El lunes 7 el diario La Nación de Buenos Aires tituló en portada: "Arrasó Evo Morales y su poder será casi total". Luego eligió como subtítulo un enunciado que destila desprecio por el ejercicio democrático que este y otros medios similares reclaman a los gobiernos no derechistas: "Habría logrado el control del Parlamento. Temen una dictadura". En otras palabras, si obtienes muchos votos te vuelves un dictador, sobre todo si eres indio y hablas de ponerle fin a la pobreza y la discriminación.
Por: *Hugo Muleiro
::teleSUR
La ratificación formidable que obtuvo el domingo el proyecto político, económico, social y cultural que encabeza el presidente boliviano, Evo Morales, arruinó el sistema digestivo de los representantes periodísticos de la derecha regional. En otras palabras, a todos ellos les dio náuseas y no hacen otra cosa que ensuciar sus páginas, colmándolas de fetidez.
El recorrido de los enunciados y las fórmulas ideadas para tergiversar el avance del proyecto de cambio en Bolivia puede ser interminable y resultar aburrido, pero el diario La Nación de Buenos Aires, portavoz consumado de la derecha más retrógrada de ese país y del continente, dio un paso grande hacia el desfiladero del grotesco periodístico y, con ello, del político.
El lunes 7, ese diario tituló en portada: ''Arrasó Evo Morales y su poder será casi total''. Luego eligió como subtítulo un enunciado que, además de contener un uso incorrecto del verbo en condicional, destila desprecio por el ejercicio democrático que este y otros medios similares reclaman a los gobiernos no derechistas: ''Habría logrado el control del Parlamento. Temen una dictadura''.
En otras palabras, si obtienes muchos votos te vuelves un dictador, sobre todo si eres indio y hablas de ponerle fin a la pobreza y la discriminación. El lector que no crea en la trascripción de estos títulos de La Nación de Buenos Aires merece comprensión, porque es cierto que rozan la demencia.
El artículo menciona la posibilidad de que las fuerzas que respaldan al presidente Morales obtengan dos tercios en el Congreso Nacional, con lo cual ''tendrá carta blanca para profundizar su revolución socialista e indigenista, algo que preocupa a los partidos tradicionales, que denuncian que una dictadura está en ciernes''.
Arriesgando -aunque no mucho- una profundización de esta hipótesis de un diario libre, independiente y defensor de la democracia como La Nación, se verá que estamos ante un cambio histórico sobre los modelos de participación: conviene que en adelante los pueblos no voten, pues si lo hacen mayoritariamente por un candidato, pasaremos de un día para otro de democracia a dictadura.
Visto así, tenemos el riesgo de dictadura también en Estados Unidos, madre patria de La Nación y tantos otros diarios latinoamericanos que se le parecen en discurso y contenidos: es verdad verdadera que Barack Obama obtuvo una mayoría bien visible de votos y que su partido, el Demócrata, tiene también mayoría propia en la Cámara de Representantes (diputados) y en la de Senadores.
No se encontrará en los archivos de La Nación un artículo que nos haya salvado la vida dándonos esta alerta cuando Obama ganó las elecciones en noviembre de 2008, pero seamos comprensivos: ya se sabe que interpretar correctamente los cambios históricos toma su tiempo, aún a la derecha que tanto nos ilumina con su sabiduría sobre democracia, participación y votos.
*Periodista argentino, ensayista y docente de periodismo
No comments:
Post a Comment