¿Se dirige Oriente Próximo hacia la octava guerra?
Salim Nazzal
Uruknet
Traducción para Rebelión de Loles Oliván
Los resultados obtenidos por el enviado especial estadounidense a Oriente Próximo, George Mitchell, no han sido inesperados para la mayoría de los observadores árabes. En opinión del pensador árabe Klofis Maksoud, el verdadero objetivo de Netanyahu es congelar la paz y no los asentamientos. El rechazo israelí a congelar temporalmente los asentamientos significa lo que Netanyahu subrayó en todo momento: que Israel reanudará la política de robar tierras palestinas para construir más asentamientos para los judíos en la tierra del futuro Estado palestino. Ello, obviamente, está en contradicción con el compromiso de la comunidad internacional que vincula el establecimiento de un Estado palestino viable con la paz.
Sin embargo, la cuestión Palestina es mucho más compleja que el asunto de los asentamientos, que representa sólo una parte de la cuestión. Pero si utilizamos este ejemplo como un barómetro para medir la intención de Israel de integrarse en la región, la conclusión es más que evidente: Israel, como todos los estados racistas y fascistas de la historia no puede vivir sin oprimir y sin robar tierras indígenas y, por lo tanto, no puede vivir sin guerra. En el análisis final, la esencia de la cuestión palestina radica en el desplazamiento de los palestinos nativos mediante [el apoyo de] una ideología racista y asesina, con el objeto de traer gente de todo el mundo que no comparte vínculo alguno entre sí salvo el de ser judíos. Sin embargo, lo que el mundo pasa por alto es que es la falta de un enfoque integral que aglutine todos los elementos del conflicto, lo que hace difícil ver una señal de esperanza para un arreglo político.
La pregunta hoy es, ¿qué hará EEUU a la luz del rechazo de Israel a los planes de paz estadounidenses?, ¿se dará cuenta Obama por fin de que apoyar a un Estado de apartheid es absolutamente contrario a los intereses estadounidenses, cuya imagen ya está muy dañada en todo el mundo?, ¿o aumentará la presión sobre Israel para que cumpla con los planes de paz?
La mayoría de los círculos políticos árabes temen que EEUU, que no ha podido ejercer presión sobre Israel para que congele la construcción de asentamientos durante un año, presione a la parte árabe para que haga más concesiones con el fin de normalizar la relación con el Estado del apartheid judío. La reunión que tuvo lugar en Nueva York esta semana entre Obama, Abbas y Netanyahu se considera un éxito para Netanyahu, que ha podido jactarse de que ha desafiado a Obama y de que se niega a cumplir con las propuestas estadounidenses.
Los Estados árabes dicen que han formulado propuestas concretas y que la pelota está ahora en terreno israelí. La Cumbre de Beirut de 2002, que Israel ignoró, propuso relaciones diplomáticas plenas con el Estado de Israel a cambio de una completa retirada de Cisjordania. Por esa razón, algunos círculos árabes de Oriente Próximo están preocupados por las exigencias de Obama a algunos países árabes del norte de África y de la región del Golfo para que concedan algunos “gestos de normalización” con Israel, que a cambio, seguirá construyendo “únicamente” 3000 viviendas en Palestina ocupada. En el seno de estos círculos árabes han comenzado a plantearse cuestiones sobre la capacidad de la nueva Administración de romper con la sesgada posición anterior. Un político palestino con quien hablé después del discurso de Obama en NNUU, se preguntaba a qué se refiere Obama cuando utiliza el término detener la agitación palestina contra Israel. Se preguntaba: "¿Acaso los palestinos necesitan a alguien que los agite contra Israel cuando ven con sus ojos cómo Israel convierte su vida en un infierno a diario?, ¿tal vez Obama espera que los palestinos bailen cuando los judíos sionistas roban sus tierras y les humillan a diario en 600 puestos de control cuya mayor parte carece de relevancia para la seguridad de Israel y están más bien [concebidos] para humillar a los palestinos y para quebrar su voluntad de libertad?”
El histórico discurso del dirigente libio en NNUU ha planteado serios interrogantes sobre el papel de la agencia internacional en varios casos del tercer mundo; Palestina es uno de ellos. La mayoría de los observadores árabes considera que este discurso ha sido la más clara manifestación árabe ante NNUU, que ha sido incapaz de evitar más de 65 guerras y no ha hecho justicia con los palestinos. No podemos considerar que NNUU sea [igual] para todo el mundo, manifestó Gadafi. De hecho, los estados fuertes hacen lo que quieren y nadie les pregunta, mientras que NNUU es fuerte en los estados pequeños. La cuestión palestina constituye el ejemplo más nítido: Israel ocupa, asesina y roba tierras palestinas bajo la sombra del veto estadounidense, lo que consolida el argumento de Gadafi sobre la posición sesgada de NNUU. Sin embargo, el punto de vista político sobre Palestina ocupada no ha experimentado cambio alguno sobre el terreno.
El Estado de apartheid de Israel cambia su táctica de propaganda de vez en cuando, pero la estrategia sigue siendo la misma. Robar tanto como se pueda de Palestina y reducir lo más posible el número de palestinos mediante diversas formas de terror, que son los métodos preferidos del Estado sionista de apartheid. La realidad sobre el terreno es la que habla, y esta realidad demuestra claramente que el aumento de los asentamientos judíos incrementa la creación de hechos consumados sobre el terreno, que hacen imposible el establecimiento de un pequeño Estado palestino. Las principales ciudades palestinas como Kalkilia, rodeada por un muro de tres direcciones que deja sólo una entrada para acceder a la ciudad, [convertida] en una de las mayores cárceles de la historia moderna, es un pequeño ejemplo de la enorme destrucción que ha causado Israel y que sigue causando a la tierra y a la vida palestinas. Si un terremoto o cualquier otra catástrofe natural golpease la ciudad, cientos de miles de sus habitantes se encontrarían sin salida para escapar porque los muros sionistas que rodean la ciudad van en tres direcciones. Según una fuente de la defensa civil palestina a quien conocí hace poco ya ha habido varios incendios que no se pudieron extinguir porque durante una hora y media los coches de bomberos palestinos fueron retenidos en los puestos de control israelí con el resultado de que los vehículos llegaron al lugar cuando el fuego ya lo había destruido todo. El fascismo judío se hace cada día más fuerte y las esperanzas de llegar a una solución razonable van desapareciendo también. Todo ello está contribuyendo a crear un ambiente de desesperanza y pesimismo en la región y consolidando la idea de que la comunidad internacional no puede o no quiere hacer que Israel respete el derecho internacional.
En opinión de muchos observadores árabes el fracaso del plan estadounidense llevará a la región, tarde o temprano, hacia una guerra global que será el resultado lógico de la agresiva política sionista. Si nos dirigimos a la octava guerra árabe-israelí es difícil decir, pero lo que es seguro es que la ausencia de una fuerte presión sobre Israel está creando una atmósfera de desesperación y de militancia que tarde o temprano, conducirá a esa octava guerra árabe-israelí, la cual, muchos observadores predicen, será catastrófica.
*Salim Nazzal es un historiador palestino-noruego que ha escrito abundantemente sobre cuestiones sociales y políticas de la región de Oriente Próximo.
Fuente: http://www.amin.org/articles.php?t=ENews&id=3045
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