Carstens: un barril (de petróleo) sin fondo(s)


Elizabeth Malkin en un reciente articulo del International Herald Tribune, del pasado 8 de junio, se asombra de que “México, siendo un productor petrolero, no se haya beneficiado de los precios estratosféricos”: Al primer trimestre, “el precio del petrolero mexicano promedió 40 por ciento más que lo estimado en el presupuesto, un salto que debió haber entregado tres mil millones de dólares adicionales”.


En efecto, tanto a nivel internacional como nacional, los analistas y las opiniones publicas se han asombrado con las explicaciones marcianas del secretario de Hacienda calderonista, Agustín Carstens, quien resultó mejor mago que el anterior director del IFE, Luis Carlos Ugalde, al pretender ocultar los cuantiosos ingresos de PEMEX mediante viejos trucos de prestidigitación.

Elizabeth Malkin refiere que México es el sexto mayor productor del petróleo del mundo (otros lo envían hasta el onceavo lugar) y que los altos precios del oro negro debieron haber generado tres mil millones de dólares por encima de lo presupuestado, “pero ahora el gobierno dice que el maná no existe”. Con justa razón expresa que el anuncio de Carstens -quien resultó un verdadero barril sin fondo(s)-, “ha irritado a los políticos de la oposición, quienes declararon que los tecnócratas del gobierno estaban manipulando las cifras” en medio del debate nacional que se ha generado en torno a la privatización de PEMEX que busca la reforma calderonista por la puerta trasera. Refiere que “bajo la ley mexicana, un porcentaje del dinero adicional proveniente de los altos precios del petróleo es distribuido a los gobernadores estatales para invertir en infraestructura”.

Por cierto,¿dónde andan perdidos los gobernadores, en especial quienes dizque “gobiernan” en los estados productores de hidrocarburos? Insiste Malkin que la oposición política aduce que “el gobierno manipula las cifras para hacer aparecer peor a PEMEX de lo que se encuentra con el fin de estimular las inversiones provenientes de la privatización”. ¿A poco? Malkin cita a Carlos Elizondo, del CIDE, un anterior empleado de Fox en la OCDE, quien acepta a pies juntillas los sofismas contables de Carstens (un anterior empleado del FMI) ya que México está importando gasolina más cara que EU, sin contar “el creciente costo de subsidiar la gasolina mexicana”. Se recuerda que la OCDE, el Club de Ricos de 31 países en donde México no tiene nada que hacer y siempre figura en los últimos lugares (salvo en lo concerniente a la economía informal), recientemente “aconsejo” quitar el subsidio a la gasolina, lo cual, a nuestro humilde entender, detonaría una grave explosión social, mezclada con los incandescentes temas de la inseguridad y la profunda crisis alimentaría, ya no se diga de la ineptitud consubstancial del gobierno calderonista que ha llevado a México a la disgobernabilidad, previa a la total ingobernabilidad: una verdadera clepto-kakistocracia.
Según los apologistas del inepto calderonismo, con su gabinetito de undécima, resulta ahora que PEMEX exporta menos petróleo e importa más gasolina. ¿Hasta ahora se dieron cuenta de la necesidad imperante de invertir apremiantemente entre cinco mil y diez mil millones de dólares para la construcción de dos refinerías? ¿Para qué diantres, sirven los más de ochenta y cinco mil millones de dólares de reservas de Banxico, en la etapa aciaga del locuaz Ortiz Martínez, quien anda más preocupado en intentar ridículamente salvar al desplomado dólar estadounidense, en lugar de consagrarse a una política monetaria articulada con el desarrollo y crecimiento de México?

Independientemente del agotamiento del yacimiento Cantarell, es obvio que los disfuncionales gobiernos panistas de Fox y Calderón han jugado con la producción de PEMEX a su antojo sexenal, subiéndola o bajándola de acuerdo a las circunstancias políticas del momento, ya no se diga a la absorbente voluntad unilateral de EU.

Son los mismos personajes del PRI y del PAN de la catástrofe, petrolera mexicana, quienes desde hace un cuarto de siglo han manejado al sector energético a rienda suelta -Labastida Ochoa, Téllez Kuenzler, Reyes Heroles Jr, Elizondo Barragán, Bueno Torio, Calderón Hinojosa, Mouriño Terrazo, etcétera- y ahora se han puesto de acuerdo en “lo oscurito” para cocinar una reforma energética entreguista que beneficie a sus intereses particulares y trasnacionales, específicamente texanos y gallegos.

Lo real es que la nueva magia contable de Carstens, quien es el verdadero controlador de PEMEX, ha hecho que se esfumen 20 mil millones de dólares. ¡Ni David Coperfield!
No es la primera vez que se generan agujeros negros en PEMEX, un verdadero Establo de Augías de los panistas y priistas desde hace 70 años, así que tampoco hay que asombrarse tanto: !Si sucediera lo contrario, esa sería la noticia! Antes que enunciar falsos “diagnósticos” y dictaminar tratamientos tóxicos, lo que urge imperativamente es una triple auditoria ciudadana -es decir, realizada por la UNAM y el INP- a PEMEX, la Secretaria de Hacienda y Banxico en forma integral, ya que de otra manera la opinión publica nunca sabrá el destino de los suculentos ingresos petroleros que son desviados
mediante cañerías de desagüe contable en el inframundo financiero de la presente clepto-kakistocracia (clepto: hurtar; y kakistcracia: el gobierno de los peores.)

Mata de risa cómo Calderón Hinojosa, Mouriño Terrazo, Georgina Kessel y Reyes Heroles Jr. pretender sustentar apresuradamente un “diagnostico” infalible, sin haber realizado previamente una historia clínica, un examen físico del “paciente petrolero”, exámenes de laboratorio y de gabinete; es decir, de acuerdo a la semiología clínica que parctica la medicina, una triple auditoria del circuito cleptomaniaco constituido fiscalmente por la Secretaria de Hacienda, Banxico y PEMEX, de acuerdo al imperante modelo neoliberal depredador que privatiza las ganancias y socializa las perdidas. Así que no hay nada de que asustarse y menos asombrarse de los mágicos pases contables de Carstens, nuestro insigne barril sin fondo(s) nacional, ya que los cuantiosos ingresos petroleros y gaseros están destinados a ser disipados y despilfarrados en beneficio del Grupo Monterrey y del circulo tuxpeño constituido por la dupla Roberto Hernández Ramírez (un parásito seudo-empresario “amigo” de Fox, Zedillo y Salinas, quien ha sido subsidiado por los gobiernos priistas y panitas neoliberales, habiendo sido rescatado de sus cuantiosas quiebras y, además, recompensado con múltiples dadivas; la evasión de impuestos, la captura accionaria de un importante paquete de Televisa etcétera) y Reyes Heroles Junior, la Mula de Troya de la parasitaria plutocracia neo-feudal mexicana, además de “coyote” de las trasnacionales texanas. A final de cuentas, la magia del barril sin fondo(s) llamado Carstens sentencio que PEMEX perdió 800 millones de dólares, en lo que incidió también la devaluación del dólar ya que se reciben menos pesos. ¿Quién será el tonto que se lo crea?

Pues aunque suene inverosímil, la magia de Carstens ha sido aceptada sin chistar por los panistas y pristas neoliberales. En realidad, detrás de la magia contable de Carstens se encuentran los preparativos para enajenar a PEMEX y entregarlo al peor postor y al mejor impostor; es decir, a las trasnacionales texanas y gallegas.

La disipación de los ingresos de PEMEX forma parte de un estratagema maligno para quitar el subsidio a las gasolinas y dejarle el camino abierto a las trasnacionales texanas y gallegas para adueñarse de PEMEX y conseguir inmensas ganancias, siempre y cuando se apruebe la envenenada reforma energética de la clepto-kakistocracia calderonista.

ALFREDO JALIFE-RAHME

(Exclusivo para Voces del Periodista)