De poco servirá elevar la recaudación si no somos capaces de gastarla adecuadamente, dijo

El gasto corriente es elevado y opaco, en detrimento de la inversión: Coparmex

Erika Duarte

El gasto corriente es muy elevado, poco eficiente y opaco, por lo que de poco va a servir una reforma para aumentar la recaudación si no somos capaces de gastarla adecuadamente, afirmó Ricardo González Sada, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).

El empresario criticó que en el contexto de la crisis el gasto corriente sea más alto que nunca en detrimento del gasto en inversión. Recordó que de acuerdo con datos de la Auditoría Superior de la Federación la burocracia se lleva 75 por ciento del presupuesto federal, lo que deja apenas 25 por ciento para capital productivo, cuando en el resto de los países miembros de la OCDE en promedio se destina más de 40 por ciento del presupuesto a la inversión.

A la ineficiencia en el gasto de los recursos públicos se suma el subejercicio en dependencias federales y en programas anticíclicos, pese a la urgente aplicación, lamentó el presidente de la Coparmex. Planteó que ante el actual panorama existen tres opciones: o nos endeudamos o se aumenta la recaudación fiscal o nos ajustamos el cinturón. Sin embargo, advirtió que no parece la mejor idea endeudarse con una base tributaria tan débil y una economía con tan poca capacidad de crecimiento.

En Coparmex estamos convencidos que es urgente concretar una reforma hacendaria de fondo que, entre otras prioridades, tenga la capacidad de recaudar más sobre una base de contribuyentes mayor, pues según cálculos, la economía informal representa hasta 50 por ciento del PIB.

Añadió que si bien se necesita aumentar la recaudación, de poco nos va a servir si no somos capaces de gastarla adecuadamente. Hoy por hoy, el gasto corriente es muy elevado, poco eficiente y opaco.

En un mensaje semanal González Sada descartó que en 2010 el país pueda tener un crecimiento de 3 por ciento, como dijo la Secretaría de Hacienda el pasado día 8. Afirmó que, por el contrario, no serán fáciles los meses que restan del año, y 2010 traerá riesgos importantes. Por lo pronto lo vamos a iniciar con unas finanzas públicas comprometidas, como no había pasado desde hace muchos años. Tanto los ingresos petroleros como los fiscales están a la baja, y en cambio el gasto corriente está más alto que nunca. Con ese antecedente el déficit público en 2010 pudiera superar el 3.6 por ciento, pronosticó.

El organismo patronal dijo que de poco servirá aumentar la recaudación si no se gasta adecuadamente, y apuntó que hay dependencias o áreas que mantienen subejercicios alarmantes desde hace años sobre todo en los ramos de salud, campo e infraestructura. Señaló que sólo en infraestructura en salud en 2008 no se gastó ni 10 por ciento de lo presupuestado y este año no se vislumbra una mejoría. Explicó que lo mismo pasa con los programas anticíclicos.

¿Hacia dónde podemos ir si ganamos poco, invertimos poco y gastamos mucho, mal y a destiempo?, planteó. Necesitamos un gasto público más eficaz, menos oneroso y bien dirigido a las prioridades, aseveró.