Saturday, April 25, 2009


PRECARISMO Y LUCHA DE CLASES EN ESTADOS UNIDOS


El imperio norteamericano atrapado por el "horror económico" que creó.

MANUEL MAGAÑA CONTRERAS

(Exclusivo para Voces del Periodista)

LO QUE REALMENTE ESTÁ ocurriendo con motivo del caos financiero: el desempleo y la creciente desigualdad en los Estados Unidos, es que el imperialismo norteamericano ha sido atrapado por el “Horror económico”, descrito con acentos proféticos por la escritora Viviane Forrester hace más de dos lustros, en su libro que así tituló, en el que afirma que no se sufre una crisis coyuntural, como lo pretenden nuestros gobernantes, “sino una mutación brutal de la civilización occidental, cuyas consecuencias pueden ser aún peores de lo que sufrimos hoy”.





Los primeros síntomas visibles en suelo estadunidense de esa civilización que parece encaminarse al desastre, es la aparición de ”campamentos” que en México solemos llamar “asentamientos humanos irregulares” o “ciudades perdidas” que forman quienes al carecer de vivienda, invaden terrenos para levantar tugurios.
De acuerdo a las informaciones internacionales procedentes de los EU, que nos hablan de la decadencia moral, económica y social en ese país, antaño vanguardia del progreso mundial, es el dato de que “antes, los potentados se pavoneaban en los restaurantes de lujo, mostraban sus mansiones, posaban para portadas de revistas y ahora los ricos se quieren esconder, se quejan de un ‘cacería de brujas’ en su contra y toman medidas de seguridad personal”, según la crónica de David Brooks, en La Jornada, del 21 de marzo.

Precarismo y lucha de clases

Estamos frente a un precarismo y una creciente lucha de clases en terrenos del “sueño americano” que han fabricado el capitalismo salvaje y la ultraderecha mundial en alas de los usureros de los “tratados de libre comercio”. Se trata de un bumerang que ahora se vuelve contra sus creadores, a quienes también golpea después de destruir la economía y la soberanía de muchas naciones.
Brooks, en su magnífica información, en la cual describe los estragos por daños causados por los usureros del TLC al tejido social de los norteamericanos, asienta que “la furia popular contra los banqueros y ejecutivos financieros provoca intensa preocupación entre algunos de los integrantes de la cúpula económica y política del país, e incluso amenaza la conducción del rescate financiero del gobierno de Barack Obama”.
Tan descomunal descontento, nos dice Brooks, se desató entre los millones de desocupados que “la gigantesca aseguradora AIG, en la cual el gobierno controla 80 por ciento de las acciones, estaba por repartir 165 millones de dólares en bonificaciones a ejecutivos de la unidad de la empresa, cuyas operaciones fueron en parte responsables de detonar y nutrir la peor crisis financiera desde la Gran Depresión”.
Se asienta que el pueblo norteamericano ya se hartó de tanto favoritismo para los ricos, igual que acontece en México, donde los “rescates” bancarios del FOBAPROA y el IPAB, son considerados por los expertos como un atraco al pueblo, porque los errores financieros de los banqueros se convierten en pesada carga económica que sin deberla, sed le carga a la población.
El mismo Barack Obama, ante el descontento general, por los privilegios a los ricos llegó a declarar: “”Yo no quiero suprimir el enojo... estoy enojado”. A Obama le resulta cada día más difícil decir que “no estoy protegiendo a los banqueros, estoy protegiendo al pueblo”.
Ante las muestras de descontento popular por los favoritismos a la clase pudiente, el New York Times informó que hay guardias de seguridad frente a las casas de varios ejecutivos de la AIG en Conecticuc y los empleados de las oficinas en Nueva York fueron aconsejados por la empresa, para que no salgan con identificación visible o prendas con el logo de la empresa. Ante la inseguridad por las protestas, las empresas de seguridad privada registran una demanda inusitada.

Sufrimos una esclavitud moderna

La autora de El Horror Económico adelantó en su libro hace más de dos lustros y en una entrevista de la corresponsal de Proceso en París, Anne María Merger -publicada en el número 1053 de dicha revista, el 5 de enero de 1997, algo que no obstante el paso del tiempo tiene palpitante actualidad -, que “hace muchísimo tiempo que me atormenta la evolución económica que se nos impone y, sobre todo, sus consecuencias humanas . Poco a poco empecé a sospechar una gigantesca impostura , pero al no ser experta, , me sentía perdida, desarmada. Esa sospecha se volvió obsesión. Me puse entonces a recordar artículos, a leer libros especializados, bastante repelentes, a interrogar expertos.
“Junté las piezas de ese rompecabezas y luego me encerré unos diez meses en mi casa para escribir este libro. Mi meta fue desnudar la lógica interna, implacable, de esa economía de mercado a escala planetaria, lógica que las declaraciones sibilinas de los tecnócratas internacionales y los discursos demagógicos de los políticos de oda índole nos impiden percibir.
“Después de haber entendido como funcionaba , me quedé estupefacta y angustiada.. Pero quise ir más lejos y decidí llevar esa lógica hasta sus últimas consecuencias. Desemboqué en una verdadera pesadilla. Mientras trabajaba me daban vuelta en la mente, un poco como un estribillo, unos versos de Arthur Rumbaud: ‘Retirado de nuestros horrores económicos/ El tiembla al paso de las/ Cacerías y de las hordas.. De allí surgió el título de ese ensay’””.“

El trabajador ya no es necesario”

El tema central de El Horror Económico es que la economía tecnócrata neoliberal aplica la tecnología computarizada en tal forma que “millones de hombres ya no sirven ni siquiera para ser explotados”. Por tanto, centenas de millones de desempleados del planeta Tierra nunca encontrarán trabajo, al ser convertidos en innecesarios porque una máquina sustituye a centenares de ellos y a la élite que tiene el gobierno y la economía mundial a sus pies, así le conviene.
Viviane Forrester, novelista y poetisa, quien ganó nombre como crítica literaria en el vespertino francés Le Monde, en su obra que impactó al ver la luz pública hace más de dos lustros, expresa que “en vísperas del Siglo XXI, nos estamos tropezando con un realidad terrible; existe algo peor que la explotación de los hombres. Es el hecho de que ahora millones de seres humanos ya no sirve siquiera para ser explotado. Hoy día, la economía es cada vez más especulativa y cada vez menos basada en activos reales, por lo tanto, la explotación del trabajo se está convirtiendo en una fuente anexa de rentabilidad de los capitales. El concepto de trabajo que era nuestra civilización occidental es caduco. Mienten los políticos - y probablemente parte de ellos se mienten asimismo-, cuando hablan de crisis económicas pasajeras, transitorias. Vuelvo a repetir, ya no se trata de crisis, sino de una mutación violenta de nuestra civilización”.

Millones serán excluidos

Viviane Forrester es reiterativa ante la necesidad de hacerse entender de lo que realmente está ocurriendo en el mundo, con motivo de la crisis financiera que ha hundido en la desesperanza a muchas naciones, incluyendo a los Estados Unidos. Por lo que se refiere al Horror Económico que flagela a la humanidad como consecuencia de la globalización económica, un ejemplo en México de tal realidad es la desocupación deliberada y generalizada en el agro mexicano.
Forrester explicaba en 1997 que “hoy es cada vez más fácil despedir a un empleado, los contratos de trabajos son de duración cada vez más limitada, los salarios están prácticamente bloqueados, cuando no bajan. No se necesita ser autor de novelas de ciencia y ficción para imaginar lo que nos espera. Al lado de millones de personas definitivamente excluidas del mundo laboral, veremos a otros millones de esclavos modernos recibiendo migajas de empleos, adoptando cualquier trabajo en cualquier condición; contratos por un día, una semana, tres meses. Luego tendrán que soportar períodos de inactividad, sin salario, durante los cuales deberán estar siempre disponibles , a la esperanza de nuevas limosnas de trabajo. Eso se empieza a dar ya en Europa. Basta ver el desarrollo fulgurante de las agencias de trabajo interno”.

Administradores y no gobernantes

“En Europa –dice Forrester -, según la élite económico-política, la exclusión de millones de seres humanos considerados como ya inexplotables sigue costando caro… ¿Cuál será el próximo paso? ¿Su eliminación?”
La escritora gala destaca: “Nuestros gobernantes no hacen sino aplicar al pie de la letra lo que les recomiendan, para no decir, “ordenan los tecnócratas de las grandes instituciones internacionales”. Escuche lo que escriben los intocables de la OCDE -Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico-, en su informe de 1994: “Para lograr un reajuste de salarios, se necesitará un nivel más elevado de desempleo coyuntural”. Por si eso no fuera suficientemente claro, agregan: “La prontitud con la cual los trabajadores aceptan empleos poco remunerados, depende en parte de la generosidad de las prestaciones de desempleo... Por tanto, en todos los países es preciso reducir la duración de estos derechos cuando es demasiado larga y ser mucho más estricto al concederlas”.

La peor crisis en los EU

Según la advertencia de Francisco González, presidente del consorcio financiero español y propietario de la BBVA Bancomer, hecha en Houston, el pasado 23 de marzo, dentro del Foro Económico organizado por dicha institución bancaria y el Banco de la Reserva Federal de los Estados Unidos, “la crisis actual ha destruido ya más riqueza que la gran depresión de 1929” y destacó que “dos de cada tres países sufren recesión y su número aumentará”. Previno que “la crisis actual destruyó ya más riqueza que la gran depresión de 1929”. Aseguró que “todas las grandes potencias están contrayéndose” y hay pocos indicios de cambio””, a la vez especificó que “el mercado bursátil de los EU perdió 53.4 por ciento de su valor”.
José Luis Escrivá, refiriéndose a la crisis en los Estados Unidos, afirmó en la misma ocasión que “la caída acumulada en la bolsa de los Estados Unidos ocurrida en la crisis supera ya la destrucción de riqueza ocurrida durante la crisis desde 1929.


Frente las afirmaciones de que la crisis financiera mundial es inducida por quienes tienen el control de las finanzas del mundo, precisamente para sacudirse sectores y trabajadores que ya no consideran útiles, Escrivá dio la versión de que “desde el punto más alto alcanzado antes de la actual crisis y hasta ahora, el mercado bursátil estadunidense perdió 53.4m, monto que está calculado a partir de la evolución del índice S&P de 500 empresas, con el que se mide el desempeño de la economía norteamericana.
Sobre nuestro país, el gobernador del Banco de México, Guillermo Ortiz Martínez, reveló un dato que significa las repercusiones de la recesión de los Estados Unidos en nuestro país. Adelantó el funcionario que “en su momento se anunciará la posible utilización de la línea de crédito hasta por 30 mil millones de dólares -450 mil millones de pesos al cambio de 15 por dólar-, acordado con la Reserva Federal del Tesoro de los Estados Unidos.

La recesión va para largo

Alan Greenspan, expresidente del Banco de la Reserva Federal de los Estados Unidos, señalado insistentemente por los especialistas como uno de los responsables de la actual crisis financiera mundial hizo declaraciones durante la celebración de la pasada Convención Nacional Bancaria que la crisis financiera va para largo, porque depende de la recuperación de los Estados Unidos.
Las dificultades económico financieras en el vecino país, según Alan Greenspan, son graves, porque según el financiero que ha caído en el desprestigio por su participación en los problemas generadores de la recesión, aseguró que a finales del año pasado, unos 500 mil millones de dólares se han castigado y se ha dejado atrás una suma igual pendiente de ser reconocida, como monto total a recuperar para que las cosas vuelvan a su cauce normal., aseguró.
Greenspan es considerado como un elemento de prueba de que las dificultades financieras empezaron por manipulaciones usureras a partir de Wall Street y sus especuladores. Al respecto, cabe recordar que en el diario inglés The Guardián, fue publicada una encuesta recientemente, en donde se preguntó: ¿Quién nos llevó a la ruina? En la cual, con un 31 por ciento, Greenspan ocupó el primer lugar, seguido por el expresidente de los Estados Unidos, George Bush, quien ha sido calificado por diversos sectores en muchos países del mundo, como “criminal de guerra”, por la matanza de centenares de miles de civiles durante la invasión de tropas norteamericanas en Irak,
En la misma Convención Bancaria efectuada en el puerto de Acapulco, fue comentado en los corrillos que “el ex presidente de la FED, Alan Grenspan, fue uno de los promotores de la desregulación de los mercados financieros”. De tal suerte que las dificultades que se registran en los Estados Unidos, donde el desempleo ha llegado hasta el 9.1 por ciento, son, propiamente dicho, “una sopa de su propio chocolate”.

Su crisis más grave

Los Estados han resultado afectados por sus propios manipuleos financieros. Ello tiene hundido al vecino país del norte en lo que puede calificarse de la crisis más preocupante de su historia, porque las finanzas en el mundo que fueron descompuestas a través de especuladores financieros como Alan Grenspan, han afectado a tantas naciones que será difícil contrarrestar el desbalance mundial sufrido.
Los Estados Unidos, tuvieron una prueba de fuego durante la Guerra de Secesión -1861-1865-, que enfrentó al norte contra el sur. Aquello, propiamente dicho, fue una “crisis de crecimiento”, porque después de ella, con el territorio de más de dos millones de kilómetros cuadrados a costa de México, en la invasión 1846-1848, pudo, los EU, iniciar su vida como imperio en irrefrenable expansión.
Un momento difícil para los norteamericanos lo fue la “gran depresión de 1929”, cuando su producción industrial descendió a menos del 50 por ciento, en tanto que el desempleo se agudizó y el número de los sin trabajo pasó de tres millones en 1929, a 17 millones en 1932. La economía de guerra con motivo de la proximidad de la Segunda Guerra Mundial, puesta en funcionamiento desde los tiempos de Roosevelt y su doctrina del “New Deal” -“nuevo trato”-, en el que se dio respuesta a demandas sociales de la población norteamericana, sacó a flote al país del enorme hoy en que se encontraba.
La presente recesión en los Estados Unidos es de mayores repercusiones interna y externas par dicha nación. El lastres de sus guerras de intervención, de su participación en las dos grandes guerra mundiales que le convirtieron en imperio, pero a la vez le dejó a los EU, legiones de enfermos mentales, mutilados y adictos a las drogas, le ha causado una adicción en tal grado que le hace descender a la condición del país mayor consumidor de droga en el mundo.
Más que financieros, los problemas de los Estados unidos son de índole moral. El poder corrompe y los Estrados unidos ya tienen un largo historial como nación convertida en el mundo que le ha amargado la existencia a la humanidad. La Roma Imperial cayó por la degradación de sus costumbres y los Estados Unidos, en la actual recesión, llega a la época del Horror Económico que nos describe magistralmente la escritora francesa Viviane Forrester, con el alma enferma.
La pauperización de su sociedad y la lucha de clases que ya asoma en el interior de esa nación, pueden ser los gérmenes de la nación norteamericana, empeñada, pese a sus lacras en mantenerse como “el gendarme del mundo”, aunque moralmente carezca de atributos para desempeñar esa función, sin respeto alguno para la soberanía de los pueblo, incluyendo la de los que son sus amigos.
mmc.informacion@yahoo.com.mx

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