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Todas las milicias que operan en Filipinas deben ser disueltas de inmediato, al tiempo que sus armas deben ser incautadas, según órdenes dadas por la presidenta de ese país asiático, Gloria Macapagal Arroyo, lo que representa la primera medida del Gobierno luego de la matanza perpetrada por un "ejército privado" hace un par de semanas al sur de la nación.
Según el ministro de Defensa filipino, Norberto Gonzales, la decisión de Arroyo se debe a que se constató que hasta 132 "ejércitos privados" existen y operan a sus anchas en el país, la mayoría a sueldo de políticos o ricos terratenientes que imponen por las armas el dominio de sus feudos.
Una de estas guardias pretorianas fue precisamente la que el pasado 23 de noviembre secuestró y luego ejecutó a 57 personas por supuesta orden del clan de los Ampatuan, familia que gobierna la sureña provincia de Maguindanao, en la isla de Mindanao.
Esta tragedia provocó que el Ejecutivo filipino declarara la ley marcial en la provincia, se incautaran los arsenales de armas ocultos por la familia Ampatuan y se detuviera a varios miembros de ese grupo político, entre el hijo del gobernador, Andal Ampatuan, el principal acusado por la masacre.
Sin embargo, unos tres mil sicarios del clan siguen en libertad y el día lunes mantuvieron varios tiroteos contra los militares que ahora controlan Maguindanao.
Para evitar que estos sucesos se repitan, Arroyo creará una nueva comisión gubernamental que supervise el desarme en cuanto sea revocada la orden ejecutiva emitida por el Gobierno en 2006, la cual autoriza mantener los "ejércitos privados" bajo la denominación de "organizaciones de voluntarios civiles".
Parte de los mercenarios procede de las filas de la antigua Unidad Geográfica de Fuerzas Armadas Civiles (CAFGU), un grupo paramilitar creado por el ex presidente Ferdinand Marcos (1965-1986) para combatir a las guerrillas musulmanas.
Otros sicarios son ex policías, militares y hasta miembros de bandas callejeras y sindicatos de extorsión reclutados por políticos, empresarios o familias ricas para proteger sus negocios y residencias particulares.
Las milicias privadas son una seña de identidad de la política filipina, pues los mercenarios son los habituales encargados de intimidar a la población y los rivales del gobernante de turno para perpetuar a éste en el poder, sobre todo en período electoral.
De esta forma, el director general de la Policía, general Jesús Verzosa, admite que lo más probable es que la violencia aumente a medida que se acerque la fecha de inicio de la campaña para las elecciones legislativas y presidenciales de mayo del próximo año.
Los comicios de 2007 fueron considerados "relativamente pacíficos" porque hubo 129 muertes, según los observadores internacionales.
El principal sospechoso de ordenar la matanza de 57 personas en el sur de Filipinas, Andal Ampatuan, fue acusado la semana pasada de manera formal por asesinato, siete días después de la tragedia que resultó de la rivalidad entre dos grupos políticos del archipiélago asiático.
La acusación responde al testimonio de unos diez testigos, que según el Fiscal a cargo del caso, Al Calica, aseguraron ver a Ampatuan liderando la banda de hombres armados, entre ellos policías, que ejecutaron a más de 50 personas en Maguindanao.
Ampatuan, alcalde de una localidad del sur de Mindanao, e hijo del gobernador de Maguindanao, quien lleva el mismo nombre, se entregó a las autoridades filipinas después de que veinte de sus sicarios fueran detenidos.
La referida masacre se produjo luego de que cerca de 100 hombres armados secuestraron a un grupo de 60 personas, el cual participaba en la formalización de la candidatura a gobernador de Maguindanao de Ismail Mangudadatu, quien pretendía el cargo que ha ocupado el padre de Ampatuan desde hace ocho años.
http://www.telesurtv.net/noticias/secciones/nota/63277-NN/gobierno-filipino-ordena-desarmar-y-disolver-ejercitos-privados/
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