Denuncian forma para robar: cargar camiones con más combustible que el declarado
Inspectores de la paraestatal cobran para no reportar cuando se violan sellos de cisternas, acusan
Otros trabajadores aconsejan los lugares en que se deben colocar las tomas clandestinas, señalan
Personajes relacionados con el PRD y el PAN han sido vinculados con los hurtos a la empresa
El saqueo a Petróleos Mexicanos (Pemex) en la cuenca de gas natural de Burgos, ubicada en los estados de Nuevo León, Coahuila y Tamaulipas, es operado principalmente por empleados de la paraestatal, de acuerdo con fuentes internas de la empresa.
Pocos son los nombres conocidos de quienes están involucrados. Miguel Ángel Almaraz Maldonado, ex presidente del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en Tamaulipas, detenido el 31 de marzo pasado, es considerado por la Procuraduría General de la República (PGR) responsable del caso más sonado en la entidad de robo de los derivados de gas natural en Burgos.
Junto con Almaraz Maldonado se detuvo a José Raúl Zertuche, Jesús Óscar Ibarra, Álvaro Jacinto Martínez, Yolanda Carrizales, Nora Elvira Hernández, José Salvador Alemán, Omar Lorenzo Marín y Leonel Rodela.
Según la PGR, esas personas exportaban y vendían hidrocarburos robados en campos de recolección en la cuenca de Burgos, de donde se enviaban en camiones tanque a Estados Unidos, con documentos aduanales que declaraban otros productos.
De acuerdo con las pesquisas, el condensado de petróleo se vendía a refinadoras estadunidenses cuyos pagos se triangulaban en diversas cuentas con el fin de ocultar el origen y el destino de los recursos.
También se recuerda en Tamaulipas que en 2006 se descubrió combustible hurtado en camiones cisterna propiedad de José Ramón Gómez, El Pepillo, suegro del diputado local panista Francisco García, ex coordinador nacional de alcaldes del blanquiazul que respaldaron la candidatura presidencial de Felipe Calderón.
Medios regionales aseguran que en lo que va de los gobiernos federales panistas, la pipas del suegro de García se han hallado en más de 10 ocasiones con combustible robado en las plantas del Activo Burgos.
Sin embargo, en la mayoría de los casos, los choferes de las unidades de carga asumen la responsabilidad del ilícito, y no se procede contra el propietario de la empresa
, de acuerdo con un editor de Reynosa.
Menos claras son las imputaciones en Nuevo León y Coahuila. Personal de Pemex que habló a condición de guardar su anonimato, refirió que otros hurtos contra la paraestatal se cometen al sobrecargar los camiones tanque, anotando una cantidad menor de la que realmente se surtió.
También indicaron que los robos a Pemex son facilitados por la participación de personas que laboran o han trabajado para la empresa, pues conocen dónde se localizan válvulas que permiten la colocación de válvulas para tomas clandestinas.
Los informantes señalaron que personas encargadas de verificar los sellos de cisternas de Pemex pasan por alto cuando los han violado, a cambio de mil pesos por cada ocasión en que ocurra.
El número de tomas clandestinas detectadas en Nuevo León ha aumentado en años recientes: en 2007, Pemex reportó 11 de ellas; en 2008 la cifra subió a 33, y en los primeros siete meses de 2009 se contabilizaron 28 sitios donde se ordeñaban ductos de diesel y gasolinas.
Fuentes de la PGR sostuvieron que en Coahuila el robo de combustible se ha modificado en los recientes tres años, al pasar de actos aislados perpetrados por distribuidores clandestinos de carburantes, especialmente diesel, a la operación sistemática de grupos que controlan el tráfico de drogas en la entidad.
De acuerdo con las indagatorias, los principales compradores de combustible robado en Coahuila son operadores de tráileres y camiones de carga que se desplazan por la carretera Saltillo-Monterrey y por la autopista Saltillo-Torreón; también se investiga la participación de estaciones de servicio ubicadas en la capital del estado, así como en Torreón y Monclova.
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