Saturday, October 03, 2009


Atribuye el aumento al reciente encarecimiento de la comida y a la crisis económica

Se deteriorará la calidad de vida de esa gente si no se hace nada, expresa a empresarios

Claudia Herrera Beltrán

El presidente Felipe Calderón reconoció que en su gobierno se incrementó de 14 a 20 millones el número de mexicanos en pobreza alimentaria que, afirmó, viven con menos de dos dólares diarios a causa de la crisis económica y el alza de los precios de alimentos.

Por eso solicitó verdadera solidaridad de los mexicanos con los que menos tienen y conminó a empresarios a imaginarse el impacto que tuvo para una familia en situación de pobreza alimentaria el incremento de 20 por ciento registrado en el costo de los alimentos cuando estas familias dedican la mitad de su ingreso a comprar comida.

Dos meses después de que el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Conejal) dio a conocer estas cifras de aumento de la pobreza, Calderón por primera vez se refirió al tema, en el contexto de la campaña del gobierno federal para promover su proyecto de paquete presupuestal para 2010, que plantea un nuevo impuesto de 2 por ciento.

Efectivamente, en México los datos muestran que la pobreza impactada por la crisis alimentaria, primero, y luego por la crisis económica, hizo que pasaran de 14 a casi 20 millones de mexicanos los que viven en lo que se llama pobreza alimentaria. Es decir, una condición tal que la familia no tiene ni siquiera los componentes necesarios para la alimentación de sus hijos, expresó ayer.

Fue en el congreso mundial número 23 de la Unión Internacional Cristiana de Dirigentes de Empresas (Uniapac por su anterior nombre de Unión Nacional de Asociaciones Patronales Católicas), a la que pertenecen, entre otros, Lorenzo Servitje, dueño de Bimbo, y Mariano Azuela, ex presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, quienes estuvieron en el estrado.

Pidió así responsabilidad social para que quienes más hemos recibido, quienes más oportunidades hemos tenido en la vida, de educación, de patrimonio, de valores, incluso, son los que tenemos un mayor compromiso con quienes tienen menos.

Si bien reconoció que esta crisis internacional ha implicado momentos increíblemente difíciles para muchas empresas, pidió a sus interlocutores imaginar lo que fue para más de 14 millones de mexicanos el haber enfrentado en 2008 la crisis internacional de alimentos, cuando se duplicaban o triplicaban los precios de los granos o del aceite de cocina, o de las harinas, o muchas cosas.

Si no se hace nada por ellos, advirtió, se deteriorará la calidad de vida de los mexicanos pobres y se refirió a millones de familias que viven aquí cerca, en los suburbios de la ciudad de México, en Chimalhuacán, en Chalco, en Ecatepec, y en Coacalco, así como las familias que se aglomeran en las ciudades fronterizas o de los indígenas.

Felicita a la Uniapac por evitar lucha clasista

Por otro lado, felicitó a la Uniapac –que agrupa a 30 mil empresarios católicos del mundo– porque ha tenido un papel fundamental en evitar que la tesis de confrontación y de lucha clasista haya dividido más a muchas sociedades. También, en fomentar una cultura de la solidaridad, en lugar de una cultura del odio; una cultura de la justicia y de la búsqueda deliberada de la justicia en un mundo terriblemente injusto.

Aseguró que la gran aportación de la responsabilidad social de los empresarios es no sólo coexistir sino construir capital y trabajo a partir de objetivos comunes.

Recordó que su padre, Luis Calderón Vega, fue promotor y fundador de Uniapac en Morelia, Michoacán, y que queridos amigos suyos, como Efraín González Morfín y Carlos Castillo Peraza, colaboraron en esta organización. Resaltó que su secretario de Economía, Gerardo Ruiz –presente en la ceremonia– fue presidente de la Unión Social de Empresarios de México.

Empresarios se quejan de sindicatos y monopolios

Antes, José Ignacio Mariscal Torroella, presidente de Uniapac, expresó su respaldo al mandatario en su llamado a hacer cambios, pero demandó: No a los andamiajes sindicales, que se han ido construyendo durante muchos años. No a los monopolios, que rompen con la economía de mercado con responsabilidad social. No a los procesos burocráticos que confunden, complican y detienen la ejecución del gasto y la inversión.

Mariscal Torroella, también presidente de la constructora Grupo Marhnos, empresa que ha sido señalada por Asa Cristina Laurell, ex secretaria de Salud del Distrito Federal, como beneficiaria de contratos de nuevos esquemas de privatización de la salud pública, anunció que se sumaba al golpe de timón propuesto por Calderón para que haya competitividad y eficiencia.

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