Golpe contundente, muerte de Beltrán Leyva: FCH
JORGE RAMOS PÉREZ / ENVIADO
El Universal
COPENHAGUE, DINAMARCA
Jueves 17 de diciembre de 2009
Señala el presidente que el operativo, donde murió el capo, fue producto de una intensa labor de inteligencia de la Armada de México
El presidente Felipe Calderón Hinojosa consideró la muerte de Arturo Beltrán Leyva como un golpe contundente a una de las más peligrosas bandas criminales de México y del continente americano.
Al presumir ante periodistas extranjeros y mexicanos el hecho, el mandatario dijo que "en el marco de la estrategia integral de seguridad que hemos emprendido desde el inicio de mi administración esta acción representa un logro muy importante para el pueblo y el gobierno de México y un golpe contundente contra una de las organizaciones criminales más peligrosas de México y del continente".
Este hecho llevó al titular del Ejecutivo mexicano a refrendar que "el gobierno federal seguirá en esta lucha para hacer de México un país de leyes y de libertades donde las familias puedan vivir tranquilas y en paz en nuestro país".
En un mensaje a periodistas, sin preguntas de por medio, Calderón explicó que en el enfrentamiento entre delincuentes y personal de infantería de Marina en Cuernavaca, Morelos resultaron muertos siete sicarios y un integrante de la Armada de México, el tercer maestre de Fuerzas Especiales, Melquisedec Angulo Córdova.
"Entre los delincuentes está Arturo Beltrán Leyva, líder de cártel de Sinaloa, aliado del grupo de los zetas y uno de los tres delincuentes más buscados por el gobierno federal y por autoridades de otros países", precisó.
Dio a conocer aquí que el gobierno trabaja en la identificación del resto de los delincuentes fallecidos.
Confirmó que durante el enfrenamiento uno de los presuntos delincuentes se suicidó para evitar ser arrestado.
"Esta operación fue producto de una intensa labor de inteligencia de la Armada de México", dijo.
"Esta acción se suma a un número importante de logros alcanzados por cada una de las dependencias que componen al gabinete de seguridad del gobierno federal, las cuales han mostrado no sólo un trabajo coordinado y efectivo sino un profundo compromiso leal con nuestro país", añadió Calderón.
El presidente reconoció la labor de los marinos heridos y del fallecido, a cuya familia envió sus condolencias.
"Extiendo mi más sentidas condolencias a la familia del maestre Angulo Córdova, quien falleciera al servicio de México", declaró.
El narcotráfico después de Beltrán Leyva
La muerte de Arturo Beltrán Leyva, ocurrida ayer en Cuernavaca en un enfrentamiento entre presuntos narcotraficantes y elementos de la Secretaría de Marina (Semar) es, a no dudarlo, un golpe contundente al cártel del Golfo y, por extensión, a la delincuencia organizada en torno del narcotráfico. Sin desconocer la importancia del hecho, resulta pertinente ponerlo en una perspectiva realista y ajena a triunfalismos.
Ciertamente, la desaparición de quien fuera llamado "jefe de jefes" afectará el funcionamiento de la corporación criminal que encabezaba, y es posible, incluso, que ésta se disloque y se fracture; pero puede ocurrir también que un nuevo capo tome el mando del cártel del Golfo y que éste siga operando como hasta ahora. En contraparte, parece razonable suponer que el golpe recibido por esa organización fortalezca a sus rivales, específicamente al cártel de Sinaloa, encabezado, de acuerdo con las fuentes oficiales, por Joaquín El Chapo Guzmán Loera.
Sea como fuere, la muerte de Beltrán Leyva no incide ni poco ni mucho en las condiciones económicas, sociales y financieras que hacen tan rentable el negocio ilícito del trasiego de drogas, y sería erróneo suponer que este fenómeno vaya a reducirse o a hacerse inviable. Esta reflexión resulta particularmente necesaria luego de que el embajador de Estados Unidos en México, Carlos Pascual, dijera, horas antes de los violentos sucesos en Cuernavaca, que el incremento de la violencia en el territorio nacional se debe a que las organizaciones delictivas "están empezando a sentir la presión" de las autoridades mexicanas y que tomará tal aumento como un indicador del "éxito" de la "guerra contra el narcotráfico" emprendida hace tres años por el gobierno federal.
Tal "guerra" se ha centrado en atacar sólo la expresión epidérmica de un profundo deterioro social e institucional –en el que convergen la pobreza, la marginación, el desempleo y la corrupción– y en combatir mediante operativos policiaco-militares un fenómeno que posee también una insoslayable dimensión económica: tan sólo en nuestro país el narcotráfico emplea a cerca de medio millón de personas, de acuerdo con datos de la Secretaría de la Defensa Nacional, y genera, según estimaciones de la empresa de seguridad privada e inteligencia Kroll, ganancias hasta por 40 mil millones de dólares al año, cantidad que duplica el monto de las remesas desde Estados Unidos.
Por lo demás, el punto culminante de esta industria delictiva –aquél mediante el cual las organizaciones criminales aseguran que sus actos resulten efectivamente rentables en términos económicos– involucra necesariamente al sistema financiero internacional, el cual comienza a mostrar indicios de dependencia del lavado de dinero que practican los cárteles de la droga. Son reveladoras, al respecto, las declaraciones realizadas por el zar antidrogas de la Organización de las Naciones Unidas, Antonio María Costa, quien, en una entrevista reciente con el rotativo inglés The Observer, sostuvo que las ganancias del crimen organizado –unos 352 mil millones de dólares en 2008– fueron "el único capital líquido" disponible para algunos bancos durante buena parte de la crisis financiera global que se inició el año pasado, y que "los préstamos interbancarios fueron fondeados por dinero originado en el tráfico de drogas y otras actividades ilegales".
Por lo demás, lo expresado ayer por Pascual vuelve a poner de relieve la actitud hipócrita de Washington en materia de combate al narcotráfico, al no reconocer la cuota de responsabilidad que le corresponde en esa materia, y al intentar trasladar a otros países las tareas de seguridad que tendría que llevar a cabo dentro de su propio territorio. En efecto, la potencia vecina no sólo es el principal mercado de drogas en el mundo porque las sustancias ilícitas existan, sino porque, de manera poco explicable, su gobierno permite que ingresen a territorio estadunidense, con todo y "fronteras inteligentes", satélites, cámaras infrarrojas, dispositivos láser, aviones de reconocimiento, buques guardacostas y complejas instituciones de espionaje.
Esta falta de voluntad hace inevitable que surjan sospechas en torno de un designio de Washington por mantener la inestabilidad y la violencia en naciones como la nuestra, a fin de tener coartadas para el intervencionismo y la vulneración de las soberanías nacionales –como se plantea hacer en México, con el establecimiento, anunciado ayer, de una oficina antinarco operada por agentes de la DEA–; o bien, por evitar un daño mayúsculo al sistema financiero estadunidense, al privarlo de las ganancias derivadas del comercio ilegal de drogas en ese país.
En tanto no se desmonte esa lógica perversa, el trasiego de drogas ilegales seguirá siendo una actividad rentable y se seguirá llevando a cabo, con o sin los capos que actualmente la controlan, o incluso en formas organizativas distintas a los grandes cárteles actuales. En suma, sin desconocer la importancia del golpe propinado ayer por las autoridades federales al cártel del Golfo, sería deseable que ambos gobiernos se abstuvieran de adoptar actitudes triunfalistas por la muerte de Beltrán Leyva y procedieran, en cambio, a replantear desde sus bases el combate al narcotráfico.
http://www.jornada.unam.mx/2009/12/17/index.php?section=edito
México y EU abrirán oficina antinarco
Silvia Otero
El Universal
Jueves 17 de diciembre de 2009
Sobre el papel de los 45 funcionarios de su país que colaborarán en esta oficina, el embajador de EU, Carlos Pascual, dijo que será de intercambio de información y de definición de estrategias
silvia.otero@eluniversal.com.mx
Un grupo de 70 funcionarios mexicanos y de Estados Unidos integrarán la primera oficina binacional de la Iniciativa Mérida, en la que trabajarán en el diseño de las estrategias de combate al narcotráfico y el crimen organizado, anunció Keith Mines, jefe de la Unidad de Apoyo Antinarcóticos de la embajada de EU en México.
Sobre el papel de los 45 funcionarios de su país que colaborarán en esta oficina, el embajador de EU, Carlos Pascual, dijo que será de intercambio de información y de definición de estrategias.
“Nosotros no tenemos operativos en México, tenemos consejeros que trabajan de manera expresa con socios y homólogos mexicanos para pasar información, platicar y realizar estrategias, pero no operativos”.
Expuso que todo el personal autorizado en México de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés), sólo trabaja con sus contrapartes mexicanas en el intercambio de información.
Precisó que esta oficina permitirá estrechar la coordinación entre ambos países en materia de seguridad, y se trabajará en estrategias sobre los proyectos de Iniciativa Mérida, y se podrían extender a temas para reforzar el programa de testigo protegido.
En conferencia de prensa, Keith Mines explicó que la oficina que se instalará en el Distrito Federal, en la que laborarán al menos 25 funcionarios mexicanos comenzará a operar a más tardar en abril próximo.
Un reporte de la embajada de EU, que EL UNIVERSAL dio a conocer el 12 de septiembre, detalla que en esta oficina de implementación de la Iniciativa Mérida en el DF “los funcionarios de ambos países trabajarán conjuntamente para dar seguimiento a los programas y desarrollar nuevas estrategias para enfrentar los retos compartidos”.
En diciembre de 2008, el Grupo de Contacto de Alto Nivel de la Iniciativa Mérida —al que pertenecen todos los titulares del gabinete de seguridad y de la Cancillería— eligieron al DF como sede que dará seguimiento a las acciones contra el narcotráfico.
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