El programa de infraestructura es adecuado pero insuficiente, dice el ex titular de Hacienda
Israel Rodríguez J.
El ex secretario de Hacienda, Jesús Silva Herzog, propuso la creación de un plan emergente de empleo para contrarrestar uno de los principales efectos de la crisis financiera internacional en la economía mexicana: el desempleo. Consideró que el programa de infraestructura gubernamental es una medida contracíclica adecuada pero aun insuficiente.
En entrevista, el también ex embajador de México en Estados Unidos durante la administración del presidente Ernesto Zedillo, consideró que el próximo año el país enfrentará un entorno más díficil en materia de finanzas públicas, por lo que recomendó hacer una reforma fiscal integral que incluya un impuesto al valor agregado (IVA) generalizado, pero de menor proporción al 15 por ciento.
Señaló que debe aumentarse el gasto en infraestructura y allanar las trabas burocráticas para hacer más eficiente el gasto que debería fluir a las actividades productivas del país. Es necesario, dijo, respaldar todo lo que genere empleo.
El también ex embajador de México en España recordó que el país ha tenido un crecimiento mediocre en los últimos 20 años y este año será la nación que menor crecimiento registre en América Latina, incluso por debajo de países como Haití. Recordó que las previsiones de la Secretaría de Hacienda eran de un crecimiento superior a 3 por ciento en 2009, para luego ajustarlo periódicamente hasta llegar a una contracción de 2.8 por ciento, según la última estimación gubernamental.
Sin embargo, refirió que otros grupos de analistas menos optimistas prevén que la economía mexicana podría registrar una caída de hasta 5 por ciento del producto interno bruto (PIB), por ello, reslató que es necesario establecer un plan emergente de empleo que ayude a paliar los efectos del desempleo. Anticipó que solamente en 2009 los cálculos más conservadores prevén la pérdida de al menos 500 mil puestos de trabajo formales que aunado al clima de inseguridad plantean un gran desafío en el futuro inmediato.
Al analizar el actual entorno económico, quien fuera secretario de Hacienda durante una de las crisis económicas más grandes de la historia de México, al final del gobierno de José López Portillo y durante la primera mitad de Miguel de la Madrid, afirmó que el país tendrá un entorno más complicado en 2010.
Explicó que esto derivará de una caída en los ingresos petroleros, baja en la plataforma de exportación petrolera, descenso en las remesas de conacionales a México, así como una menor captación tributaria por la desaceleración de la economía mexicana, entre otras.
El ex candidato a jefe de Gobierno para el Distrito Federal por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) insistió en la necesidad de realizar una verdadera reforma fiscal que eleve la captación tributaria porque México, dijo, padece desde algunas décadas un gran lastre
que es precisamente los ínfimos niveles de recaudación. Mientras en América Latina la tasa impositiva se ubica en un promedio de 20 por ciento, en el país apenas alcanza 11 por ciento como proporción del PIB.
Sobre las líneas de crédito puestas a disposición del gobierno de México por 30 mil millones de dólares por parte de la Reserva Federal del Tesoro de Estados Unidos y los 47 mil millones provenientes del Fondo Monetario Internacional (FMI) han sido muy útiles para darle un respiro al tipo de cambio
y proveer liquidez al mercado, que lleva dos días con cotizaciones por abajo de los 14 pesos por dólar.
Indicó que hasta donde se sabe no ha habido condiciones del FMI para otorgar estos créditos como en el pasado, cuando a los países candidatos a recibir un préstamo se le condicionaba a realizar ajustes y mantener un balance presupuestal o demandaba la desincorporación de empresas paraestatales. Aunque todavía no se informa sobre las condiciones de este crédito lo que se sabe es que no ha habido condicionales, subrayó.
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