Felipe y Obama, Huerta y Wilson
OBAMA DEBE SABER y seguramente lo sabe, que Felipe Calderón no es un presidente legítimo y también debe saber que se robó la Presidencia de la República con la complicidad de su gobierno, los Estados Unidos.
Huerta asesinó al único presidente elegido limpiamente en 1911, Francisco I: Madero, con la complicidad del presidente Wilson y perpetró un golpe de Estado que originó la famosa Revolución mexicana, ahora tan traicionada por el Perreprian. Por lo menos Felipe no ha mandado matar a Andrés López Obrador, el que ganó las elecciones.

Todo esto debe saberlo Obama y si aún así se presenta en México, entonces sus objetivos son otros. En primer lugar, los recursos naturales de México, empezando por el petróleo. Lo estamos viendo ya; Reyes Heroles acaba de firmar otro contrato con una de las empresas más corruptas de los Estados Unidos, la Halliburton donde Cheney -amigo de Bush- está metido, porque en un país fallido con la impunidad y corrupción ejercidas desde la Presidencia de la República es sumamente fácil apropiarse de todo ello, y la inseguridad y violencia desatada está premeditadamente promovida para convertirlas en el pretexto perfecto para intervenir en el país y servirse con la cuchara grande.
Todo esto no es de ninguna manera nada nuevo y la clase política corrupta mexicana lo sabe pero no le importa dada su perversidad y corrupción. Esta clase política tiene intereses políticos y monetarios que se asocian perfectamente con los intereses del imperio por lo que no solamente no se opuso a la visita de Obama, sino que la están festejando.
Obama no puede actuar en contra de los intereses de su país aunque sean injustos y voraces -aunque tarde o temprano tenga consecuencias desastrosas para los Estados Unidos- por aquello de que el que siembra recoge y recoge lo que sembró; injusticia; porque detrás de él está una poderosísima maquinaria financiera y militar que lo han estado y seguirán estando presionando para endosar las consecuencia de sus fraudes gigantescos internos en las espaldas de los países que se dejen, como México, gracias a nuestra clase política que está totalmente perdida y podrida.
La única esperanza que le queda al pueblo de México es intervenir decididamente y atajar y acabar con los políticos criminales que se apoderaron de la Presidencia de la República y de todas sus instituciones. En todo el mundo los pueblos se están levantando, tanto en Asia como en Europa, y ahora en América del Sur. Vamos a ver cuándo nos toca a nosotros. La pregunta no es si nos va a tocar o no sino cuándo. El hambre es canija y Felipe con Carstens la están promoviendo alegre y estúpidamente.
No comments:
Post a Comment