Thursday, October 01, 2009

La deuda interna aumentó en $113 mil millones y la externa en 1,500 mdd: Hacienda

La recaudación tributaria se desplomó 13%; el mayor descenso fue por IVA, con baja de 19.5

Víctor Cardoso

La situación financiera del sector público mexicano no mejora; por el contrario, se complica cada vez más, a tal grado que ante la caída en los ingresos presupuestarios el gobierno federal ha tenido que recurrir a un creciente endeudamiento interno y externo.

La Secretaría de Hacienda dio a conocer ayer que hasta agosto de este año los ingresos presupuestarios del sector público registraron una caída de 6.7 por ciento, lo que representó un déficit de 100 mil 200 millones de pesos respecto del mismo periodo de ocho meses de 2008.

A su vez, la deuda interna neta creció en 113 mil millones de pesos en el mismo periodo, en tanto que el débito externo se ubicó en 39 mil 300 millones de dólares, mil 500 millones más que en agosto de 2008 o casi 4 por ciento arriba.

Al dar a conocer su informe mensual sobre Finanzas públicas y la deuda pública a agosto pasado, la dependencia explicó que la mayor baja de ingresos se registró en el sector petrolero, los cuales fueron 22.3 por ciento menores que en agosto del año anterior. Esto representó una baja de 113 mil 944 millones de pesos.

La principal caída en la fuente catalogada como ingresos petroleros fue la correspondiente a los derechos y aprovechamientos, que resultaron 58.3 por ciento menores, esto es, 372 mil 308 millones menos que en el periodo enero-agosto del año pasado.

Este resultado se explica principalmente por el menor precio de exportación de la mezcla mexicana de petróleo en 50.4 por ciento (47.5 dólares por barril, comparado con 95.7 dólares por barril durante el mismo periodo del año anterior) y la caída en las plataformas de producción y exportación de 7.5 y 13.3 por ciento, respectivamente, justificó la Secretaría de Hacienda. Esa situación, explicó, fue compensada particularmente con la depreciación del tipo de cambio de 22.4 por ciento que se registró respecto a igual periodo del año anterior.

Aunque generador de menores recursos para el sector público, el impuesto a los rendimientos petroleros retrocedió en 2 mil 177 millones de pesos en el mismo periodo, equivalente a un desplome de 65.7 por ciento.

Reflejo de la parálisis económica, los ingresos tributarios se desplomaron 13 por ciento en el mismo periodo. Dentro de esta categoría la mayor caída la presentan los derivados de la aplicación del IVA, por 46 mil 428.1 millones de pesos, lo que equivale a un desplome de 19.5 por ciento.

En orden de importancia le siguió una baja sustancial de 17.3 por ciento en los impuestos a las importaciones, es decir, 2 mil 746 millones de pesos menos que en los ocho meses comparativos de 2008.

En el impuesto sobre la renta (ISR) –la principal fuente de recursos para el sector público, detrás del petróleo–, la baja porcentual fue menor que en el resto de los gravámenes, de 12.2 por ciento, pero representó una caída en los ingresos del sector público por 27 mil 606.5 millones de pesos, al pasar de 390 mil 5.5 millones a 362 mil 399 millones en los ocho meses del reporte.

Caminito del empeño

La deuda asumida por el gobierno federal al cierre de agosto pasado se ubicó en 2 billones 445 mil 800 millones de pesos. La variación de los saldos entre agosto de 2008 y el mismo mes de 2009 se explica por un endeudamiento neto por 276 mil 700 millones de pesos, por ajustes contables al alza de la deuda indexada a la inflación por 14 mil 200 millones de pesos y por un incremento en las disponibilidades del gobierno federal por 177 mil 900 millones de pesos, precisó la Secretaría de Hacienda.

La deuda externa neta del gobierno federal en el mismo periodo se elevó a 39 mil 300 millones de dólares, es decir, mil 500 millones de dólares más que al cierre de agosto de 2008. Este resultado se explica por un desendeudamiento neto de mil 300 millones de dólares, por ajustes contables al alza por 100 millones de dólares y por una disminución de los activos financieros denominados en moneda extranjera por 2 mil 700 millones de dólares, según el reporte.


Exige López Obrador eliminar ya los privilegios fiscales

Por ese ingreso, asalariados y pequeñas empresas aportaron 280 mil

Ciro Pérez Silva
Enviado

Santa María Yavesia, Oax., 30 de septiembre. Andrés Manuel López Obrador aseguró aquí que las grandes empresas son los grandes evasores. Señaló que, de acuerdo con cifras de la propia Secretaría de Hacienda, el año pasado 422 grupos empresariales enteraron al fisco sólo 1.78 por ciento de sus ingresos por concepto de impuesto sobre la renta (ISR), lo que equivale a que por cada millón de pesos pagaron 178, mientras un empleado o las pequeñas y medianas empresas o comercios con el mismo ingreso anual debieron pagar a Hacienda 280 mil pesos.

En este municipio zapoteco, López Obrador subrayó que esta situación viola el artículo 31 de la Constitución, en su párrafo cuarto, que obliga a los mexicanos a pagar contribuciones de manera proporcional y equitativa, por lo que nuestros diputados habrán de promover ese diálogo nacional para acabar de una vez por todas con esto a partir de una reforma legal para abolir los privilegios fiscales, y permitir con ello al país recuperarse de esta crisis sin afectar otra vez la economía de los mexicanos.

Afirmó que es impostergable un debate nacional para terminar con los privilegios fiscales que permiten a las grandes corporaciones pagar apenas 1.7 por ciento por concepto de ISR, frente al 28 por ciento del resto de los contribuyentes, lo cual explica por qué México es el país donde ocurre la mayor acumulación de grandes capitales, en muy pocas manos y en muy poco tiempo.

Como ejemplo de la diferencia que el gobierno federal hace entre las grandes corporaciones empresariales y financieras con el pueblo raso, mencionó el caso de Cementos Mexicanos, que dirige Lorenzo Zambrano. Esta empresa reportó ingresos el año pasado por 243 mil millones de pesos y no pagó impuestos, pero no sólo eso, sino que además Hacienda le entregó un crédito fiscal por 439 millones de pesos.

De estos créditos fiscales, explicó, en el mejor de los casos el gobierno recupera 0.2 por ciento al año, pporque la mayoría se condona.

También puso como ejemplo el del Grupo Posadas, que dirige Gastón Azcárraga, el que le prestó una suite en un hotel al entonces candidato Vicente Fox. Reportó ganancias por 6 mil 904 millones de pesos en 2008 y tampoco pagó impuestos, además de que obtuvo un crédito fiscal por mil 216 millones; el Grupo Aztlán reportó ganancias por 5 mil 373 millones, no pagó impuestos y obtuvo un crédito fiscal por 509 millones de pesos.

El grupo Gigante reportó un ingreso en el mismo periodo por 8 mil 385 millones, no pagó impuestos y obtuvo un crédito fiscal por mil 997 millones de pesos. En todos estos casos y en otros, de manera discrecional se autorizaron créditos que al final se cancelan, enfatizó.

Apuntó que 10 consorcios: Cemex, América Móvil, Telmex, Femsa, Bimbo, Carso, Wal-Mart, Grupo Alfa, Bancomer y Banamex reportaron en conjunto ingresos por un billón 560 mil millones de pesos y pagaron en conjunto 65 mil millones de pesos por concepto de ISR, “es decir, sólo 4 por ciento y además el gobierno les permitió diferir 95 mil 600 millones que va a terminar por condonarles.

Esto que estamos revelando aquí forma parte del decreto que acordó el entonces presidente Luis Echeverría con las grandes corporaciones empresariales y financieras en 1973, en el que se establece el régimen de consolidación fiscal. Mediante este mecanismo, utilizando empresas fantasma, los grandes empresarios diluyen su carga fiscal y evaden el pago de impuestos.

Esta ley ha permanecido prácticamente sin cambios, salvo las reformas superficiales que se hicieron en 1982, 1999 y 2005. En su origen, el régimen de consolidación fiscal se justificó como un incentivo para ayudar a la capacidad operativa y financiera de las empresas, pero con la condición de que no produjera un sacrificio fiscal o que implicara un diferimiento del pago del ISR.

Sin embargo, el propio gobierno federal reconoce que la carga fiscal de los grandes contribuyentes es significativamente reducida por el diferimiento del impuesto, además de que la incidencia del cobro ha sido marginal, lo que se agudiza con el diferimiento indefinido del impuesto.

En su recorrido de este miércoles, López Obrador, acompañado por los senadores de Convergencia, Gabino Cué, y del PRD, Salomón Jara, visitó los municipios San Pedro Yaneri, San Juan Evangelista Analco, Santa María Jaltianguis, Santa María Yavesia, Santiago Xiacui y Natividad.


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