Manú Dornbierer
Satiricosas
Satiricosas
El noticiero matutino de Oscar Mario Beteta es uno de los más populares en este país y en el de junto porque la cadena Radiofórmula es tecnológicamente una de las más poderosas, con mayor cantidad de repetidoras, de “personalidades”, de dinero... ¡y de hackers! Y el conductor Oscar Mario es uno de los mejores voceros de la política fascista, goebbeliana, del espurio Felipe Calderón, cuyo máximo logro hasta el momento es la producción de 8,604 ejecutados en lo que va del sexenio, 5,661 sólo en 2008. Por ende se puede decir que Calderón es “el presidente del empleo” para “pozoleros”. Esto sucede desde marzo de 2007 cuando el entonces dueño del mundo, el carnicero imbécil George W. Bush, le dio la orden en Mérida de preparar la intervención de tropas gringas por “la grave situación del narcotráfico en México” y ni tardo ni perezoso, por la promesa de 400 millones de dólares, Lipe sacó al Ejército a la calle e inició esta atroz guerra interna que vive el país. Si existiera el referéndum en México, hubiéramos podido oponernos a la absurda militarización.
Los refuerzos que se allega este Oscar Mario, como Pablo Hiriart, mozo chileno del capo Raúl Salinas Lozano, y Leopoldo Mendivil, que escuché el pasado martes 17 de febrero 2009, no le ayudan a democratizar su espacio. Aquella mañana el duranguense Mendivil (el Congreso de su estado le da no sé qué premio) festejaba la desaparición de Diario Monitor, culpando a su dueño José Gutiérrez Vivó de no haber pagado a Hacienda, al Seguro Social, al Infonavit, a Fonacot, sin olvidar al PAN, como tampoco pagó a sus empleados y colaboradores (entre los que me conté entre 2004 y 2008). Contento se oía Mendivil ante la ruina total de otro periodista y de la gran organización que había creado y que por fin, el 16 de febrero de 2009, se tragaba el 2º fallido gobierno panista.
En Francia, el presidente Sarkozy, también de derecha, está invirtiendo millones de euros para ayudar a la prensa escrita a sobrevivir ante el embate de la crisis y del Internet. “El presidente del empleo” en México ahoga y mata a la prensa que no lo alaba, secando fuentes de empleo. En el caso, se trató nada más de seguir las órdenes panistas que contra Monitor dieron en el sexenio anterior una mujer siniestra y su zafado marido (diagnóstico vaticano) Vicente Fox.
Marta Sahagún quería ser presidenta de México y decidió destruir a Andrés Manuel López Obrador, al que vio como su único rival. Arrastró a tan noble empresa a todo el mundo derechista, como las huestes de empresarios a los que había asaltado “la primera dama” desde aquella su primera cena en el Castillo de Chapultepec en que les exigió sin contemplaciones 10 mil dólares por mesa para su pozo sin fondo de “Vamos México”. ¿Dónde quedó el dinero que extirpó en nombre de México?
La persecución contra AMLO llegó hasta el fraude electoral consabido, pero a la fecha sigue siendo constante. Decenas de tipos como Oscar Mario no desperdician ocasión para atacar o ridiculizar al ex candidato de la izquierda. En ese mismo programa que escuché el conductor se indignaba con los anuncios radiofónicos de López Obrador. Considera Beteta que el Peje sólo dice “estupideces”, por cierto las mismas que hoy dicen el presidente Obama y los jefes de estado europeos frente a la terrible crisis mundial del neoliberalismo, como lo reconoció el propio New York Times, al que está salvando Carlos Slim. Por cierto ¿no le latió salvar al mexicano Monitor?
Cuando Gutiérrez Vivó, entonces poderoso hombre de radio con abundante público de décadas, entrevistaba al Jefe de Gobierno, Marta Sahagún se estaba entrenando para gobernar al país. De hecho ya gobernaba la ñora. Fox, desobligado e ido, confesó que le encargaba “el changarro” llamado México, a su mujer, a su secretario Alfonso Durazo y a su cuate Muñoz (el del helicóptero accidentado). La regente Marta Fox, pretendía convertirse electoralmente en la “Evita Perón mexicana”. Por fin no pudo, pero en su fallido intento se llevó a medio país entre las patas. Habría que hacer un libro sobre los negocios y las personas a las que saqueó y/o perjudicó esa arribista boticaria Bribiesca durante su reinado.
Fuimos muchos, pero desde luego el principal objeto de odio de esa mujer en los medios de comunicación, fue José Gutiérrez Vivó, su organización radiofónica y finalmente Diario Monitor. La persecución empezó simplemente porque Monitor ejercía la libertad de expresión. Pero para Marta Sahún se convirtió en personal ofensa y luego en tenaz ofensiva contra el periodista.
En el lado opuesto del cuadrante de Marta, se encontraba Olegario Vázquez Raña, su entrañable socio en millonarísimos negocios, bastantes para varias generaciones. Pero ella tenía que tener un periódico para defenderse de los ataques de otros y compraron muy barato a Excelsior (donde también publiqué en dos etapas, un total de 11 años, antes de ir a Monitor). El periódico cayó en sus garras después de El Ultimo Asalto, como denunció en un terrible libro el postrer director de la Cooperativa, Juan Manuel Nava. A los 8 días de su aparición el autor fue asesinado a cuchilladas en el rostro para que se creyera en un crimen “de homosexuales” y no en lo que realmente fue.
Y ahora que ya todo acabó con Monitor por órdenes de Calderón a los ejecutores, Hacienda y el Seguro Social, la mezquindad de Leopoldo Mendivil pretende borrar de la memoria popular la verdad histórica, culpando a Gutiérrez Vivó “de no pagar”, cosa cierta y muy grave para todos nosotros, pero que no debe ocultar la saña de Marta Sahagún, adoptada después por el gobierno de Calderón, con la sencilla orden a los empresarios de retirar toda la publicidad y ahorcar así la organización. Tal es la “democracia” que cacarea el PAN. Tal es la Libertad de expresión de la que se vanagloria el espurio.
No hay que olvidar en este caso tan retorcido de censura cómo los gobiernos panistas han utilizado todas las instituciones para destruir a Gutiérrez Vivó. Hasta la llamada Suprema Corte que, cada vez se desacredita más, como lo vemos con claridad. Es sólo otro sometido tribunal, otro “tribilín” que se niega a contar votos, sólo a las órdenes de las caricaturas de políticos que nos desgobiernan. Lo mismo exonera a los pedófilos denunciados por Lydia Cacho en favor del góber precioso, que solapa el crimen de estado de Atenco.
Gutiérrez Vivó ganó en un tribunal internacional y luego en otros nacionales su pleito contra Radio Centro, pero nadie propicia el cumplimiento de los mandatos de dichos tribunales, porque las que mandan en ese procedimiento judicial son tres viejas amigas: Marta Sahagún, Ana María Aguirre y la ministra de la Corte Olga Sánchez Cordero que tranquilamente explicó que era amiga de la escuela de Anita y ni modo de que su voto favoreciera a Gutiérrez Vivó.
En otros tiempos el empresario Rogerio Azcárraga, dueño de Radiofórmula mantenía una tribuna más o menos abierta. Trataba de competir con su primo El Tigre Azcárraga, dueño de Televisa, que se ostentaba como “soldado del PRI” y contenedor de “los jodidos”. Pero hoy Radiofórmula, con la excepción de Ricardo Rocha -al que le dan unos minutos fragmentados al amanecer para taparle el ojo al macho-, del Dr. Lamoglia, quién sabe si alguno más escondido entre olanes blanquiazules, se convirtió en una de las más sombrías cuevas de la extrema derecha panista. Y está de lo más próspera, naturalmente.
Como miembro ferviente de la gran cadena imbecilizadora Televisazteca, dueña, que no concesionaria del espectro radioeléctrico nacional pues las televisoras plantaron a Felipe Calderón en la presidencia con la impresionante mayoría de medio punto que les consiguió Elba Ester Gordillo, Radiofórmula tiene el honor de contar con muchos brillantes periodistas y el deshonor de supeditarlos al servicio del dinero que recibe de ese PAN, que le exigió entre muchas otras antidemocráticas vergüenzas a su primer y legítimo presidente Vicente Fox, ocupar TODOS los puestos de delegados federales exclusivamente con panistas.
Es lamentable que tantos periodistas al servicio del PAN traten de ocultar las numerosas acciones del partido en el poder y del espurio Calderón contra LA LIBERTAD DE EXPRESION, contra la Justicia, contra la paz social, contra el trabajo de las personas, contra el pueblo de México y su derecho a la información veraz. Todo lo hacen por dinero. Y a ese propósito una aclaración final. Leopoldo Mendivil me acusó en Radiofórmula de defender a Gutiérrez Vivó por eso, por dinero, porque creyó el león que todos son de su condición, y que a mí, a diferencia de miles de personas a las que Monitor no pagó, sí me había pagado. No hay tal. Diario Monitor me debe todos los artículos publicados desde la mitad de 2006 hasta septiembre de 2008 cuando suspendió su sección “Análisis”, con la promesa de reconvertir el diario en tabloide.
Marta Sahagún, Vicente Fox y Felipe Calderón destruyeron ese manantial de empleos que alguna vez fue Monitor.
http://satiricosas.es.tl
Los refuerzos que se allega este Oscar Mario, como Pablo Hiriart, mozo chileno del capo Raúl Salinas Lozano, y Leopoldo Mendivil, que escuché el pasado martes 17 de febrero 2009, no le ayudan a democratizar su espacio. Aquella mañana el duranguense Mendivil (el Congreso de su estado le da no sé qué premio) festejaba la desaparición de Diario Monitor, culpando a su dueño José Gutiérrez Vivó de no haber pagado a Hacienda, al Seguro Social, al Infonavit, a Fonacot, sin olvidar al PAN, como tampoco pagó a sus empleados y colaboradores (entre los que me conté entre 2004 y 2008). Contento se oía Mendivil ante la ruina total de otro periodista y de la gran organización que había creado y que por fin, el 16 de febrero de 2009, se tragaba el 2º fallido gobierno panista.
En Francia, el presidente Sarkozy, también de derecha, está invirtiendo millones de euros para ayudar a la prensa escrita a sobrevivir ante el embate de la crisis y del Internet. “El presidente del empleo” en México ahoga y mata a la prensa que no lo alaba, secando fuentes de empleo. En el caso, se trató nada más de seguir las órdenes panistas que contra Monitor dieron en el sexenio anterior una mujer siniestra y su zafado marido (diagnóstico vaticano) Vicente Fox.
Marta Sahagún quería ser presidenta de México y decidió destruir a Andrés Manuel López Obrador, al que vio como su único rival. Arrastró a tan noble empresa a todo el mundo derechista, como las huestes de empresarios a los que había asaltado “la primera dama” desde aquella su primera cena en el Castillo de Chapultepec en que les exigió sin contemplaciones 10 mil dólares por mesa para su pozo sin fondo de “Vamos México”. ¿Dónde quedó el dinero que extirpó en nombre de México?
La persecución contra AMLO llegó hasta el fraude electoral consabido, pero a la fecha sigue siendo constante. Decenas de tipos como Oscar Mario no desperdician ocasión para atacar o ridiculizar al ex candidato de la izquierda. En ese mismo programa que escuché el conductor se indignaba con los anuncios radiofónicos de López Obrador. Considera Beteta que el Peje sólo dice “estupideces”, por cierto las mismas que hoy dicen el presidente Obama y los jefes de estado europeos frente a la terrible crisis mundial del neoliberalismo, como lo reconoció el propio New York Times, al que está salvando Carlos Slim. Por cierto ¿no le latió salvar al mexicano Monitor?
Cuando Gutiérrez Vivó, entonces poderoso hombre de radio con abundante público de décadas, entrevistaba al Jefe de Gobierno, Marta Sahagún se estaba entrenando para gobernar al país. De hecho ya gobernaba la ñora. Fox, desobligado e ido, confesó que le encargaba “el changarro” llamado México, a su mujer, a su secretario Alfonso Durazo y a su cuate Muñoz (el del helicóptero accidentado). La regente Marta Fox, pretendía convertirse electoralmente en la “Evita Perón mexicana”. Por fin no pudo, pero en su fallido intento se llevó a medio país entre las patas. Habría que hacer un libro sobre los negocios y las personas a las que saqueó y/o perjudicó esa arribista boticaria Bribiesca durante su reinado.
Fuimos muchos, pero desde luego el principal objeto de odio de esa mujer en los medios de comunicación, fue José Gutiérrez Vivó, su organización radiofónica y finalmente Diario Monitor. La persecución empezó simplemente porque Monitor ejercía la libertad de expresión. Pero para Marta Sahún se convirtió en personal ofensa y luego en tenaz ofensiva contra el periodista.
En el lado opuesto del cuadrante de Marta, se encontraba Olegario Vázquez Raña, su entrañable socio en millonarísimos negocios, bastantes para varias generaciones. Pero ella tenía que tener un periódico para defenderse de los ataques de otros y compraron muy barato a Excelsior (donde también publiqué en dos etapas, un total de 11 años, antes de ir a Monitor). El periódico cayó en sus garras después de El Ultimo Asalto, como denunció en un terrible libro el postrer director de la Cooperativa, Juan Manuel Nava. A los 8 días de su aparición el autor fue asesinado a cuchilladas en el rostro para que se creyera en un crimen “de homosexuales” y no en lo que realmente fue.
Y ahora que ya todo acabó con Monitor por órdenes de Calderón a los ejecutores, Hacienda y el Seguro Social, la mezquindad de Leopoldo Mendivil pretende borrar de la memoria popular la verdad histórica, culpando a Gutiérrez Vivó “de no pagar”, cosa cierta y muy grave para todos nosotros, pero que no debe ocultar la saña de Marta Sahagún, adoptada después por el gobierno de Calderón, con la sencilla orden a los empresarios de retirar toda la publicidad y ahorcar así la organización. Tal es la “democracia” que cacarea el PAN. Tal es la Libertad de expresión de la que se vanagloria el espurio.
No hay que olvidar en este caso tan retorcido de censura cómo los gobiernos panistas han utilizado todas las instituciones para destruir a Gutiérrez Vivó. Hasta la llamada Suprema Corte que, cada vez se desacredita más, como lo vemos con claridad. Es sólo otro sometido tribunal, otro “tribilín” que se niega a contar votos, sólo a las órdenes de las caricaturas de políticos que nos desgobiernan. Lo mismo exonera a los pedófilos denunciados por Lydia Cacho en favor del góber precioso, que solapa el crimen de estado de Atenco.
Gutiérrez Vivó ganó en un tribunal internacional y luego en otros nacionales su pleito contra Radio Centro, pero nadie propicia el cumplimiento de los mandatos de dichos tribunales, porque las que mandan en ese procedimiento judicial son tres viejas amigas: Marta Sahagún, Ana María Aguirre y la ministra de la Corte Olga Sánchez Cordero que tranquilamente explicó que era amiga de la escuela de Anita y ni modo de que su voto favoreciera a Gutiérrez Vivó.
En otros tiempos el empresario Rogerio Azcárraga, dueño de Radiofórmula mantenía una tribuna más o menos abierta. Trataba de competir con su primo El Tigre Azcárraga, dueño de Televisa, que se ostentaba como “soldado del PRI” y contenedor de “los jodidos”. Pero hoy Radiofórmula, con la excepción de Ricardo Rocha -al que le dan unos minutos fragmentados al amanecer para taparle el ojo al macho-, del Dr. Lamoglia, quién sabe si alguno más escondido entre olanes blanquiazules, se convirtió en una de las más sombrías cuevas de la extrema derecha panista. Y está de lo más próspera, naturalmente.
Como miembro ferviente de la gran cadena imbecilizadora Televisazteca, dueña, que no concesionaria del espectro radioeléctrico nacional pues las televisoras plantaron a Felipe Calderón en la presidencia con la impresionante mayoría de medio punto que les consiguió Elba Ester Gordillo, Radiofórmula tiene el honor de contar con muchos brillantes periodistas y el deshonor de supeditarlos al servicio del dinero que recibe de ese PAN, que le exigió entre muchas otras antidemocráticas vergüenzas a su primer y legítimo presidente Vicente Fox, ocupar TODOS los puestos de delegados federales exclusivamente con panistas.
Es lamentable que tantos periodistas al servicio del PAN traten de ocultar las numerosas acciones del partido en el poder y del espurio Calderón contra LA LIBERTAD DE EXPRESION, contra la Justicia, contra la paz social, contra el trabajo de las personas, contra el pueblo de México y su derecho a la información veraz. Todo lo hacen por dinero. Y a ese propósito una aclaración final. Leopoldo Mendivil me acusó en Radiofórmula de defender a Gutiérrez Vivó por eso, por dinero, porque creyó el león que todos son de su condición, y que a mí, a diferencia de miles de personas a las que Monitor no pagó, sí me había pagado. No hay tal. Diario Monitor me debe todos los artículos publicados desde la mitad de 2006 hasta septiembre de 2008 cuando suspendió su sección “Análisis”, con la promesa de reconvertir el diario en tabloide.
Marta Sahagún, Vicente Fox y Felipe Calderón destruyeron ese manantial de empleos que alguna vez fue Monitor.
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