Sospechosa iniciativa de Calderón |
Una iniciativa de ley del Ejecutivo que está por aprobarse en la Cámara de Diputados puso al descubierto cómo el gobierno de Felipe Calderón protege a los implicados en las redes del empresario Zhenli Ye Gon y de los hijastros del expresidente Vicente Fox. |
Jorge Carrasco Araizaga/Proceso
A fines del año pasado, Calderón envió al Congreso la Ley Federal para el Control de Sustancias Químicas susceptibles de desvío para la fabricación de Armas Químicas.
En esa iniciativa se propone que el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) se encargue del control de esas sustancias a través de una Dirección de Autoridad Nacional que en la práctica ya opera Jesús Mao Cervantes y que pasa por encima de las facultades de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
El nuevo mando del Cisen ha gozado, desde el sexenio de Fox, de puestos creados ex profeso; por ejemplo, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) le creó una dirección especial en la Administración General de Aduanas, donde estuvo al tanto de las importaciones de Ye Gon y de los hijos de Marta Sahagún.
Ahora, Calderón lo quiere como la “Autoridad Nacional” encargada de coordinar a todas las dependencias e instancias de la Administración Pública Federal involucradas en el cumplimiento de los compromisos internacionales asumidos por México para la no proliferación de armas químicas.
A pesar de que el Congreso aún no ha sancionado la ley, que crea en el Cisen la figura de la Autoridad Nacional, Mao Cervantes ya opera como tal. Incluso ha representado a México con ese cargo en reuniones de Naciones Unidas y ante la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA).
En diciembre de 2007 participó en Ginebra como la “Autoridad Nacional” de México en una reunión de los Estados parte de la Convención para la prohibición, producción y acopio de armas biológicas y tóxicas y para su destrucción.
Su participación quedó registrada en el Report of the implementation support unit, número BWC/MSP/2007/3, fechado en Ginebra el 4 de diciembre de 2007 y en el que se enlistaron todas las autoridades nacionales responsables del cumplimiento de la convención.
En diciembre pasado recibió, con ese mismo cargo, a una delegación de la OIEA que se trasladó al puerto de Veracruz para supervisar el cumplimiento por parte de México de las normas en materia de seguridad nuclear y protección ambiental, incluidas las operaciones y el transporte de material radioactivo.
Protegido en el foxismo
La ley propuesta por Calderón ya fue aprobada por el Senado y está programada para votarse el martes 24 en la Cámara de Diputados, donde el jueves 19 quedó en suspenso luego de que el PRD, el PT y Convergencia se ausentaron de la sesión y así evitaron integrar el quórum legal de votación, que es de 251 diputados.
En el Senado fue promovida por Felipe González, senador del PAN por Aguascalientes e integrante de la comisión bicameral de Seguridad Nacional. En la Cámara de Diputados fue dictaminada sólo por la comisión de Gobernación, que preside el exsecretario de Gobernación y ahora diputado panista Diódoro Carrasco Altamirano.
La autoría de la ley es atribuida al propio Mao Cervantes, quien tras huir en 2001 de Venezuela se incorporó a la SHCP. Lo acogió el entonces administrador general de Aduanas, José Guzmán Montalvo, allegado del exsecretario de Hacienda Francisco Gil Díaz e implicado en las actividades de Ye Gon y los hijos de Sahagún.
No fue extraño que le dieran refugio en Hacienda. Su madre, Amada Cervantes de Mao, fue secretaria privada de Luis Manuel Gutiérrez Levy, oficial mayor de Hacienda en el sexenio de Fox y quien antes de Guzmán Montalvo estuvo a cargo de la Administración General de Aduanas. Ahí trabajaron juntos.
Guzmán Montalvo primero tuvo a Jesús Mao Cervantes como su secretario particular y después lo nombró administrador central de Enlace Operativo y Seguridad en Aduanas. Ese puesto existió sólo mientras el ahora funcionario del Cisen trabajó en Aduanas, incluido el primer año del gobierno de Calderón. De acuerdo con el actual titular de Aduanas, Juan José Bravo Moisés, Mao Cervantes dejó de ser funcionario aduanero en febrero de 2007. La razón de su salida fue que “no era la persona adecuada para ese puesto”, aunque desempeñó actividades aduanales varios años.
Ahora, de acuerdo con el directorio del Sistema de Administración Tributaria, ya no existe la Administración Central de Enlace Operativo y Seguridad en Aduanas. Sin embargo, Mao Cervantes era el administrador de esa oficina cuando estalló el escándalo de las alegadas importaciones ilegales de pseudoefedrina de Zhenli Ye Gon, en diciembre de 2006.
De acuerdo con Bravo Moisés, Mao renunció semanas antes de que se diera a conocer, el 15 de marzo de 2007, la incautación de más de 205 millones de dólares en la residencia de Ye Gon en las Lomas de Chapultepec.
Como funcionario de Aduanas, Mao Cervantes formó parte del grupo de colaboradores de Guzmán Montalvo que facilitó la importación de mercancías de contrabando por parte de los hijastros de Fox y su entrega a la fundación Vamos México, de Marta Sahagún.
Según publicó Proceso (1518 y 1605) con base en los documentos de la comisión especial de la Cámara de Diputados que investigó los negocios de los hijastros de Fox, en ese grupo estaba también Juan Carlos López Rodríguez, amigo de Guzmán Montalvo y representante de la empresa Free Trade Logistik Zone. A partir de su relación con Manuel Bribiesca Sahagún, participaba en el trámite de esas mercancías. Además, el hermano de López Rodríguez, Humberto, fue uno de los agentes aduanales a los que recurrió Ye Gon para la importación de efedrina y pseudoefedrina. Semanas después de su salida de Aduanas, Mao Cervantes fue acogido por Guillermo Valdés Castellanos, el director del Cisen.
Fraude en Venezuela
A fines de 2001, Mao Cervantes se fugó de Venezuela, donde fue acusado por la Fiscalía Nacional de estafar a más de 14 mil personas con 31 mil 308 millones de dólares a través de la empresa Astrotel, en complicidad con los también mexicanos Lorenzo Amescua y Jesús Hernández Roig.
En 2004 el fiscal venezolano José Benigno Rojas acusó de “flagrancia bancaria” a los tres por el manejo fraudulento de 67 millones de bolívares, equivalentes a los más de 30 mil millones de dólares.
Astrotel, propiedad del trío de mexicanos, captaba clientes a través de la línea 1900 con la oferta de grandes intereses mensuales. Según la prensa venezolana, entre los estafados están más de 2 mil elementos de la Policía Metropolitana de Venezuela y el exjefe nacional de Investigaciones, el comisario Orlando Gutiérrez Rojas.
Las investigaciones demostraron que Mao Cervantes y sus socios transferían los fondos a cuentas personales en dólares y los sacaban de Venexuela. En teoría Chao Cervantes es buscado por la Interpol, cuya oficina en México forma parte de la Procuraduría General de la República (PGR). Información obtenida por Proceso indica que en Venezuela a Mao se le sigue considerando prófugo.
El nombramiento de Mao Cervantes en el Cisen fue dado a conocer el jueves 12 por el diputado del PRD Alfonso Suárez del Real, durante la discusión del dictamen de la Ley. Ahí, el legislador rechazó la propuesta presidencial por considerar que la Ley Federal de Armas y Explosivos faculta a la Sedena para controlar y vigilar las actividades y operaciones industriales y comerciales que se realicen con armas, municiones, explosivos, artificios y sustancias químicas.
Para el diputado, con esa iniciativa el Cisen rebasa las facultades que le otorga la Ley de Seguridad Nacional, pues pasa de ser una instancia técnica a participar en procesos administrativos que le corresponden a la Sedena. Cuenta que cuando la iniciativa llegó a la Cámara de Diputados, en diciembre pasado, solicitó la opinión de la dependencia.
“La Sedena –continúa el diputado– le envío el oficio 5596, del expediente 108/414, al enlace de la Secretaría de Gobernación con el gobierno federal... dice que después de revisar la minuta con proyecto de decreto ‘no se tiene inconveniente de que se continúe su proceso legislativo’.”
—¿Qué interés puede tener una persona como Mao Cervantes para tener acceso a ese tipo de autorizaciones? –se le pregunta. —Si es la misma persona (con cuestionados antecedentes en Aduanas y en Venezuela), nos ponemos en una situación muy riesgosa... El único interés es el de tener control para que junto con sus compañeros de la Administración General de Aduanas, que sabemos es una coladera por donde pasa todo, tenga la seguridad de que el Ejército no se va a enterar del tipo de precursores que estén entrando al país y quién los está comprando y vendiendo.
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