MONTERREY, NL., 15 de diciembre .- No figuran en la lista de “los más buscados” por la Procuraduría General de la República (PGR) ni Estados Unidos ofrece recompensas por ellos, pero en menos de un año los hermanos Almanza Morales salieron del anonimato: dos de ellos han sido detenidos y uno murió en un enfrentamiento con la Marina. Sólo uno de ellos sigue libre.
Originarios de Veracruz, exmilitares, señalados por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Secretaría de Marina (Semar) como responsables de sonados asesinatos de militares en activo y en retiro, los hermanos Ricardo, Eduardo, Raymundo y Octavio Almanza Morales (todos apodados Gori) han sido considerados por las autoridades como “peligrosos criminales” y piezas importantes de Los Zetas, el brazo armado del cártel del Golfo.
La identidad y las presuntas funciones que el clan realizaba al interior de la organización criminal salieron a la luz el 9 de febrero de este año, cuando el Ejército detuvo a Octavio Almanza, El Gori 4, presuntamente involucrado en el homicidio del general brigadier retirado Mauro Enrique Tello Quiñones, asesor en materia de seguridad del alcalde de Benito Juárez (Cancún), Quintana Roo, Gregorio Sánchez Martínez.
La noche del 2 de febrero, el general Tello Quiñones, el también retirado teniente de Infantería Getulio César Román Zúñiga y el civil Juan Ramírez Sánchez fueron torturados y asesinados. Según el procurador de Justicia de Quintana Roo, Melchor Rodríguez y Carrillo, el reporte forense estableció que al general le rompieron los brazos y las piernas hasta dejarle los huesos expuestos, y finalmente le dieron 11 balazos.
Tello Quiñones fue director general de Infantería de la Sedena; se retiró en diciembre de 2008. Su homicidio causó revuelo por ser el militar de mayor jerarquía asesinado por el hampa hasta ese momento en la gestión de Felipe Calderón, quien encabezó una guardia de honor en su funeral y, junto con su gabinete de seguridad, condenó el crimen.
Octavio Almanza cayó unos días después, el 9 de febrero, durante un operativo del Ejército en la colonia Residencial Campestre de Cancún, según se informó, tras una denuncia anónima. También fueron detenidos Ashly Narro López (El Comandante Bombón), Edwin Flores Pérez, Christopher Pérez Pérez, Alejandro Covarruvias Estrada y los hermanos, Cristo Alberto y Héctor Manuel Valdez López, y se decomisaron varias armas largas, lanzacohetes y lanzagranadas.
Hacía poco que El Gori 4 había llegado a Cancún para sustituir al jefe local de Los Zetas, Javier Díaz Ramón, detenido el 22 de diciembre de 2008 en Veracruz.
Según la Sedena, El Gori 4 fue lugarteniente de Sigifredo Nájera Talamantes, El Canicón, jefe de la organización delictiva en la zona metropolitana de Monterrey hasta su detención en marzo pasado. Ahí, Octavio Almanza había participado en los asesinatos de nueve militares, entre el 17 y el 22 de octubre de 2008, en pleno centro de Monterrey, en una zona de prostitución controlada por Los Zetas. Los nueve militares hacían labores de inteligencia, pero fueron descubiertos, secuestrados, torturados y degollados.
Corrupción policiaca
Al igual que los principales mandos de Los Zetas, El Gori 4 fue militar; estuvo enlistado desde el 20 de mayo de 1997 hasta el 1 de julio de 2004, cuando pidió su baja. Tras su arresto, el subjefe operativo del Estado Mayor de la Sedena, Luis Arturo Oliver Cen, informó que Raymundo (El Gori 3) y Eduardo (El Gori 2) también habían pertenecido a las Fuerzas Armadas.
El 20 de mayo, el Ejército detuvo en Monterrey a Raymundo Almanza, El Gori 3. Junto con su hermano Eduardo controlaba el contrabando de droga desde Belice y Guatemala. Según la Sedena, el propio Gori 4 los señaló y aportó los datos para la captura de El Canicón.
El pasado 4 de diciembre, en Villa Juárez, Nuevo León, a unos 30 kilómetros de Monterrey, elementos de la Infantería de Marina realizaron un operativo en una finca campestre para detener a Ricardo Almanza, El Gori 1. Un grupo de zetas abrió fuego e intentaron salvarlo, pero cayó abatido. El tiroteo se extendió a una zona transitada y en plena hora pico.
Tras la balacera, fueron capturados Ángel Marroquín Silva; Ladislao González Silverio; Iván de Jesús Sánchez Mejía; Delfino Reyes Morato; Gilberto Reyes Ambriz; Francisco Omar Cruz González; José Domingo Reyes Orozco; Alejandro Morales Segovia y Raúl Campos Sandoval. También fueron detenidos 17 policías municipales de García, a los que arraigaron en una casa de seguridad de la PGR, de la que posteriormente fueron liberados por un comando.
Sin más detalles, la Semar informó que Ricardo Almanza, El Gori 1, era el presunto autor intelectual del homicidio del general brigadier retirado Juan Arturo Esparza García, acribillado en García, Nuevo León, el 4 de noviembre, tres días después de haber asumido como secretario de Seguridad Pública y Vialidad en ese municipio. Había sido integrante de la seguridad de los presidentes Miguel de la Madrid, Carlos Salinas, Ernesto Zedillo y Vicente Fox, y fue responsable de coordinar la seguridad de visitas de Estado.
Los casos en que se vieron implicados los hermanos Almanza Morales se caracterizan por la protección que reciben de los cuerpos de seguridad pública locales, según los datos difundidos por la Sedena y otras autoridades.
Por ejemplo, la Sedena señaló al secretario de Seguridad Pública en Benito Juárez (Cancún), Francisco Gerardo Velasco Delgado, El Vikingo, como cómplice en el asesinato del general Tello Quiñones, además de dar protección y ayuda al grupo de Los Zetas, por lo que fue detenido el 9 de febrero, horas después de la detención de El Gori 4. A ambos se les dictó formal prisión el 7 de mayo.
Así, en menos de un año, sólo queda en libertad Eduardo Almanza Morales, El Gori 2, ahora a cargo de la introducción de droga a México, procedente de Belice y Guatemala, para el cártel del Golfo.
Este texto se publicó originalmente en la edición 1728 de la revista Proceso que empezó a circular el domingo 13 de diciembre.
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