Cuba, caída económica menor que en México
Tímido cambio de la política estadunidense hacia la isla
En el contexto latinoamericano, la economía cubana fue una de las que mayor crecimiento reportó en los últimos años, con tasas superiores a 10 por ciento anual, pero en eso llegó la crisis y mandó a parar. La perspectiva para 2009 no es grata, aunque la caída será infinitamente menor a la que reportarán otras naciones de la región, como México comprenderá.
En su balance sobre la economía isleña, la Cepal señala que la política monetaria en 2008 continuó bajo los lineamientos de los años anteriores. Se logró la estabilidad de precios, no sólo en el segmento controlado, sino también en el segmento donde se forman la mayoría de los precios de mercados como el agropecuario. A causa de los huracanes, en septiembre escasearon algunos productos alimenticios. Los fuertes aumentos resultantes en los precios de estos productos obligaron a regularlos temporalmente en los mercados, bajándolos al nivel en que se encontraban antes de los huracanes.
Los agregados monetarios crecieron un poco más que el PIB nominal. Si bien las autoridades mantuvieron la intención de abandonar gradualmente la dualidad monetaria –cuyo elemento distintivo es un tipo de cambio oficial sobrevalorado– en 2008 no se adoptaron medidas en esta dirección. La paridad entre el peso convertible y el peso cubano se mantuvo en 1:24. De igual manera, el peso convertible mantuvo su paridad con el dólar estadunidense en 1:0.92. Si se cambian dólares en efectivo, se paga una sobretasa adicional de 10 por ciento.
Ante cierta expectativa de revaluación del peso en el primer semestre de 2008, su demanda aumentó temporalmente y causó una leve modificación de la relación entre pesos convertibles y no convertibles en circulación. Las tasas de interés se mantuvieron sin cambios, salvo por una leve disminución en las tasas de pesos convertibles que pasaron de 9.1 a 9 por ciento, igualándose con las tasas para los pesos cubanos. Se eliminó el Comité de Aprobación de Divisas a fin de descentralizar paulatinamente el manejo de divisas. Ahora los ministerios tienen la potestad de decidir sobre el uso de divisas y tienen la responsabilidad del manejo de las variables financieras.
En los primeros meses de 2009 se agravó el deterioro de la situación de solvencia externa y eso derivó en la escasez de divisas en el país. La disminución de las exportaciones y del ingreso de divisas por el turismo ha provocado un retraso en los pagos y el congelamiento de las cuentas bancarias de algunas empresas extranjeras que operan en Cuba.
Con el propósito de rectificar la situación, el gobierno decidió revisar los gastos e ingresos del presupuesto y de todos los niveles del aparato estatal y las empresas públicas para identificar medidas de ahorro y adoptar un plan de ajuste. También se redujo la cuota de alimentos subsidiados y se anunciaron medidas para bajar 12 por ciento el consumo energético. Esas medidas tendrán repercusiones adversas en el crecimiento esperado del PIB para el año.
El año pasado Cuba continuó con la política de desarrollar la cooperación con la República Popular China, su segundo socio comercial, lo que culminó en la visita del presidente de este país y la firma de numerosos acuerdos bilaterales. También se avanzó en un programa de cooperación económica con Brasil. Cuba fue incluida como miembro de pleno derecho del Mecanismo Permanente de Consulta y Concertación Política (Grupo de Río). En junio de 2009 se dejó sin efecto la resolución de la Organización de los Estados Americanos por la que en 1962 se excluyó a Cuba de dicha organización hemisférica.
Si bien el restablecimiento de la cooperación bilateral entre la Unión Europea y Cuba no traerá cambios profundos a largo plazo, en la situación actual de dificultades de financiamiento puede ayudar a mitigar parcialmente el problema. Un ejemplo es la donación de 30 millones de euros que la UE efectuó en 2009 para la reconstrucción de las zonas afectadas por los huracanes. Con España se negocia un plan de apoyo de alrededor de 270 millones de euros para la apertura de nuevas líneas de crédito, la condonación de una parte de la deuda y la renegociación de las condiciones del resto.
Otro elemento importante es el (tímido) cambio de política del gobierno estadunidense con respecto de Cuba. La administración del presidente Obama ha anunciado una política que presenta diferencias sustanciales
con la del gobierno de Bush. Se suavizaron las restricciones de compra de alimentos y medicinas de Estados Unidos y las restricciones de viaje de los cubano-estadunidenses a la isla, además de facilitarse el envío de remesas, las que incluso pueden realizarse por mayores cantidades. Sin embargo, la profundidad y el alcance de los cambios todavía no están claros.
El crecimiento económico en 2008 fue de 4.3 por ciento, tres puntos porcentuales menos que en 2007. Las condiciones externas adversas y los eventos climáticos fueron las principales causas de esta desaceleración. El consumo mostró una ligera reducción de 0.2 por ciento, ya que la contracción del componente privado (4.4 por ciento) no pudo compensarse con el aumento del componente público (7.9). Con todo, las tasas de crecimiento de ambos componentes fueron menores a las de 2007.
En parte, la disminución del consumo privado registrada en Cuba en 2008 se explica porque en el periodo 2006-2007 se dio una compra masiva de electrodomésticos como parte del Programa de Ahorro Energético dirigido a las familias. La inversión bruta creció 7.1 por ciento tras haber aumentado 2.4 en el año anterior. Las exportaciones se expandieron 16.9 por ciento, mientras que las importaciones aumentaron 2.5.
Por grandes rubros de actividad, el crecimiento más alto se registró en los servicios básicos (7.2 por ciento). Los bienes (1.8) y los otros servicios (3.9) tuvieron aumentos casi cuatro puntos por debajo de los registrados en 2007. El valor agregado en agricultura, caza, silvicultura y pesca se expandió 1.5, menos de una décima parte de la variación del año anterior, por el efecto de las condiciones climáticas adversas. Con incrementos superiores a un tercio, la caña de azúcar y la papa fueron los únicos rubros con alto crecimiento. Se registraron disminuciones en la producción de hortalizas, cereales, tabaco, cítricos y otras frutas, pero resultados positivos en la producción de leche, carne vacuna y carne porcina.
Las rebanadas del pastel
Mañana aterrizamos el tema.
Cuba, desde 47 años de bloqueo económico a la crisis actual
De acuerdo con información del gobierno cubano, el costo económico del bloqueo ilegalmente impuesto por Estados Unidos a la isla supera los 140 mil millones de dólares, amén de limitar el acceso de sus productos a los mercados internacionales y complicar al extremo la obtención de financiamiento en condiciones aceptables. Aún así, casi medio siglo de embargo
–léase bloqueo– no ha logrado el propósito de la administración Kennedy ni el de sus sucesores. A pesar de todos los pesares, la mayor de las Antillas se ha mantenido en pie, pero como planteó el presidente cubano el pasado 26 de julio, ante la crisis y los problemas económicos “no es cuestión de gritar ‘patria o muerte’, ‘abajo el imperialismo’, ‘el bloqueo nos golpea’”, sino que hay que trabajar y seguir adelante.
La Cepal aterriza el viaje por la economía cubana con lo siguiente: la estimación oficial de daños y pérdidas por los eventos climáticos de 2008 asciende a 9 mil 700 millones de dólares y es superior a todos los daños acumulados en Cuba entre 2000 y 2007, estimados en 9 mil 100 millones de dólares. Los daños más graves de estos eventos climáticos se registraron en el sector agrícola y de vivienda (530 mil viviendas afectadas, de las cuales 90 mil fueron destruidas). Para dar una idea de la magnitud del daño, vale mencionar que la capacidad de construcción de la economía cubana es de unas 50 mil viviendas al año. Por las pérdidas en la agricultura, el país tuvo que hacer importaciones extraordinarias de alimentos.
Por otra parte, el sector de transportes, almacenamiento y comunicaciones se expandió 8.3 por ciento, en gran medida por la adquisición de autobuses y camiones, con lo que se eliminó un importante cuello de botella de la economía cubana. El sector de comercio, restaurantes y hoteles mostró un declive de 2.6 por ciento respecto del alto nivel de 2006 y 2007 debido a las ventas masivas de electrodomésticos registradas en ese periodo como parte del programa de restructuración energética. Los servicios comunales, sociales y personales aumentaron 8.4 por ciento y continuaron con el buen desempeño de los años anteriores.
Al crecer sólo 1.1 por ciento, la industria manufacturera no pudo mantener el dinamismo del año anterior (9.9). Sin embargo, varios alimentos, como el azúcar crudo y refinado, la harina de trigo, los quesos y las pastas alimenticias, registraron aumentos notables. En oposición, el valor agregado de los productos metálicos, no metálicos, químicos, de cuero y de madera se contrajo. La construcción presentó resultados encontrados, con una disminución en la vivienda y un aumento en el área no residencial, para terminar el año con un aumento de 3.3 por ciento.
Medida con el índice de precios al consumidor de diciembre a diciembre, la inflación de 2008 registró una leve disminución de 0.1 por ciento en los mercados donde se utiliza la moneda nacional (peso cubano). La variación media anual fue de 2.2 por ciento, lo que refleja el impacto de los precios de los alimentos como consecuencia de los huracanes en el tercer trimestre. Sin embargo, el control de precios por parte de las autoridades logró revertir las presiones inflacionarias en el último trimestre.
La tasa de desempleo se redujo de 1.8 por ciento de la población económicamente activa a 1.6 por ciento. La tasa de desocupación femenina (2 por ciento) se mantiene ligeramente por encima de la masculina (1.3). Sin embargo, según las cifras oficiales, hay 189 mil personas en edad de trabajar que no laboran ni estudian. Esto preocupa a las autoridades, porque se trata de un segmento de la población que goza de los servicios públicos y de otros beneficios que proporciona el Estado, pero no contribuye a la sociedad.
En promedio, los salarios reales en pesos cubanos sufrieron una leve reducción (0.5 por ciento) en 2008. En cambio, los salarios medios en pesos cubanos y pesos convertibles (lo que se introdujo como una medida para estimular la productividad) mostraron un ligero incremento de 0.2 por ciento. Por su parte, los salarios mínimos tuvieron una caída de 2.2 por ciento.
Sobre el sector externo de la economía cubana, la Cepal señala que las secuelas de la crisis mundial redundaron en un vuelco del resultado de la cuenta corriente de la balanza de pagos isleña, que pasó de un superávit equivalente a 0.8 por ciento del producto interno bruto en 2007 a un déficit de varios puntos del producto interno bruto en 2008. El valor de las exportaciones de bienes se redujo 0.6 por ciento en 2008, a pesar del incremento del volumen exportado (12.2 por ciento). La determinante primordial de esta evolución fue la notable reducción del precio internacional del níquel, principal producto de exportación de Cuba. Mientras en sus niveles más altos durante el reciente auge, una tonelada valía cerca de 50 mil dólares, a comienzos de 2009 costaba menos de la quinta parte (9 mil dólares). También registraron contracciones las exportaciones de pescados y mariscos, cítricos, conservas de fruta, tabaco y medicamentos.
En lo que respecta al valor de las importaciones, el incremento fue notorio (41.3 por ciento). Casi la totalidad se debió al aumento de los precios, ya que el volumen importado creció sólo 4.4 por ciento. Mientras las importaciones de bienes intermedios se expandieron 61.7 por ciento por los altos precios del petróleo y los alimentos, las importaciones de bienes de capital sufrieron una leve reducción (0.4 por ciento). En el marco de estas tendencias negativas que afectaron el comercio, el país sufrió un deterioro de los términos de intercambio de 34.5 por ciento. El déficit comercial no pudo compensarse con los servicios que tradicionalmente tienen un resultado positivo por el turismo y las ventas de servicios médicos.
Las rebanadas del pastel
Hasta allí el informe de la Cepal. Entonces, no queda más que echarle ganas, coño, que si 47 años de miserable bloqueo (con el enorme costo financiero, económico y social que para la isla ha implicado) no han logrado doblegarlos, menos lo hará una crisis que, dicen, es pasajera. Así que menos rumba y menos bongó, chico, y pa’lante con mayor producción.
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