Resultado de la crisis y la apertura de autoservicios: Conacca
Las ventas de alimentos en la Central de Abasto, tianguis, mercados públicos, tiendas de abarrotes, fruterías y recaudarías cayeron 75 por ciento en el primer bimestre del año, lo que les significó pérdidas por 2 mil 800 millones de pesos, como resultado de la crisis económica y la apertura de un mayor número de tiendas de autoservicio, informó el presidente de la Confederación Nacional de Agrupaciones de Comerciantes de Centros de Abasto (Conacca), Alfredo Neme Martínez.
Al participar en el foro Mejores prácticas de distribución y comercialización de productos, organizado por la Asamblea Legislativa, señaló que en el Distrito Federal se vive la peor situación del país
, donde las ventas han caído un promedio de 35 por ciento, provocando que algunos productos como frutas y verduras se hayan convertido en alimentos de lujo, y otros aumentaran entre 10 y 15 por ciento su precio final al consumidor.
Y aún no tocamos fondo, advirtió, tras considerar que esta situación podría revertirse si la Cámara de Diputados aprueba el dictamen en el que las centrales de abasto se convierten en entidades de interés nacional, y la Secretaría de Hacienda flexibiliza la política fiscal para que los comerciantes mantengan no sólo su negocio, sino también las 500 mil fuentes de empleo que generan de manera directa, pues hoy día por cada empleo que las tiendas de autoservicio crean, se pierden entre ocho y 12 en los canales tradicionales de distribución.
Tal situación ha provocado que 170 mil negocios mayoristas y tradicionales en el país estén en riesgo de desaparecer este año, de continuar la caída de la venta de alimentos, lo que significaría 20 por ciento del universo total
, señaló.
Reconoció que las centrales de abasto han perdido competitividad, lo que ha generado una profunda crisis en la red de distribución tradicional, a lo cual se suma los cambios en los consumidores que han afectado a la cadena alimentaria, desde la producción y transformación hasta la distribución y comercialización de los productos, provocando que existan menos alternativas para el comprador de bajos ingresos.
Los productos importados, por ejemplo, se encarecieron entre un 10 y 15 por ciento, aun cuando son parte de los inventarios del año pasado, como resultado de la contracción del consumo, pero cuando se terminen habrá que importarlos a un precio superior a los 15 pesos por dólar, lo cual impactará al consumidor, aunque serán pocos quienes los adquieran, debido a la pérdida de poder adquisitivo, lo cual nos colocará en una situación de riesgo, precisó.
Por su parte, la diputada panista Margarita Martínez Fischer acusó a la administración capitalina de aniquilar
el comercio tradicional permitiendo la construcción e instalación indiscriminada de cadenas comerciales, que generan una competencia desleal, a lo que se suma el manipuleo político, principalmente con los vendedores ambulantes, lo que agudiza la crisis del sector.
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