En entrevista con Clarín, Emilio Arellano habla de las Memorias prohibidas de Ignacio Ramírez, el liberal mexicano del siglo XIX, ideólogo del Estado laico, precursor de la educación gratuita y fundador moral de la Sociedad de Escritores de México y del Instituto Nacional de Antropología e Historia; El Nigromante, personaje ignorado por la oficialidad, dado su ateismo y polémicas con los dictadores Santa Anna, Benito Juárez y Porfirio Díaz, renace en sus memorias proscritas.
El abogado Emilio Arellano, es bisnieto de Ignacio Ramírez, su familia resguardó durante 100 años el manuscrito de las Memorias prohibidas, cumpliendo la palabra empeñada y una vez vencida la cláusula, presentó el proyecto a la Editorial Planeta. Por azares de la vida, mi tatarabuelo, el escritor Ignacio Manuel Altamirano fue discípulo y amigo de El Nigromante desde 1850, hasta su muerte en 1879. El 22 de junio celebramos el 191 aniversario del nacimiento de Ignacio Ramírez y al día siguiente (martes 23) Emilio Arellano, autor de la investigación editada por Planeta; el historiador Santos Vergara y quien escribe estas líneas, presentaremos las Memorias prohibidas en la emblemática ciudad de Toluca del Estado de México.
MC.- ¿En qué año te enteras de la existencia de las Memorias prohibidas de El Nigromante?
EA.- Sabíamos de su existencia, en 1992 yo vi la caja encriptada con los documentos, pero por cumplir el código de honor de la familia no podíamos quebrantar la promesa por los personajes involucrados. De ninguna manera mi abuela nos hubiera autorizado a publicar el manuscrito, inclusive Boris Rosen cuando hizo la biografía de Ignacio Ramírez en 1986 sobre documentos de El Nigromante, al revisar el inédito, mi abuela le dijo que Las memorias prohibidas no entrarían en la biografía porque había una promesa por cumplir en tiempo y forma, creo que don Ignacio Ramírez tenía la última palabra en muchos puntos, sucede que en el siglo XIX la sociedad no estaba preparada para asimilar lo adelantado de su pensamiento.
MC.- En 1889, Ignacio Manuel Altamirano escribió un extenso ensayo sobre su maestro El Nigromante para los dos primeros volúmenes de Obras Escogidas, en el prólogo dijo: “el biógrafo contemporáneo se ve obligado a detenerse en ciertos límites, o corre el riesgo de lastimar algunas susceptibilidades” ¿las Memorias prohibidas complementan el primer ensayo biográfico de Ignacio Manuel Altamirano?
EA.- De todas las obras que se han publicados sobre Ignacio Ramírez a la que más aprecio le tenemos en la familia, después de cien años, sin duda es la escrita por Ignacio Manuel Altamirano, obviamente Altamirano tenía una enorme presión –tú lo sabes como descendiente- por el gobierno de Porfirio Díaz, además en la sociedad del siglo XIX no se imaginarían algunos pasajes. Recordemos que Porfirio Díaz había adjurado la Constitución 1857, renegando las Leyes de Reforma, así que hubiera sido suicida desafiar las instrucciones de Porfirio Díaz publicando las memorias de El Nigromante. Ignacio Manuel Altamirano es considerado el máximo erudito después de la muerte de Ignacio Ramírez, creo que Altamirano entendió el contenido explosivo de este tipo de documento y una vez que pasaron los períodos de guerra (1847), la Constitución de 1857, las Leyes de Reforma, el Plan de Tuxtepec, el país necesitaba un poco de paz, así que fue acertada la mesura de Ignacio Manuel Altamirano.
MC.- ¿Qué se decía en el México del siglo XIX sobre el pensamiento de Ignacio Ramírez?
EA.- El Nigromante fue precursor de la Educación laica y gratuita, desde 1847, y el máximo testimonio fue Ignacio Manuel Altamirano al beneficiarse de una beca para estudiar en el Instituto Científico y Literario de Toluca. El clero opinaba que el sistema de becas de Ignacio Ramírez era una herejía inmensa porque al permitirle estudiar a la gente humilde se les quitaría la inocencia, los despojaba del paraíso; a lo que El Nigromante respondía: “¿cómo se atreven a llamar inocencia y paraíso a la explotación de los campesinos?”.
MC.- Y en el siglo XXI, ¿de qué forma se valora el legado de El Nigromante?
EA.- Todos en México tenemos derecho a la Educación laica y el acceso de los libros de texto gratuitos gracias a Ignacio Ramírez; poco a poco la sociedad mexicana se fue volviendo crítica, nadie se conforma con la Historia Oficial, sólo dos personajes del siglo XIX sobrevivieron al tamiz y juicio público: Ignacio Manuel Altamirano e Ignacio Ramírez, ni el propio Benito Juárez pudo sobrevivir al Juicio de la Historia, estamos viendo un sinfín de publicaciones que no son nada benévolas con el “Benemérito de las Américas”.
MC.- Ignacio Ramírez fue el principal crítico de Benito Juárez, ¿lo atribuyes al afán reeleccionista del Benemérito?
EA.- No, fíjate que don Ignacio Ramírez siempre estuvo en contra del desvío del poder, él vivió en carne propia el abuso del poder, por ejemplo cuando publicó “El Manifiesto Indígena” lo enjuiciaron por atreverse a reivindicar a los indígenas, tal impacto causa el texto que todavía está grabado en el muro del Templo Mayor de Tenochtitlán. Acotando al tema de Juárez, Ignacio Ramírez renunció al gobierno de Comonfort para apoyar a Benito Juárez desde el periódico La Chinaca, pero cuando comenzó a ver que Juárez era una especie de megalómano y se perdió en el poder, El Nigromante se aventó con toda la artillería en contra de Juárez, denunciándolo –en la prensa- de terminar con todos sus adversarios políticos, mediante simulaciones de juicios sumarios. Ignacio Ramírez, durante la primera administración de Benito Juárez, ocupó cuatro Secretarías de Estado; pero con la Intervención Francesa sucedieron dos hechos que iniciaron la ruptura: Juárez estaba negociando mediante Ocampo un tratado con los Estados Unidos para entregar la Baja California y el Istmo de Tehuantepec a perpetuidad, con tal de que los norteamericanos lo ayudaran a sacar a los franceses; Ignacio Ramírez le dijo a Juárez que era un traidor y que de ninguna manera firmaría ese tratado, así que renunció a la Secretaría de Estado. Juárez lo encerró 3 veces, eran enemigos institucionales, pero en el plano personal se respetaban y sus esposas, pese a todo, fueron amigas.
MC.- Ahora que mencionas “El Manifiesto Indígena” de Ignacio Ramírez y leyendo sus aportaciones al estudio arqueológico maya, ¿en qué se traduce el indigenismo de El Nigromante?
EA.- De hecho Ignacio Ramírez es el fundador moral del Instituto Nacional de Antropología e Historia, porque en un artículo de 1867 que publicó con Ignacio Manuel Altamirano en El Correo de México, decían que: “debía ser emergente y necesaria una Institución que guardara y resguardara todas las aportaciones prehispánicas de la Nación mexicana, especializada en toda la historia anterior a la conquista”. El Manifiesto Indígena decía que “La tierra debe ser de quien la trabaja y el fruto de su trabajo debe ser para quien la cultiva”, Antonio Díaz Soto le obsequió las Obras Completas de Ignacio Manuel Altamirano a Emiliano Zapata, Antonio Díaz Soto siendo secretario de Emiliano Zapata le leía pasajes de la biografía del Nigromante y de ahí se le quedó grabado: “La tierra es de quien la trabaja”.
MC.- En la iconografía de El Nigromante destaca el mural de Diego Rivera (Sueño de una tarde dominical en la Alameda), el espacio dedicado a la Reforma lo ilustran: Juárez, Altamirano y Ramírez, con la censura a la frase original: “No hay Dios”, ¿Por qué el ateismo de Ignacio Ramírez?, ¿hablamos de un liberal anarquista?
EA.- El papá de Ignacio Ramírez era uno de los conspiradores de la Independencia en Guanajuato y Querétaro, cuando cayeron los conspiradores apresaron al padre del Nigromante y la Inquisición lo atormentó. El clero siempre ha sido un asco y solían hacerse las víctimas de la Historia, en el siglo XIX eran cien familias las que gobernaban al país: los conservadores tenían el 80% del P.I.B. y el clero era dueño de tres cuartas partes de la República, para aterrizar las cifras: cinco haciendas jesuitas equivalían a 7 Estados de la República. Don Ignacio Ramírez dijo: “Nunca va a progresar México, mientras sus instituciones y Constitución dependan de la religión”; de hecho, las fricciones comenzaron al redactar la nueva Constitución de 1857, Francisco Zarco había puesto en el texto original: “En el nombre de Dios nos damos los mexicanos la siguiente Constitución”, así que El Nigromante corrigió: “De ninguna manera en nombre de Dios, el pueblo mexicano se obsequia esta Constitución política”, siempre fue un sublime destructor del pasado; decía que la Iglesia era el peso muerto de la Nación, que no dejaban progresar a México. Coincido contigo Mario, El Nigromante era un liberal extremo, estuvo preso en nueve ocasiones por expresar sus ideas.
MC.- En las Memorias prohibidas leemos la gestión del escritor francés Víctor Hugo por la libertad de El Nigromante; también nos enteramos que durante sus años de exilio en México José Martí compartió ideas con Ignacio Ramírez, ¿qué otros vínculos estableció en el extranjero?
EA.- En 1850 Ignacio Ramírez escribió un proyecto para emancipar a Cuba de España, algunos artículos periodísticos de El Nigromante llegaron a circular en La Habana, cuentan que el padre de José Martí cuando conseguía comprar algún periódico llegaba a pagar tres pesos de oro. Tiempo después, durante la Intervención francesa, Ignacio Ramírez cayó preso, lo llevaron detenido a San Juan de Ulúa, con la orden de fusilarlo. En Francia se conocían algunos detalles de la invasión de las tropas de Napoleón III en México y llamó la atención la noticia de que habían atrapado al más jacobino e insurrecto; José Martí vivía en París (1874) y era gran amigo de Víctor Hugo y del pintor catalán Ramón Casas, al enterarse que Ignacio Ramírez sería fusilado en San Juan de Ulúa, José Martí le comentó a Víctor Hugo que El Nigromante era uno de los mexicanos más eminentes, así que Víctor Hugo escribió en la prensa francesa pidiendo clemencia ante el Congreso para que le perdonaran la vida o le conmutaran la condena mediante el exilio. Lograda su liberación fue deportado a Yucatán, El Nigromante se dedicó a copiar los jeroglíficos mayas que están en el diccionario plagiado por Thompson, la edición original dice: Texto e ilustraciones Ignacio Ramírez. Cuando José Martí llegó a México (1875-1876) le presentaron al prodigio literario de México que era Ignacio Manuel Altamirano y de repente en una comida que compartían Altamirano, Martí y Manuel Acuña llegó de improviso Ignacio Ramírez y cruzaron algunas palabras y recomendó a José Martí ante la convención nacional de sindicatos. Después hubo diferencias ideológicas entre El Nigromante y José Martí, Ignacio Ramírez proponía un socialismo abierto y responsable a diferencia del Comunismo que defendía Martí. Cien años después el tiempo le dio la razón al Nigromante, el capitalismo brutal acaba de morir, el neoliberalismo ni generó riqueza generalizada de la población, la idea es que ahora el socialismo responsable –o socialismo del siglo XXI- cada ciudadano debe contribuir al desarrollo de su país y el gobierno debe tutelar a los menos favorecidos. Las ideas de Ignacio Ramírez fueron conocidas mundialmente, porque fue el único mexicano que escribió para los congresos obreros de la Internacional de París.
MC.- México se encuentra aislado de las corrientes progresistas de Sudamérica y el Caribe, ¿están desmantelando al Estado y legado de El Nigromante?
EA.- Eso es un hecho, los conservadores se han reeditado; las ideas de Ignacio Ramírez son tan vanguardistas: la igualdad de géneros, el derecho a la educación gratuita, salario mínimo el gremio obrero y el magisterio, las becas para estudiantes de escasos recursos, la libertad de profesiones, la libertad de prensa, la legislación laboral, la repartición de utilidades…
MC.- Repartición de utilidades hasta para los periodistas, con un fondo del 3% de las ventas de todos los tirajes…
EA.- Ignacio Ramírez se preguntaba cómo es posible que el intelecto de un periodista, que genera la polémica y el interés por la información no reciba una retribución para los años de su retiro, según El Nigromante “el trabajo es capital”, las empresas debían ser entidades compartidas entre los empresarios y los trabajadores, eso incluye al trabajo editorial.
MC.- A las Memorias prohibidas les hace falta un apartado con los textos, por ejemplo, de la Emancipación de Cuba, El Manifiesto Indígena, etcétera. ¿Reeditarán las Obras Completas de Ignacio Ramírez? lo pregunto después de ver el listado de documentos que ustedes donaron y para enriquecer los esfuerzos de Ignacio Manuel Altamirano y Boris Rosen…
EA.- La idea de la familia es que los estudiantes conozcan al personaje, sus aportes legislativos en la Constitución de 1857, quiénes fueron sus amistades determinantes y las polémicas con los personajes de la época. La ironía es que el padre de la educación pública en México está proscrito en los libros de texto, desde el gobierno del PRI han censurado a El Nigromante porque se atrevió a hablar mal de Benito Juárez, pero todos los gobernantes del PRI se llenaban la boca con los discursos de Ignacio Ramírez; pasando el Bicentenario presentaremos el proyecto de reunir los 7 mil documentos del Fondo de la Familia Ramírez, era importante hablar del personaje histórico antes del Bicentenario cuando todo se va a concentrar en la Historia Oficial.
MC.- Finalmente, ¿qué tipo de cobertura ha recibido el libro Ignacio Ramírez Memorias prohibidas?, ¿la prensa es independiente a la Historia Oficial?
EA.- Las Memorias prohibidas han tenido un éxito inusitado, por los personajes que están involucrados y por la biografía de El Nigromante; rebasamos todas las expectativas y nos han pedido el libro desde Venezuela, Chile, Cuba, Guatemala, etcétera. En México ya está agotada la primera edición, vamos arriba de ventas, por encima de las novedades de escritores de narrativa; el personaje Ignacio Ramírez ha tenido un gran recibimiento en la prensa, como fue padre de la Sociedades de Escritores y fundador de varios periódicos, El Nigromante generó una algarabía, ahora que se acabaron los falsos profetas en México.
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