran rapidez debido a la demanda.
La DEA sostiene que en estos momentos el precio del miligramo de alprazolam, contenido en analgésicos como el Xanax, es de aproximadamente 3.50 dólares, mientras que el miligramo de hidrocodone cuesta 1.90 dólares, el de metadone 1.45 y el de oxicodone 1.15 dólares.
“En 2007 había aproximadamente 6.9 millones de estadunidenses que consumían analgésicos o medicamentos controlados sin una justificación medica, y pese a que son muy imprecisos los cálculos que se hacen en este aspecto de la narcodependencia en el país, es posible que en la actualidad la cifra de 6.9 millones que había hace dos años ahora sea de por lo menos 10 millones de personas”, anota el reporte de la DEA y del NDIC.
Las autoridades de salud de Estados Unidos afirman que en los últimos cinco años han registrado un incremento de 118�n la demanda y consumo de analgésicos, de 111�n el caso de la morfina, y de 109�n las medicinas controladas que contienen metadone.

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