Thursday, April 30, 2009


Origen y significado del 1º de Mayo Imprimir Correo

Escrito por Vladimir de la Cruz

Mayo 07, 2009

En Chicago, en 1886, se llevaron a cabo durante los meses de marzo y abril grandes movimientos huelguísticos, al igual que en el resto de las ciudades más importantes de Europa. El propósito de estos era establecer una jornada única y máxima de ocho horas de trabajo en los centros de trabajo. La parte final de esa lucha, el primero de mayo, fue en razón de que ese día se discutía en asambleas de trabajadores y patronos la contrataciones de trabajo para el año venidero, de manera que allí se establecían condiciones de empleo, salario, jornadas etc.



1 de mayo
El día primero de mayo en la vida del movimiento obrero, sindical y popular, de todos los países, es una fecha que cada año revive la gesta heroica de los llamados "Mártires de Chicago".


Desde 1882, la Federación Americana del Trabajo, asumió esta preocupación recogiendo los sentimientos de lucha que desde varios años antes realizaba la Organización de los Caballeros del Trabajo. Los Congresos Obreros de 1883, 1884 y 1885 lanzaron la idea de organizar en 1886 el movimiento huelguístico general que permitiera, sobre una situación de fuerza, presionar los contratos que se celebrarían ese primero de mayo, con la consigna única del establecimiento de la jornada de ocho horas.

Dos meses de intensas luchas, de huelgas preparatorias, de movilizaciones obreras, de enfrentamientos con los cuerpos policiales; meses de agitación en todos los centros industriales, ferrocarrileros, mineros y oficinas de empleados de gobierno, de costa a costa, conmovieron los Estados Unidos, concentrándose en la ciudad de Chicago los principales acontecimientos de esta jornada.

En Europa, por su parte, igual situación se vivía, en todos los países y centros de trabajo. Especial papel desempeñaban los grupos anarquistas y socialistas.

Estos sucesos fueron, en cierto modo, el resultado de los cambios operados por la Revolución Industrial, que desde fines del Siglo XVIII hizo posible la transformación de la manufactura en la producción de gran escala, el desarrollo de la industria textil, el empleo de la maquinaria cada vez más compleja; la aplicación de la energía de vapor, el surgimiento del ferrocarril y la modernización de la navegación, cambiando las funciones y las relaciones de los trabajadores, sus condiciones materiales de vida y su situación social haciendo surgir al obrero moderno y al proletariado industrial.

Los trabajadores carecían de legislación social y laboral protectora frente a los abusos que estaban siendo sometidos, entre ellos jornadas de 12, 14, 16 o más horas de trabajo de las cuales no escapaban niños ni mujeres, en condiciones malsanas, pesadas y peligrosas. Los niños eran empleados para limpiar las chimeneas de fábricas, lo cual generó múltiples protestas y luchas para protegerlos y regularles sus condiciones de trabajo.

Preocupaciones tempranas hubo por rebajar las jornadas de trabajo. Desde 1791 los carpinteros de Filadelfia declararon una huelga para exigir la jornada de 10 horas y pago adicional por trabajo extra. Durante las décadas siguientes se desarrollaron diferentes protestas para rebajar la jornada.

A partir de 1880 resurgió el movimiento por las ocho horas, con énfasis en la búsqueda de una ley. Su no promulgación obligó a los obreros a presionar con la acción de sus propios medios -con el paro o la huelga- en las empresas cuyos patronos se negaban a esta jornada.

En 1881 se fundó en Pittsburg la American Federation Labor que agrupó trabajadores de los Estados Unidos y el Canadá. En su Congreso constitutivo exigió el cumplimiento de la jornada de 8 horas en obras públicas. En 1882, en su II Congreso la delegación obrera de Chicago propuso extender el beneficio de la jornada de 8 horas a todos los trabajadores sin distinción de sexo, edad u oficio.

En 1883 en el III Congreso de la AFL se solicitó al Presidente de los Estados Unidos impulsar la ley de las ocho horas, y definir posiciones a los Comités Nacionales de los Partidos Demócrata y Republicano sobre esta jornada. Los partidos eran sordos a las demandas obreras, lo que obligó a los sindicatos a tomar acciones más decisivas y de fuerza. En noviembre de 1884 se reunió en Chicago el IV Congreso de la AFL. En éste destacaron los dirigentes sindicales Frank K. Foster y Gabriel Edmonston, quien propuso la acción práctica de hacer respetar el 1º de mayo de 1886 la jornada de ocho horas, declarando la huelga de inmediato allí donde los patronos se opusieran. En el V Congreso, en 1885, se confirmó de nuevo esta lucha pidiendo a las organizaciones sindicales de todo el país hacer respetar esta resolución a partir de esa fecha.

El 16 de agosto 1885 en el Congreso General de Baltimore se dispuso que la primera y más importante exigencia, para redimir al trabajo de la esclavitud capitalista, era la promulgación de la ley fijando en ocho horas para todos los Estados Unidos la jornada normal de trabajo.

De igual modo, el Congreso de los Caballeros del Trabajo, en la ciudad de Hamilton, se sumó a la lucha y a la agitación general para lograr las ocho horas. Por su parte, la Federación Americana del Trabajo, preparó un contrato tipo que debía negociarse el 1º de mayo de 1886.

El 1º de mayo llegó. En las principales ciudades y Estados de los Estados Unidos se realizaron manifestaciones bajo la consigna general que "a partir de hoy nadie debe trabajar más de ocho horas por día' ¡Ocho horas de trabajo! ¡Ocho horas de descanso! ¡Ocho horas de recreación! Todo el país estaba movilizado. Alrededor de 11.000 huelgas agitaban los Estados Unidos. Cerca de 500.000 personas se hallaban en paro. Un 80% de los movilizados logró su objetivo.

La lucha obrera en Chicago se prolongó los días siguientes. El 4 de mayo en una manifestación se produjo un atentado, con saldo de muertos y heridos, que justificó a la policía para culpar de ello a los dirigentes del movimiento obrero de esta ciudad, la mayor parte de ellos emigrantes. A August Spies, Michael Schwab, Samuel Fielden, Adolfo Fischer, George Engels, Luis Lingg, Oscar W. Neebe y Alberto T. Parsons se les acusó de conspiración y asesinato; de querer provocar la revolución social, siendo el Primero de Mayo la fecha escogida para ello. El juicio que se les siguió y su condena a la horca, a la mayoría de ellos, es lo que dio origen a que se les conozca como los Mártires de Chicago, luego que el 11 de noviembre de 1887, en la Cárcel de Chicago, fueron ejecutados estos dirigentes obreros, anarquistas y socialistas.

En 1888, el movimiento obrero norteamericano convocó, a nuevas jornadas de lucha a realizar el 1 de mayo de 1890, con la finalidad de establecer de modo general en Estados Unidos la jornada de ocho horas. En 1889, en París, dos congresos obreros de orientación socialista, se sumaron a las luchas de los trabajadores estadounidenses. Pero, el Congreso reunido en la Sala Petrelle señaló que el Primero de Mayo debía seguirse celebrando a perpetuidad, de modo que cada año los trabajadores, en todo el mundo, hicieran un balance de las luchas realizadas y plantearan las demandas a lograr en el año siguiente. Este es el origen por el cual desde 1890 se celebra el primero de mayo como día internacional de los trabajadores.

En Costa Rica se inició esta celebración en 1913, por iniciativa de la Confederación General de Trabajadores, fundada ese mismo año, y por el Centro de Estudios Sociales Germinal, que reunía obreros e intelecturales como José María Zeledón Brenes, autor de la letra del Himno Nacional, Omar Dengo, Carmen Lira y Joaquín García Monge. Desde 1913 reconoció el ligamen de la celebración nacional con las luchas internacionales que le dieron origen.

En diciembre de 1920, resultado de movimientos huelguísticos que se dieron durante todo el año, se aprobó la ley que fijó la jornada máxima de ocho horas de trabajo, la cual no se cumplió en muchos casos, lo que se expresa en el Programa del Partido Reformista en 1923 y del Partido Comunista en 1931 y en la luchas obreras de esos años.

Con motivo del establecimiento de las Garantías Sociales y la promulgación del Código de Trabajo, en 1943, resultante de la alianza política lograda entre el Gobierno del Dr. Calderón Guardia, la Iglesia Católica, dirigida por Monseñor Sanabria y el Partido Vanguardia Popular, jefeado por Manuel Mora Valverde, esta jornada se elevó a rango constitucional.

Para los costarricenses y centroamericanos el Primero de Mayo también evoca la rendición del filibustero William Walker, fecha que afirma el sentimiento patriótico de defender siempre la Patria, su soberanía y la dignidad nacional.

(Publicado en Al Día 1º de mayo 1998 p. 6)

Al pie del cadalso

Una vez que el Tribunal, el 20 de agosto de 1886, leyó el veredicto del jurado de condenados a muerte, procedió a darles la palabra para que se refirieran al mismo. Solo Adolf Fucher fue condenado a 15 años de prisión y trabajos forzados.

Palabras de AUGUST SPIES, 31 años, periodista y Director del periódico ARBEITER ZEITUNG, nació en Alemania Central.

Al dirigirme a este tribunal lo hago como representante de una clase social enfrente de los de otra clase enemiga...Mi defensa es vuestra acusación; mis pretendidos crímenes son vuestra historia...Sólo...testigos pagados por la policía, pueden hacerme aparecer como criminal... Hemos explicado al pueblo sus condiciones y las relaciones sociales; le hemos hecho ver los fenómenos sociales y las circunstancias y leyes bajo las cuales se desenvuelven; por medio de la investigación científica hemos probado hasta la saciedad que el sistema del salario es la causa de todas las iniquidades, iniquidades tan monstruosas que claman al cielo...hemos dicho, además, que el sistema del salario, como forma específica del desenvolvimviento social, habría de dejar paso, por necesidad lógica, a formas más elevadas de civilización; que dicho sistema preparaba el camino y favorecía la fundación de un sistema cooperativo universal, que tal es el Socialismo. Creo como Burke, como Paine, como Jefferson, como Emerson y Spencer..., que el estado de castas y clases, el estado donde una clase vive a expensas del trabajo de otra clase -a lo cual llamáis orden- ... bárbara forma de organización social, con sus robos y asesinatos legales, está próxima a desaparecer y dejará pronto paso a una sociedad libre, a la asociación voluntaria o a la hermandad universal... ¡Podéis, pues, sentenciarme...pero que al menos se sepa que aquí, en Illinois, ocho hombres fueron condenados por creer en un bienestar futuro, por no perder la fe en el triunfo final de la Libertad y de la Justicia!... Aquí os halláis sobre un volcán, y allá y acullá, y debajo, y al lado, y en todas partes surge la Revolución.

Palabras de MICHAEL SCHWAB, 36 años. Tipógrafo y encuadernador, nació en Baviera, Alemania.

...Un movimiento social no es una conspiración, y nosotros todo lo hemos hecho a la luz del día. No hay secreto alguno en nuestra propaganda. Anunciamos de palabra y por escrito una próxima revolución, un cambio en el sistema de producción de todos los países industriales del mundo, y ese cambio viene, ese cambio no puede menos que llegar... Todos los días se cometen asesinatos; los niños son sacrificados inhumanamente, las mujeres perecen a fuerza de trabajar y los hombres mueren lentamente, consumidos por sus rudas faenas y no he visto jamás que las leyes castiguen estos crímenes... Como obrero que soy, he vivido entre los míos; he dormido en sus tugurios y en sus cuevas; he visto prostituirse la virtud a fuerza de privaciones y de miseria, y morir de hambre a hombres robustos por falta de trabajo. ... ¿Qué han hecho los partidos políticos tradicionales por el pueblo? Prometer mucho y no hacer nada, excepto corromperlo comprando votos el día de elecciones. Es natural, después de todo, que en un país donde la mujer tiene que vender su honor para vivir, el hombre se vea obligado a vender su conciencia...

Palabras de OSCAR NEEBE, 36 años. Vendedor de levaduras en una empresa de su familia, de ideas anarquistas. De padres alemanes, nació en Filadelfia. Fue organizador de varios sindicatos. Desde joven se vinculó a la lucha de los desheredados y de los trabajadores.

...Mi trabajo como vendedor de levaduras me había puesto en contacto con los panaderos. Ví que...eran tratados como perros... Y entonces me dije: A estos hombres hay que organizarlos; en la organización está la fuerza. Y ayudé a organizarlos. Fue un gran delito. Aquellos hombres ahora, en vez de estar trabajando 14 y 16 horas, trabajan 10 horas al día... Y aún más: cometí un delito peor... Una mañana ... ví que los obreros de las fábricas de cerveza de la ciudad de Chicago entraban a trabajar a las 4 de la mañana. Llegaban a su casa a las 7 u 8 de la noche. No veían nunca a su familia;...a sus hijos, la luz del día... Puse manos a la obra y los organicé... he ahí mis delitos. Pues bien: me apena la idea de que no me ahorquéis, honorables jueces, porque es preferible la muerte rápida a la muerte lenta en que vivimos... ¡Dejadme participar de la suerte de mis compañeros! ¡Ahorcadme con ellos!.

Palabras de ADOLF FISCHER, 30 años. Periodista. Nació en Bremen, Alemania.

...Solamente tengo que protestar contra la pena de muerte que me imponéis, porque no he cometido crimen ninguno. He sido tratado aquí como asesino y sólo se me ha probado que soy anarquista. Pero si yo he de ser ahorcado por profesar mis ideas, por mi amor a la libertad, a la igualdad y a la fraternidad, entonces no tengo nada que objetar. Si la muerte es la pena correlativa a nuestra ardiente pasión por la redención de la especie humana ... disponed de mi vida... Aunque soy uno de los que prepararon el mitin de Haymarket, nada tengo que ver con el asunto de la bomba. ...Si creéis que con este bárbaro veredicto aniquiláis vuestras ideas, estáis en un error, porque éstas son inmortales. Este veredicto es un golpe de muerte dado a la libertad de imprenta, a la libertad de pensamiento, a la libertad de palabra, en este país. El pueblo tomará nota de ello.

Palabras de LOUIS LINGG, 22 años. Carpintero. Nació en Alemania. Era un experto en fabricar bombas. Fue el único acusado de estar dispuesto a emplear métodos terroristas.

Me acusáis de despreciar la ley y el orden. ¿Y qué significan la ley y el orden? Sus representantes son los policías, y entre éstos hay muchos ladrones... Soy enemigo del orden actual y repito también que lo combatiré con todas mis fuerzas mientras respire. Declaro...franca y abiertamente que soy partidario de los medios de fuerza. He dicho...y lo sostengo, que si vosotros empleáis contra nosotros vuestros fusiles y cañones, nosotros emplearemos contra vosotros la dinamita. Os reís probablemente porque estáis pensando: "Ya no arrojará más bombas... Pues permitidme que os asegure que muero feliz, porque estoy seguro que los centenares de obreros a quienes he hablado recordarán mis palabras, y cuando hayamos sido ahorcados, ellos harán estallar la bomba. En esta esperanza os digo: ¡Os desprecio; desprecio vuestro orden, vuestras leyes, vuestra fuerza, vuestra autoridad! ¡Ahorcadme!

Palabras de GEORGE ENGEL, 50 años. Tipógrafo y periodista. Nació en Alemania.

¿Por qué razón se me acusa de asesino? Por la misma que tuve que abandonar Alemania, por la pobreza, por la miseria de la clase trabajadora...Aquí también, en esta libre república, en el país más rico del mundo, hay muchos obreros que no tienen lugar en el banquete de la vida y que como parias sociales arrastran una vida miserable...he visto a seres humanos buscando algo con que alimentarse en los montones de basura en las calles....Compré libros para ilustrarme más, y yo, que había sido político de buena fe, abominé de la política y de las elecciones y también comprendí que todos los partidos estaban degradados... Entonces entré en la Asociación Internacional de Trabajadores. Los miembros de esta asociación están convencidos de que sólo por la fuerza podrán emanciparse los trabajadores...que sólo por la fuerza fue abolida la esclavitud, y así como fue ahorcado el primero que en este país agitó la opinión contra la esclavitud, vamos a ser ahorcados nosotros....Yo no combato individualmente a los capitalistas; combato el sistema que da el privilegio. Mi más ardiente deseo es que los trabajadores sepan quiénes son sus enemigos y quiénes son sus amigos....

Palabras de SAMUEL FIELDEN, 39 años. Pastor metodista, obrero fabril. Nació en Inglaterra. Era el orador en el mitin de la plaza Haymarket, el único de los acusados que estuvo presente en esa manifestación, que da origen a la represión contra los huelguistas y que justificó el juicio contra estos dirigentes obreros.

Yo he invocado los principios del socialismo y de la economía social y por ésta, y sólo por ésta razón me hallo aquí y soy condenado a muerte... Se me acusa de excitar las pasiones, se me acusa de incendiario porque he afirmado que la sociedad actual degrada al hombre hasta reducirlo a la categoría de animal ¡Andad! Id a las casas de los pobres, y los veréis amontonados en el menor espacio posible, respirando una atmósfera infernal de enfermedad y muerte... En los grandes centros industriales de los Estados Unidos el obrero arrastra una vida miserable, la mujer pobre se prostituye para vivir, los niños perecen prematuramente aniquilados por las penosas tareas a las que tienen que dedicarse, y una gran parte de los vuestos se empobrece también diariamente. ...Si me juzgáis convicto de haber propagado el socialismo, y yo no lo niego, entonces ahorcadme por decir la verdad... Si queréis mi vida por invocar los principios del socialismo, como yo entiendo que los he invocado en favor de la humanidad, os la doy contento y creo que el precio es insignificante ante los resultados grandiosos de nuestro sacrificio...

Palabras de ALBERT PARSONS, 38 años. Veterano de la guerra de secesión. Fue candidato a la Presidencia de los Estados Unidos por los grupos socialistas. Periodista. Nació en Alabama del Sur. Estaba casado con una mexicana de origen indígena, lo que le causó el repudio de su familia. Era un gran agitador y propagandista de las ideas socialistas. Su discurso en el tribunal de justicia duró 8 horas en dos sesiones (8 y 9 de octubre de 1886).

Hay en los Estados Unidos...dieciséis millones doscientos mil jornaleros...los que por su industria crean toda la riqueza de este país. El jornalero es aquél que vive de un salario y no tiene otros medios de subsistencia que la venta de su trabajo hora tras hora, día tras día, año tras año. Su trabajo es toda su propiedad; no posee más que su fuerza y sus manos. De aquellos dieciséis millones de jornaleros, sólo nueve millones son hombres, los demás, mujeres y niños... Ahora bien...como trabajador, he expuesto los que creía justos clamores de la clase obrera, he defendido su derecho a la libertad y a disponer del trabajo y de los frutos de su trabajo... ¿Creéis que la guerra social se acabará estrangulándonos bárbaremente? ...Sobre vuestro veredicto quedará el del pueblo americano y el del mundo entero, para demostraros vuestra injusticia y las injusticias sociales que nos llevan al cadalso; quedará el veredicto popular, para decir que la guerra social no ha terminado, por tan poca cosa"....

(Publicado en Al Día 1º de mayo 1998 p.7)


Pluma en ristre

Vladimir de la Cruz

Mañana Primero de Mayo conmemoramos, junto al Día de los Trabajadores, la efeméride patria de 1857 que recuerda la rendición del filibustero norteamericano William Walker y los mercenarios de distintas nacionalidades que le acompañaron.

El expresaba la expansión imperialista que Estados Unidos llevaba a cabo, colonizando artificialmente territorios; anexando por la fuerza y comprando territorios, con la anuencia de Presidentes y, proyectándose sobre Centroamérica, cuyas tierras se anunciaban en venta en Estados Unidos.

Así fue Presidente de Sonora, en México, y de Nicaragua.

El nombre filibusteros se usaba en el Caribe como concepto considerado menos duro que pirata; por quienes adquirían territorios que nos les pertenecían sin freno del gobierno norteamericano.

Simbolizaba el filibusterismo un ideal imperialista, un espíritu de raza y de nacionalidad; el establecimiento de un imperio de esclavos en Centroamérica.

No se jugaban la vida los filibusteros por la libertad y la independencia, sino por convertir en provecho propio los frutos de sus victorias militares o económicas.

Invadían, ocupaban y hacían la guerra a países o regiones que estaban en paz con el suyo, para robar, saquear y justificar la necesidad de urgentes reformas, a cargo de los propios filibusteros cuando sus representantes nacionales estaban impedidos de impulsarlas.

Los filibusteros se jactaban de llegar para quedarse, con ilimitadas ambiciones. Hablaban mucho del pasado, poco del presente y nada del futuro, excepto de sus proyectos mineros y sus negocios prácticos.

Se ofendían de que se les creyera temerarios y novelescos. Su lenguaje lacónico y conciso mostraba la desesperación de sus aliados, nacionales o extranjeros. A quienes les adversaban los filibusteros contestaban: "Los americanos nunca se rinden".

Los filibusteros eran rudos, de sagrados lazos de compañerismo entre ellos. Cuando llegaron a Nicaragua se preocuparon de revisar la Constitución y reformar la leyes. A ellos no se les molestaba en aduanas y puertos. Se les daban derechos y privilegios a cambio de los servicios que prestaban y que se les pedían.

La rendición de Walker le mantuvo sus armas, espadas y pistolas; su espíritu para intentar volver, como lo hizo en 1860, siendo capturado y fusilado el 12 de setiembre.

Al reconocer su derrota afirmó que lo que no habían hecho sus armas en Centroámerica lo harían los dólares.

Frente a la amenaza filibustera, el Presidente Mora llamó a los costarricenses a prepararse y a la lucha contra "la gavilla de advenidizos que querían saciar su voracidad", invadiendo Costa Rica, "para alimentar su desenfrenada codicia".

En Costa Rica, dijo Mora, no encontrarán los filibusteros invasores, partido, espías ni traidores. "¡Ay del nacional o extranjero que intente seducir la inocencia, fomentar discordias o vendernos! Aquí encontrarán hermanos resueltos irrevocablemente a defender la patria... y exterminar hasta el último de sus enemigos"

Cuando oímos los lamentos del Presidente Rodríguez de su fracaso parlamentario, respecto a la reforma constitucional, poco le faltó citar a Walker diciendo que había enviado al Congreso "una rama de olivo" y que éste "le devolvió cuchillo".

Es claro que el Presidente Rodríguez, concluyó con Walker, que daría a los opositores "guerra a muerte y les hundiría el cuchillo hasta la empuñadura".

La campaña publicitaria del Gobierno alejada de la realidad política y nacional así lo confirma.

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