Satiricosas


¿De quién es Cananea?

Por Manú Dornbierer

¿De quién es la mina más grande del país? Si la Constitución de 1917 hubiera sido más precisa y lógica y se hubiese respetado a lo largo del siglo XX, la respuesta a esta pregunta sería tan fácil como ésta: La mina de Cananea pertenece al pueblo de México y ya que se trata de metales, es decir de recursos no renovables, sin duda la opera el ESTADO para cuidar los intereses de los mexicanos, dueños del suelo y del subsuelo.
Pero no hay tal. En la Constitución de 1917 se creó el Art. 27 que dice: “La propiedad de las tierras y aguas comprendidas dentro de los límites del territorio nacional corresponde originariamente a la Nación, la cual ha tenido y tiene el derecho de transmitir el dominio de ellas a los particulares constituyendo la propiedad privada... La Nación tendrá en todo tiempo el derecho de imponer a la propiedad privada las modalidades que dicte el interés público, así como el de regular, en beneficio social, el aprovechamiento de los elementos naturales susceptibles de apropiación, con objeto de hacer una distribución equitativa de la riqueza pública.....”. Todo esto no estaba estipulado en la Constitución de 1857. Pero lo que se colige es que el tan mentado Artículo 27 le da a los gobiernos, léase a los presidentes, el derecho de vender los bienes de la Nación a los privados y no dice si nacionales o extranjeros.
A la pregunta ¿De quién es Cananea? La gente contesta: Del ca… de Germán Larrea. Sí, este detestado individuo (no sólo por los mineros) es el que funge de dueño, pero si seguimos los pasos del que maneja en la práctica el Grupo México, actual vicepresidente internacional del Grupo México, del que Larrea se ostenta como propietrario, aparece por ahí la silueta de cierto orejón.
El tipo de marras se llama Juan Rebolledo Gout y no ha dejado de actuar contra los mineros tanto de la mina Pasta de Conchos, cuyo problema con Fox se ha extendido a Calderón y a su también detestado secretario del Trabajo, Javier Lozano, no obstante que el ídem de Fox, Francisco Javier Salazar Sáenz, declaró el 28 de febrero de 2006: “Asumo toda la responsabilidad” a nombre del gobierno federal, de haber dado apenas el sábado 25 de febrero la información sobre la muerte de las víctimas de la tragedia de en la mina Pasta de Conchos y sobre la decisión de parar los trabajos de rescate, dijo ayer el secretario del Trabajo y Previsión Social, Francisco Javier Salazar Sáenz, luego de aceptar que el desastre sí pudo haber sido por “negligencia”. El funcionario fue antes culpado por el senador Humberto Roque Villanueva de que en contubernio con “Grupo México” atrasó el anuncio de la muerte de los mineros para evitar caída en las acciones de la empresa en la Bolsa Mexicana de Valores. Hecho que posteriormente sucedió. El drama humano causado por la explosión y derrumbe que sepultó a 65 mineros la madrugada del 19 de febrero.
En estos momentos aunque por el Bicentenario se sacan a identificar y a pasear los dizque huesos de los Insurgentes, no se permite a los deudos de los 65 mineros, que quedaron atrapados por culpa de la empresa, recuperar sus restos. Una simpática anécdota: el día de la tragedia en esa mina, Germán Larrea no se presentó porque su yegua favorita, una de 150 caballos pura sangre que tiene, ganó una carrera.
Rebolledo pues es el que maneja todo en las minas. Y quién es ese quijotillo que anda en pos de tanta lana, pues una escueta ficha que salta en Internet explica que: “Es abogado por la UNAM, M.A. en Filosofía por la Universidad de Tulane y LL.M. por la Escuela de Derecho de Harvard. Fue subsecretario de Relaciones Exteriores de 1994 a 2000 y ha tenido varios cargos públicos. Es autor del libro “La Reforma del Estado” (Fondo de Cultura Económica).
Es curioso comprobar que en esta corta ficha biográfica Juan Rebolledo Gout no se mencionan los muy altos puestos que tuvo en los gobiernos de De Lamadrid, de Salinas y de Zedillo, protegido como fue siempre por José Córdoba Montoya, la Eminencia Gris de Carlos Salinas de Gortari. Por cierto Miguel Angel Granados Chapa llamaba a este Juan Rebolledo “la Eminencia Gris de la Eminencia Gris”.
Rebolledo Gout fue 1.- Bajo Miguel de Lamadrid, con Manuel Bartlett de Secretario de Gobernación, Juan Rebolledo Gout fue Director del Instituto de Estudios de la Revolución Mexicana de 1982 a 1988, recomendado por Joseph-Marie Córdoba. 2.- De 1989 a marzo de 1994 fue jefe de asesores de Córdoba Montoya. 3.- De marzo de 1994 al final del sexenio, fue secretario particular de Salinas. Otra anécdota: En una entrevista de prensa, el penalista Juan Velázquez relató que un día de octubre de 1994 recibió una llamada de Juan Rebolledo invitándolo a tomar un café esa misma tarde y su sorpresa fue que al llegar a Los Pinos quien lo recibió fue el propio Salinas para pedirle que llevara la defensa legal de su hermano Raúl.
Rebolledo fue un gran fumador de mota en su juventud, recuerdan sus compañeros, a los que soprende tanta protección oficial. Y ¿qué creen? Cuando el binomio Salinas y Córdoba privatizó Cananea en 1989, Rebolledo Gout era secretario del primero y esclavo del segundo. Así que la pregunta es ¿es el riquísimo y poderosísimo Grupo México de los Larrea el único dueño de Cananea? o ¿Como en el caso de otros grandes activos de la Nación, Salinas se autoprivatizó las minas? Así es que ya debe la revista Forbes investigar bien las cosas o de perdida el vapuleado y perseguido, líder de los mineros, Napoleón Urrutia. ¿O qué, sí saben contra quién es realmente la bronca y no lo dicen?
Ya es hora, mexicanos. Siquiera celebren el centenario de la Revolución aunque de Independencia no podemos hablar mucho con el entreguismo panista, diciendo las cosas como son. No le saquen al bulto del pelón. Por lo pronto nadie habla ni menos aún escribe de él. Raro ¿No?

La fibra óptica
Así pues, repito, los gobiernos federales para vivir mejor (ellos y sus compinches) han podido con la mano en la cintura y con la anuencia de instancias cómplices, vender los activos de México a los tiburones, como es actualmente el caso de la fibra óptica que le produjo a la actual mafia felipesca la desaparición que comandó de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro.
Y esta es la razón por la que vemos sufrir desde el 26 de abril a los trabajadores del Sindicato Mexicano de Electricistas en huelga de hambre en el Zócalo de la Ciudad de México. Esos sí son mexicanos indignados, increíblemente valientes, pero quizás ingenuos cuando esperan que la Suprema Corte los reintegre al mundo de los vivos. La Corte, además de estar en muchos casos al servicio de Calderón o de Marta Sahagún (como en el caso del Grupo Monitor) o de cualquier otro abusador del poder, tiene el argumento del 27 para explicarnos que lo que conviene “al interés público”, “para una distribución equitativa de la riqueza pública”, es que la fibra óptica que le costó tanto al país, sea ahora vendida o regalada a Televisa, mucho más útil para el PAN que los trabajadores de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro. ¡Ah! y para la compañía española Telefónica, por lo cual ni mandando “Damas de Blanco” a desfilar en Madrid, les harían caso a los trabajadores en huelga de hambre. Conclusión: Los ciudadanos mexicanos con todo y Constitución estamos en mayor la indefensión contra los cínicos gobiernos federales.

Los recursos
no renovables
Las minas de México se quedaron mayoritariamente en manos extranjeras hasta que en la década 1960 y 1970 con los presidentes nacionalistas (así tuvieran otros defectos) López Mateos y Gustavo Díaz Ordaz, se mexicanizaron poco a poco. Y con Luis Echeverría en 1975Within ten years, most companies had been Mexicanized., The government granted new concessions only to Mexican-owned enterprises and encouraged the growth of small and medium-sized operations.el gobierno otorgó nuevas concesiones sólo a las empresas de propiedad mexicana y alentó el crecimiento de las operaciones de pequeñas y medianas empresas nuestras. El Estado tenía la explotación de petróleo y gas, roca fosfórica, potasio, azufre, y el uranio. Pero en 1983 las minas vinculadas con la comisión estatal de desarrollo de la minería fueron responsables de 87% de la producción de cobre, 76% de la producción de azufre, 28% de oro y plata, 27% de mineral de hierro, 25% del carbón, 18% de plomo, y 10% de zinc.
Si Lázaro Cárdenas no hubiera nacionalizado el petróleo en 1938, los mexicanos ya no tendríamos petróleo mexicano. Con todo y los contratos ilegítimos a pasto que ha dado el Pemex panista, algo tenemos aún y podemos acusar a los vendepatrias que quieren privatizarlo todo y dar su anuencia a la perforación en el Golfo a compañías extranjeras que “sí tienen la tecnología que a México le falta” y que tan buen resultado le da a la BP. Por cierto, ¿se han fijado que los gringos no pronuncian los nombres Bush y Cheney en referencia a la mayor catástrofe ecológica mundial? Pues están metidos hasta el cuello con su compañía Halliburton en el pozo que ahora llaman “Macondo”. Y ahí mismo, en la peor catástrofe ecológica de la historia hay otras compañías gringas la Transocean, la Exxon y la Chevron. Es importante anotar esto porque los británicos están fúricos porque les echan la culpa de todo a su BP de la que depende una buena cantidad de pensiones de los ciudadanos ingleses. Antes se llamaba British Petroleum, pero se quedó en las siglas cuando hace unos años se asoció con la también gringa Amoco. Esta es grínguísima. Vean esta otra ficha que encontré: “El verdadero concesionario de Cerro Dragón, prácticamente de manera permanente, es la petrolera anglonorteamericana BP, que opera en la Argentina como Pan American Energy. Pero, ¿quién es el real dueño de BP? Es un grupo financiero anglonorteamericano, cuyo principal socio es J P Morgan Chase Bank, una de las compañías del grupo Rockefeller, como lo era Amoco (la Standard Oil de Indiana es del grupo Rockefeller) antes de fusionarse con British Petroleum. J P Morgan Chase Bank es la tercera institución bancaria de los Estados Unidos, con sede en Nueva York. Desde la fusión de Amoco y British Petroleum, J P Morgan tiene el 30,92% de las acciones, junto con otras financieras y compañías de seguros inglesas y norteamericanas, más un porcentaje menor en las bolsas de valores”.
Así que Barack Obama no tiene porqué echarle la culpa de todo a la parte británica de BP y en cambio debía haber investigado la laxitud de las leyes y reglamentos que los petroleros gringos obtuvieron en los 3 periodos presidenciales de los siniestros Bush con un Congreso republicano a modo.
¡Pobres ciudadanos del mundo! No es ya soportable como nos explotan los gobiernos.

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