Apoyará el Banco de México a empresas con deudas en dólares

Pondrá a disposición de las bancas comercial y de desarrollo 4 mil mdd que obtendrá de la Fed

Activará la línea swap por 30 mil millones de dólares; rechaza que implique más endeudamiento

Roberto González Amador

El Banco de México decidió este viernes activar un mecanismo de apoyo a empresas privadas nacionales que enfrentan problemas para pagar vencimientos de deuda en moneda extranjera, la primera acción de este tipo desde el desplome de la economía en 1995.

La institución pondrá a disposición de la banca comercial y de desarrollo que opera en el país 4 mil millones de dólares, que obtendrá del Banco de la Reserva Federal (Fed, central) de Estados Unidos, para que sean ofrecidos a las empresas que requieran de divisas para cubrir sus pasivos de corto plazo en moneda extranjera.

Los 4 mil millones de dólares equivalen a una tercera parte de los vencimientos de deuda externa privada de este año, calculados por el banco central en 12 mil millones de dólares.

Como lo había anticipado el miércoles pasado, el Banco de México informó ayer que activará el mecanismo temporal de intercambio de divisas, conocido como línea swap, establecido con el Fed de Estados Unidos en octubre pasado por hasta 30 mil millones de dólares y que tiene vigencia hasta octubre de este año.

Se subastarán recursos

“Los recursos provenientes de la línea swap serán utilizados para llevar a cabo subastas de crédito en dólares entre instituciones de crédito del país”, indicó el banco central en un comunicado. La primera subasta se llevará a cabo el martes 21 de abril por un monto de hasta 4 mil millones de dólares a un plazo de 264 días, añadió.

El Banco de México precisó que la utilización de la línea de intercambio de divisas con el Fed no constituye una contratación de deuda por parte de la institución. Estos son arreglos bastante comunes entre bancos centrales, explicó a este diario un funcionario del banco central relacionado con la operación de la línea swap.

Los 4 mil millones de dólares, dijo, serán obtenidos por el banco central a través de un intercambio de monedas con la Fed. Ellos nos dan dólares, nosotros les damos el monto equivalente en pesos. Así, ellos nos deben pesos y nosotros a ellos dólares. En términos sencillos, es como un crédito recíproco, o más propiamente, un intercambio de divisas, explicó.

El Banco de México establecerá una tasa mínima a la que subastará los dólares a los bancos privados y de desarrollo que deseen obtenerlos para a su vez prestarlos a sus clientes empresariales que tengan dificultades para obtener divisas para pagar sus deudas. Esta tasa mínima se determinará con base en un rédito de referencia de la Fed conocido como Overnight Index Swap más un diferencial de medio punto porcentual. A este viernes, esa tasa de interés, con el diferencial incluido, sería de entre 0.70 y 0.80 por ciento.

Medida preventiva

Un funcionario del Banco de México consultado por este diario dijo que el sentido el intercambio de pesos por dólares con la Fed es obtener divisas en un momento en que hay restricción de dólares en los mercados internacionales. E insistió en que la utilización de esta línea de intercambio de divisas no es una señal de que el país tenga un problema para financiar las obligaciones de deuda en moneda extranjera. La usamos como medida preventiva, dijo.

El 29 de octubre pasado, cuando se dio a conocer el swap con la Fed, el Banco de México dijo que se usará cuando se juzgue conveniente,, aunque por el momento no será necesaria.

La forma en que los dólares que obtenga el Banco de México de la Reserva Federal serán canalizados a las empresas será la siguiente, según el funcionario consultado:

El Banco de México pondrá los dólares a disposición de los bancos comerciales y de desarrollo que participen en la subasta en forma de crédito. Por lo tanto, tendrán que entregar a cambio una garantía al banco central, que no ha sido fijada todavía pero que, explicó, será algún tipo de bonos o títulos que tengan ahora los bancos. No le van a comprar dólares al Banco de México, sino que tendrán un crédito en dólares con el banco central respaldado por una garantía, apuntó. Si no tienen los instrumentos para respaldar el empréstito, deberán conseguirlos o no podrán participar en la subasta. “Una vez que tengan los dólares, los bancos se voltean con sus clientes, las empresas que requieren las divisas para pagar sus vencimientos de deuda, y se las ofrecen a un plazo semejante al que fueron contratadas con el Banco de México”, añadió.

El plazo máximo de las operaciones con la Fed relacionadas con la línea swap es de 88 días, por lo que el Banco de México solicitará disposiciones adicionales de esta línea para financiar los créditos a plazos mayores y, en caso de ser necesario, utilizaría otras fuentes de financiamiento, mencionó el comunicado emitido ayer.

Existen al menos dos antecedentes en que las autoridades financieras mexicanas han puesto en práctica acciones para apoyar a empresas que enfrentan problemas para pagar sus vencimientos de deuda, aunque son diferentes del anunciado ayer.

En 1983 fue constituido en el Banco de México el Fideicomiso de Cobertura de Riesgo Cambiario (Ficorca), ideado por el entonces funcionario del banco central Ernesto Zedillo, presidente del país entre 1994 y 2000. En el marco de la recesión derivada de la crisis de 1982, el gobierno de Miguel de la Madrid obtuvo un préstamo del exterior para financiar el déficit fiscal, la deuda externa y la actividad productiva. Dichos recursos sirvieron para crear el Ficorca, que se empleó para salvar de la quiebra a 20 grandes empresas al asumir pasivos por 12 mil millones de dólares mediante garantías del Banco de México.

Posteriormente, en 1996, fue creada la Unidad Coordinadora para el Acuerdo Bancario Empresarial (Ucabe), conocida como El Barzón de los ricos y que fue encabezada por el ex dirigente empresarial y hoy gobernador de Sonora, Eduardo Bours. Después de la crisis del peso en 1994 y 1995, decenas de empresas no pudieron pagar sus deudas, tanto en moneda nacional como extranjera. Reestructuraron sus débitos a través de la Ucabe, que funcionó con recursos fiscales a instancia de la Secretaría de Hacienda. Según datos de esa dependencia, la Ucabe sirvió de aval para el rescate bancario y benefició a 54 empresas por 9 mil 700 millones de dólares.