Las percepciones exorbitantes son ilegales: constitucionalistas
Alfredo Méndez
Un magistrado electoral en México percibe al año más de 4 millones de pesos (entre sueldo y prestaciones), casi la misma cantidad que tiene como salario el presidente de Estados Unidos, Barack Obama (quien gana 400 mil dólares anuales, 5.2 millones de pesos), y 46 por ciento más de lo que recibe en 12 meses el presidente de la Corte Suprema de Justicia de aquel país (217 mil 400 dólares, cerca de 3 millones de pesos).
Estas cifras acerca de lo que perciben al año funcionarios de alto nivel de los poderes Ejecutivo y Judicial de Estados Unidos son oficiales, y fueron consultadas ayer por La Jornada en la página electrónica del Senado estadunidense: www.senate.gov/reference/resources/pdf/RL33245.pdf.
Otro dato obtenido en ese portal de Internet ejemplifica la enorme diferencia de salarios entre los juzgadores mexicanos y los estadunidenses, ya que mientras el presidente de la Corte Suprema de Colorado gana 142 mil 708 dólares al año (un millón 855 mil 204 pesos), un magistrado mexicano del Tribunal Electoral del Poder Judicial Federal (TEPJF) recibe en 12 meses 4 millones 116 mil 646 pesos (343 mil al mes).
En su edición de ayer, este diario hizo del conocimiento público el contenido del Manual de percepciones, prestaciones y demás beneficios de los servidores públicos del Poder Judicial de la Federación (PJF) para el ejercicio fiscal 2009, que establece que los siete magistrados del TEPJF ganan en conjunto 28 millones 816 mil 723 pesos anuales.
Esas revelaciones provocaron críticas al PJF y al Congreso de la Unión de parte de los constitucionalistas Elisur Arteaga Nava, profesor de la Escuela Libre de Derecho, y Raúl Carrancá y Rivas, maestro emérito de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Arteaga manifestó ayer, en entrevista con este diario, que en las excesivas
asignaciones presupuestales que cada año le autoriza la Cámara de Diputados al PJF, está el meollo de las escandalosas
prestaciones que permiten a los siete magistrados electorales y a los 11 ministros de la Suprema Corte de Justicia percibir más de 4 millones de pesos al año, en un país que cuenta con 70 millones de pobres.
Lo preocupante es que esta ligereza legislativa contribuye a que México cuente con un sistema de justicia caro, lento y que privilegia exclusivamente a los ricos y a los poderosos
, expresó.
Arteaga añadió que lo más grave es que estos salarios exorbitantes representan una flagrante violación al artículo 127 constitucional, que establece que el Presidente de la República, los ministros, los senadores y demás servidores públicos recibirán una percepción adecuada por sus funciones, empleo, cargo o comisión, la cual será determinada anualmente en los presupuestos, por lo que cualquier ingreso aparte de su sueldo mensual es violatorio de la Carta Magna
.
En el mismo sentido se expresó Raúl Carrancá y Rivas, quien sostuvo: “ahora que leo esta información de La Jornada veo con enojo cómo es que los magistrados electorales son verdaderos mandarines chinos… ¡Con razón se dan de puñaladas para llegar a estos cargos! ¡Pobre México: tan pobre su gente y tan descarados sus magistrados!”, soltó el jurista.
Elisur Arteaga destacó que este tipo de prestaciones avaladas por la Cámara de Diputados encarecen nuestra justicia y el proceso electoral en forma innecesaria, porque son magistrados que finalmente trabajan cuando mucho cinco meses al año. Estamos manteniendo a juzgadores con salarios que superan a las percepciones de aquellos magistrados de países del primer mundo, pero la justicia que imparten no está en ese nivel
.
Finalmente, Artegaga puntualizó: “estas prestaciones demuestran cómo funciona el aparato de Estado: ‘se te paga bien magistrado, se te atiende como rey. El legislador te autoriza tu presupuesto… y después, yo, titular del Ejecutivo, te cobro el favor para que tu me resuelvas en tal o cual sentido’”.
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