Monday, August 04, 2008






Como secretario de la Funciòn Pùblica, Germàn Martìnez dejó ir la oportunidad de investigar los evidentes abusos contra el erario que cometiò Vicente Fox
Por Por Verónica Espinosa y José Gil Olmos, de Apro

GUANAJUATO.— Al encabezar en León el Consejo Nacional del PAN el pasado 26 de julio, el presidente de este partido, Germán Martínez, anunció que pretende guanajuatizar el país en las elecciones intermedias de 2009. Para garantizar esa victoria puso al frente de la planeación estratégica a Vicente Fox, y señaló al gobierno estatal de Juan Manuel Oliva como ejemplo de éxito.

Alarmados por lo que consideran un pacto con el Yunque y con el expresidente Fox, panistas como el exsubprocurador Juan Miguel Alcántara advierten que Germán Martínez comete un grave error, pues la mala imagen que dejó el gobierno foxista y las prácticas antidemocráticas de Oliva –como el acarreo y la compra de votos– le restarán apoyo a Acción Nacional.

“Formular la expresión de guanajuatizar el país me parece que es un equívoco porque genera interpretaciones dañinas para el partido y para el proyecto que se quiera alcanzar”, advierte en entrevista el también exlegislador nacido en Guanajuato. Agrega que la dirigencia nacional panista sobredimensiona una vez más la fuerza de El Yunque otorgándole espacios que no le corresponden.

Mientras que los dirigentes locales del PRI, Miguel Chico, y del PRD, José Luis Barbosa, señalan que el panismo calderonista está mostrando que se encuentra debilitado y, en su desesperación, se ha rendido a la ultraderecha de El Yunque y a Vicente Fox, en un intento de que se reproduzca en todo el país la hegemonía que este partido ha logrado en esta entidad desde 1991, cuando Carlos Salinas cedió la gubernatura a Carlos Medina Plascencia.

Fox y El Yunque

Antes de la mencionada sesión extraordinaria del Consejo Nacional del PAN, a la que asistieron cerca de 20 mil personas llevadas en 600 camiones, Vicente Fox y Marta Sahagún ofrecieron una cena en su rancho San Cristóbal para todos los consejeros nacionales, encabezados por Germán Martínez y Carlos Abascal.

Ahí, tequila en mano, el jefe nacional del panismo brindó por Fox y le dio las “gracias por darle a México futuro y democracia”. El expresidente de la República correspondió: “Nos ponemos a la orden de nuestro partido y de su presidente Germán. ¡El 2009 es nuestro!”.

En la opinión de los líderes estatales del PRI y del PRD, ese acuerdo es parte la culminación de un “pacto de impunidad” entre el calderonismo y Fox, pero también una alianza con el ala más conservadora del PAN, en la que ubican a El Yunque, organización en la que trabajaron directamente Carlos Abascal y Manuel Espino.

Como ejemplo, recuerdan que cuando se analizaron las cuentas de Fox y el manejo del erario en sus cuatro años como gobernador de Guanajuato, se detectaron irregularidades, pero el Congreso del estado –bajo control del PAN– archivó las investigaciones y les dio carpetazo a finales de 2006.

Ya como presidente, Vicente Fox fue objeto de siete demandas ante la PGR. Cinco fueron presentadas por los diputados priistas Carlos Rojas y Raúl Cervantes en agosto de 2007 por irregularidades en obras millonarias –la megabiblioteca José Vasconcelos, la ampliación del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, el programa Enciclomedia, la expropiación de ingenios azucareros y el Seguro Popular–; y dos más, por enriquecimiento inexplicable, las interpuso al siguiente mes el senador perredista Ricardo Monreal.

Y en agosto de 2006, cuando la Cámara de Diputados creó una comisión especial para investigar a Manuel y Jorge Alberto Bribiesca Sahagún, el entonces diputado federal Germán Martínez se negó a defenderlos a ellos o a Fox. El grupo parlamentario del PAN, dijo, “no defiende, ni mete las manos al fuego por los hijos de nadie, ya sean los hijos de la esposa del presidente”.

En un artículo publicado en Proceso (edición 1527, de febrero de 2006) Martínez Cázares advirtió que sería una “torpeza” que Fox defendiera a sus “hijos políticos” y que esa “necedad” podría tener consecuencias para Calderón en las urnas.

Un año más tarde, ya como secretario de la Función Pública, sostuvo que el gobierno de Felipe Calderón “no dejaría pasar ni un solo caso de corrupción ni de impunidad del sexenio foxista”. Reiteró: “En mi gestión no habrá escándalos ni impunidad (sino) aplicación estricta de la ley (porque) no tengo ningún compromiso con el pasado y no quiero adquirir compromiso para el futuro”.
Pero en los hechos el contralor Germán Martínez dejó cerrados los expedientes de las denuncias contra Vicente Fox y fue enviado por Calderón a dirigir el PAN en diciembre de 2007.
Finalmente, acabó agradeciendo a Fox por “darle a México futuro y democracia” en la sesión extraordinaria del Consejo Nacional de León y lo invitó a formar parte del Comité de Planeación Estratégica del PAN rumbo a las elecciones federales de 2009. Fox contestó: “Me siento cobijado”.

En ese mismo acto, el dirigente de Acción Nacional anunció que el gobernador guanajuatense, Juan Manuel Oliva, formaría parte de la Comisión de Estructura. Con ello, dice el dirigente del PRD en el estado, José Luis Barbosa, el PAN reconoce y valida las prácticas antidemocráticas del Ejecutivo estatal:
“Si se entiende guanajuatizar por lo que ha hecho el gobernador Juan Manuel Oliva, los mexicanos deberíamos estar preocupados porque tenemos muchos problemas en el estado: estamos en el lugar 20 de educación, y entre los primeros 12 estados con mayores índices de inseguridad a pesar de que no se ha querido reconocer que el narco está operando en Guanajuato.

“Además en la entidad está muy polarizada la sociedad, y la situación de derechos humanos no es buena. El Instituto Electoral del Estado carece de autonomía porque el gobernador y el PAN deciden quién va a ser consejero, de tal forma que en una contienda electoral el árbitro está inclinado y el consejero presidente del IFE en Guanajuato, el profesor Antonio Manjarrez Valle, es gente de Elba Esther Gordillo”.

Barbosa recuerda que en la elección presidencial de 2006 se denunció que el gobierno de Juan Manuel Oliva compró el voto hasta en mil 500 pesos a favor de Felipe Calderón, y que un estudio del Comité Conciudadano de Seguimiento del Proceso Electoral, a cargo de Hugo Almada, mostró que Guanajuato fue el único estado donde el candidato presidencial panista obtuvo una ventaja de hasta 17 votos sobre su más cercano rival, cuando el promedio nacional fue de sólo un voto de diferencia.

“El PAN, como nuevo partido hegemónico en Guanajuato, perfeccionó las prácticas que dominaba el PRI. Con un manejo más sofisticado para no ser descubiertos, (los panistas) aplican los programas sociales como piso seguro, láminas para techos, caminos y las casas del DIF, con un criterio electoral y de manera muy efectiva. Si eso es guanajuatizar al país, cuidado, porque además es un gobierno autoritario, apoyado por Elías Villegas, jefe nacional de El Yunque, y Gerardo Mosqueda, su segundo”.

Mosqueda Martínez es el actual secretario de Gobierno del estado. Ha sido subsecretario en la Secretaría del Trabajo y coordinador del equipo de transición del gobernador Oliva. También dirigió en León la organización “A favor de lo mejor”, creada en 1997 por el multimillonario Lorenzo Servitje, cabeza del grupo Bimbo, promotor de la censura católica en los medios de comunicación y de la guerra sucia contra la izquierda.

Elías Villegas, director del Instituto Estatal de Planeación de Desarrollo Local en el gobierno de Guanajuato, es empresario zapatero y dueño de uno de los hoteles más grandes de León. En 1988 ganó una diputación por el PAN y en la campaña de 2000 fue uno de los principales apoyos económicos de la campaña de Fox. Se le considera el principal patrocinador del Yunque.

Desprestigio

Desde que Germán Martínez llegó a la dirigencia a finales de 2007, el PAN ha venido a menos: de las 136 posiciones que se han disputado en las elecciones de Baja California Sur, Quintana Roo e Hidalgo, únicamente ganó 16, según el recuento publicado por el reportero Juan Pablo Proal (Excélsior, 21 de julio).

Con este déficit electoral a cuestas y en pugna con el grupo más conservador de Acción Nacional, encabezado por Manuel Espino, Germán Martínez llegó al Consejo Nacional con la propuesta de unir fuerzas y ganar las elecciones de 2009.

Sin embargo, El Yunque no garantiza el triunfo. El exsenador Juan Miguel Alcántara Soria, que accedió a hablar de la estrategia electoral de su partido, puntualiza: “Yo soy de Guanajuato y antes de que los miembros del Yunque tomaran la conducción del partido en el estado, el PAN tenía alrededor de 12 mil miembros. Hoy tiene 3 mil. En lugar de haber ganado, perdió las tres cuartas partes de miembros”.

Alcántara –exd iputado federal y local, procurador del estado y subprocurador en la PGR cuando el titular era Antonio Lozano Gracia– señala que con el neologismo guanajuatizar Martínez intentó hacer un homenaje al panismo local, que tiene la mayoría en el Congreso local, 36 de 46 presidencias municipales y en 2006 ganó todas las diputaciones federales.

Pero el entrevistado reconoce que la expresión puede tener otras interpretaciones, menos afortunadas, como avalar el acarreo.

“La presencia de 15 mil personas en León en la reunión del Consejo Nacional, según se publicó en los medios, no obedeció a la capacidad organizacional del partido, sino a un acarreo de ciudadanos. En Irapuato, donde yo vivo, se mandó una circular a los miembros activos obligándolos a llevar a no menos de siete personas que no fueran miembros del partido al evento de León.

“Por eso cuando el presidente del partido dice: vamos a guanajuatizar a México para 2009, no podemos aceptarlo si vemos que se está incurriendo en ciertas prácticas que no corresponden a los principios del PAN. Aquí ya no podemos tener una lectura amable de la expresión”.

–¿En Guanajuato El Yunque ha cooptado o copado al PAN?
–Así es, definitivamente. Lo que sabemos de El Yunque es que es un grupo teocrático, no democrático, que dice buscar implementar el reino de Dios, aunque en los hechos pronto se olvidan de él. No es un grupo de vocación democrática, su forma de organización está basada en la obediencia incondicional y el secretismo. El Yunque tiene una disciplina ciega y con eso han tomado las riendas del partido en el estado. Con frecuencia sus éxitos internos para hacerse de candidatos y de los mandos directivos del partido no se corresponden con la calidad democrática.

“Por eso mismo, cuando los que somos de Guanajuato escuchamos la expresión de Germán Martínez, pensamos que pudiera estar avalando prácticas antidemocráticas, que pueden ser muy eficientistas desde el punto de vista electoral, pero que desprestigian a la institución, deterioran la vida orgánica del partido y a la larga generan un escepticismo dañino respecto a la vocación, a las capacidades democráticas del partido y a las posibilidades electorales del mismo.”
Además, agrega, la expresión de guanajuatizar el país tiene otra connotación posible, que es la de buscar el regreso al régimen de partido hegemónico. Pero eso, advierte, no es deseable ni corresponde con la pluralidad de este país.

“En cambio, si lo que Germán Martínez quiso decir es: vamos a organizarnos de una manera eficiente para tener una mayoría en ambas cámaras, eso sí me parece un objetivo deseable para cualquier político del mundo. Pero en el contexto mexicano, y más específicamente en el de Guanajuato, la expresión de ‘guanajuatizar el país’ me parece que es un equívoco que generan interpretaciones dañinas para el partido y para el proyecto que se quiera alcanzar”.

En cuanto al nuevo miembro del Comité de Planeación Estratégica, comenta: “Para quienes se ilusionaron con la victoria de Vicente Fox, que fueron millones, pues también hay millones de desilusionados. El problema es que ahora la desilusión será para el PAN, no para Vicente Fox”.

Para Alcántara Soria, son indiscutibles las habilidades mercadotécnicas y electorales de Fox, pero pesa más su mala actuación como presidente de la República:
“Veo como un despropósito involucrar en un papel relevante al expresidente Fox, pues si se hace un juicio sereno sobre su sexenio, me parece que no es satisfactorio para buena parte de la población. Si en un país subsiste la cultura priista en la que se ponía a un expresidente para ser culpado de todos los males, traer ahora a Fox me parece que le puede ser perjudicial y contraproducente al partido”.

–En este marco, ¿cree que ha sido conveniente utilizar a Fox y a Guanajuato como banderas?
–Me parece que Germán Martínez está buscando unificar los diferentes grupos al interior del partido, pero no hay que hacerlo de cualquier forma y a cualquier costo. Hay lecturas de rendición frente a El Yunque, que a su vez tiene como figura a Vicente Fox, aunque él no sea de esa organización, pero detrás de él se han cobijado.

“Me parece que el pueblo mexicano aún tiene viva la sensación de que se pudo hacer mejor la alternancia en el gobierno de Fox, y traer al presente el protagonismo de Vicente Fox puede irritar a más de uno”.

–¿Qué buscará Germán Martínez con Fox, usarlo de pararrayos o como golpeador en el escenario político?
–Si yo fuera presidente del PAN, a lo que invitaría a Vicente Fox es a diseñar las estrategias mercadotécnicas de la campaña, nada más a eso.

–Conociendo a Fox, es poco probable que se quiera quedar sólo con eso.

–Eso sería contraproducente, ya se lo decía. Prácticamente es una muestra de debilidad del Comité Ejecutivo Nacional, que una vez más sobredimensiona la fuerza de El Yunque y le da espacios que no se corresponden con su peso específico en el interior del partido.

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